En una entrevista que hoy publica el diario L'Équipe, el técnico aseguró que estaba seguro de clasificarse para cuartos de final de la Liga de Campeones "porque el Madrid es mejor esta temporada que la pasada".
El técnico comentó que "trabajar bien no es sólo trabajar bien el el plano técnico y táctico", sino que también implica "la cohesión del grupo y su fuerza" y "mejorar la estructura del club".
"Con frecuencia pensamos que el fútbol se juega entre las cuatro líneas del terreno de juego durante 90 minutos. Pero la preparación de un partido va más lejos. Hay muchos aspectos en el seno de un club que tienen impacto en los resultados", indicó.
"No digo que hay que dominarlos, pero hay que controlarlos. No tiene nada que ver con el trabajo de un entrenador hace diez o quince años", agregó.
Mourinho indicó que los clubes que le contratan saben su forma de trabajar y tienen que asumirla y señaló que Pérez le conocía antes de nombrarle técnico del Madrid.
"Hace ahora ocho o nueve meses que trabajamos juntos y hemos tenido que adaptarnos, el club y yo, pero la coherencia de nuestro trabajo no ha dejado de progresar. Personalmente, puedo decir que estoy mucho más satisfecho actualmente del trabajo efectuado que hace cuatro meses", indicó.
El técnico justificó su actitud en el banquillo, considerada en ocasiones "arrogante" por la necesidad de "interactuar en el partido", aunque reconoció que ahora es diferente que hace siete u ocho años.
"Ahora creo que he logrado el buen equilibrio entre la acción y la concentración extrema, el que permite ayudar al equipo", señaló.
Mourinho se mostró muy satisfecho de la progresión de Karim Benzema y señaló que "es un mejor jugador" porque "su entrenador es exigente y le pidió un comportamiento diferente en el entrenamiento y en el campo".
Afirmó que el delantero galo "se ha ganado el derecho de fallar ocasiones", pero no "de perder la concentración, la agresividad, la participación creciente en el juego, el movimiento en profundidad que no hacía mucho antes, la reacción cuando pierde un balón".
El entrenador señaló que Benzema tenía "una obsesión en torno a él" para que se convirtiera en un gran jugador porque había costado mucho dinero, pero que él cambió las cosas y le convenció de que tenía que triunfar "gracias a sus esfuerzos, a la perseverancia, a la convicción".
Negó que no cuente con Benzema y alabó su capacidad para jugar en tres puestos diferentes.
El técnico confesó que lo pasó mal cuando le echaron del Chelsea y no tuvo club durante unos meses y afirmó que estuvo a punto de firmar como seleccionador inglés, pero finalmente no aceptó porque no quería dirigir un partido al mes.
También pensó aceptar una oferta del París Saint-Germain, pero finalmente prefirió esperar proposiciones de un "campeonato más potente", como los de España, Inglaterra o Italia.
"Debemos aprovechar los mejores años de nuestra carrera para trabajar donde el nivel de exigencia es más elevado", señaló.
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