Al final se mantiene el parón para la jornada del 3 de abril en Primera y Segunda División convocado por los presidentes del fútbol profesional, ya que en la Junta de la máxima categoría que se celebró ayer se consideró que la Administración no ha atendido su reivindicación de acabar con la obligatoriedad del fútbol en abierto por televisión y por un resultado de 13 a 7 se mantuvo la postura de fuerza y se acordó que en caso de que siga el silencio del Gobierno sobre este punto no comenzaría la competición el próximo 21 de agosto. La división en la patronal de clubes es evidente y está motivada por los repartos futuros de los ingresos de televisión.
Villarreal, Sevilla, Athletic, Málaga, Zaragoza, Espanyol y Real Sociedad fueron los clubes que habían solicitado esta convocatoria de Junta para intentar anular el paro que se haría con la convocatoria de una Asamblea de la Liga para la próxima semana. El presidente José Luis Astiazarán expuso sus contactos con los diferentes grupos parlamentarios y la conversación mantenida con el actual Secretario de Estado para el Deporte, Jaime Lissavetzky. Les dijo que seguirán percibiendo el 10 por ciento de las quinielas, que hay un compromiso para entregarles el 2 por ciento de las apuestas deportivas, pero que en el tema de televisión no hay una decisión al respecto.
Dureza. El Villarreal, por medio de su presidente Fernando Roig, fue el que habló sobre la inconveniencia del paro y llegó a comentar que ellos estaban por la labor de presentarse a jugar el 3 de abril y que iban a pedir a la FEF que les designara árbitros. Su idea fue secundado por los otros seis equipos, que junto a él no aceptaron la fórmula de reparto televisivo que en su día presentaron Real Madrid y Barcelona, ya que defendían la tesis de cobrar en función de los éxitos deportivos.
El resto ni siquiera dudó y se mantuvieron en la decisión del paro y recordaron que la LFP es la que organiza la competición por ley y que por lo tanto si decide que no hay jornada poco dirá la Federación. Algunas voces pidieron que la jornada del paro, la del 3 de abril se pasara a jugar el 12 de junio, es decir la última. Se entendió que esto era desvirtuar el calendario y lo que había que hacer es correr todas las fechas del calendario. Solamente se reconsiderará el paro en caso de que se presente un documento por escrito en el que el Gobierno se compromete a eliminar el fútbol en abierto. El Gobierno no va a aceptar la petición en estos momentos.
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