Kaká fue presentado por el Real Madrid el 30 de junio de 2009 ante 55.000 aficionados en el Bernabéu. El club blanco pagó por él 67 millones de euros. Es el tercer fichaje más caro de la historia del club por detrás de Cristiano (96) y Zidane (75). Pero el brasileño ha disputado 2.958 minutos de los 8.190 posibles, es decir, sólo el 36,1% del total. Su escasa participación en el Real Madrid se debe, fundamentalmente, a las lesiones.
En total, 261 días de baja. Primero fue una pubalgia en la temporada 09-10 (85 días) y después unas molestias en el compartimento externo del menisco de su rodilla izquierda que acabaron en el quirófano antes de que empezase esta campaña y justo después del Mundial (151 días). El brasileño reapareció este año ante el Getafe el 3 de enero tras 240 días sin jugar con la camiseta del Real Madrid. Sin embargo, 64 días después volvió a aparecer en el ya habitual parte médico Real Madrid-Sanitas. El brasileño sufre ahora, desde el pasado 6 de marzo, "un leve edema en la cara lateral externa de la rodilla izquierda compatible con un síndrome de la cintilla iliotibial". Eran 15 días de baja, pero han pasado 25 y ayer Kaká seguía sin trabajar con su compañeros.
Antecedentes. En un principio se pensaba que el primer gran problema del jugador, la pubalgia, era provocada por sus problemas de rodilla. Según varios especialistas médicos consultados por este periódico, ningún doctor puede sostener al 100% que una pubalgia sea consecuencia de una operación de rodilla. Actualmente, Kaká se queja del menisco. Según ha podido saber AS, su umbral del dolor es excesivamente bajo en comparación con otros deportistas. Esta circunstancia puede ser consecuencia de una estadística médica que en el Madrid se niegan a contemplar: en el 6% de las intervenciones quirúrgicas de rodilla los resultados no son satisfactorios. ¿Le sucede esto a Kaká? Oficialmente no, pero su historial clínico y evolución de partidos (gráfico de la derecha) no invitan al optimismo.
En Italia aseguran que las misteriosas molestias de pubis y rodilla empezaron en el verano de 2007. Kaká esperó a final de temporada (mayo de 2008) para someterse a una intervención quirúrgica en su rodilla izquierda. Pero, realmente, la primera señal de alarma clara, constatable, fue un 24 de febrero de 2008 en un Milán-Palermo. Kaká sufrió un golpe en la rodilla izquierda antes del descanso y en la segunda parte no siguió jugando.
Dolor. "La rodilla me duele mucho. Este miércoles contra el Catania (jornada de liga) no jugaré", comentaba el jugador. Sin embargo, Kaká no paró, siguió jugando y hasta disputó los 90 minutos del encuentro de vuelta de la Champions ante el Arsenal una semana después. Unas jornadas más tarde se rompió ante la Sampdoria. Se le juntó una lumbalgia, la rodilla y molestias en el muslo. Se perdió dos encuentros, pero volvió en la jornada 32 y disputó todos los partidos completos hasta la última jornada, la 38. Pero el 23 de mayo fue operado de la rodilla izquierda en Río de Janeiro (Brasil) por Runco, doctor de la selección brasileña. A priori, era el fin a todos sus problemas. En opinión de Runco, la lesión de Kaká estuvo originada por la sobrecarga de movimientos de "rotación, correr y frenadas". A partir de la temporada siguiente el rendimiento del futbolista no es el mismo que cuando ganó el Balón de Oro en 2007...
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