miércoles, 10 de marzo de 2010

RESULTADOS DE LA CHAMPIONS LEAGUE

Real Madrid 1 - 1 Lyon

VUELTA: 1 - 2 (Agg)

Lyon le dio un duro golpe al Real Madrid y lo eliminó de la Champions

-- Olympique Lyon asestó el castigo más duro al Real Madrid, eliminarlo por sexta temporada consecutiva de la Liga de Campeones en octavos de final (1-1), en un año especialmente doloroso por los 250 millones de euros invertidos por Florentino Pérez en un proyecto que tenía la final del Bernabéu como gran reto.

El Real Madrid firmó un nuevo fracaso en Europa. Manuel Pellegrini está sentenciado para Florentino Pérez. Las consecuencias de una eliminatoria en la que el Real Madrid solo fue superior en 45 de los 180 minutos están por llegar, pero la directiva comenzará a trabajar de inmediato en la búsqueda de un técnico para la próxima temporada. La incredulidad acabó apoderándose de un Bernabéu engalanado para una noche especial.

El mismo día que se cumplían seis años de perdida de prestigio en el 'viejo continente', sin pasar la barrera de octavos, cuando se esperaba un golpe en la mesa del Real Madrid, su maldición creció.

Alineó Pellegrini el once que todo madridista deseaba. Aparcó sus inventos de la ida, cuando dio la titularidad a Mahamadou Diarra, y apostó por la versión más ofensiva de un equipo anclado a José María Gutiérrez 'Guti'. Con movimientos de todos los jugadores de ataque por delante suyo, su imaginación en el pase guió al Real Madrid en una inmejorable primera parte. Cada jugada pasó por el capitán. Más enchufado que nunca para desatar un fútbol eléctrico que minimizó al Lyon. Pero el equipo aguantó lo que permitió su físico.

Pocos ambientes intimidan más que el que se genera en el coliseo de la Castellana en esas noches señaladas en el calendario. Un mosaico gigantesco enmarcado con la imagen de La Cibeles y un presentimiento, "volveremos", se encadenó con un inicio arrollador. Será la próxima temporada. La final del Bernabéu no contará con el equipo blanco.

Y eso que empujados por la dulce resaca del encuentro ante el Sevilla quince segundos sirvieron para presentar las credenciales. Una pared entre Higuaín y Kaká dejaba solo al brasileño que se topó con Lloris en su rápida salida.

A la heroica, sin un segundo de respiro, el Real Madrid arrinconó al Lyon. Pedía respeto el conjunto galo cuando sacaba fruto de su presión sobre 'Lass', pero no encontraba la forma de frenar a Guti. Desde el lugar donde habitualmente construye Xabi Alonso, lanzó un pase en profundidad al desmarque de Cristiano, que marcó con un zurdazo que se coló bajo las piernas del meta francés.

En cinco minutos el Real Madrid había enterrado su pésima imagen de Lyon e igualaba la eliminatoria. En la salida deseada por el vestuario blanco, no había forma de frenar sus oleadas ofensivas. Kaká, algo más enchufado que últimamente, se volvió a topar con Lloris en un disparo precedido de dos recortes. Cristiano rozó el larguero con un testarazo tras un córner e Higuaín comenzó a probar suerte con un disparo desde la frontal.

La velocidad de Govou y 'Chelo' Delgado a la contra eran el peligro del Lyon. El despliegue ofensivo de Ramos y Arbeloa aumentaban el riesgo. Debían multiplicarse. Un error en la construcción podía costar caro aunque no chutaron a la puerta de Iker en el primer acto. Lo intentó Toulalan, pero su disparo con rosca desde la frontal se marchó desviado (min.18). Un minuto después una rápida salida de Casillas evitó el peligro. El nuevo estilo de juego madridista, le obliga a actuar de libre.

El secreto del éxito madridista era su movilidad ofensiva. Los desmarques de Kaká, Cristiano e Higuaín encontraban premio. Abrían el campo y aunque dos centros medidos de Granero no encontraron rematador, las ocasiones claras no tardaron en reaparecer.

Desea una noche europea mágica Higuaín, que solo ha marcado dos tantos en Liga de Campeones, y en sus botas la tuvo. Un pase en profundidad de Granero le plantó solo ante Lloris.

Le regateó bien y con todo a su favor perdonó lo imperdonable. Chutó al palo y se vino abajo. El fallo provocó que en plena oleada blanca fuese egoísta en una acción, con Cristiano solo para marcar, y buscase el disparo que sacó abajo el meta galo. El tercer intento del argentino acabó en petición de penal tras un pase picado de Guti. Y el último con un testarazo que rozó la escuadra. No era su noche.

Arrancó la segunda mitad y el Real Madrid se desenchufó. Como si le faltase energía entregó el dominio al Lyon que demostró que la ida no fue un espejismo. La entrada de Kallstrom y Gonalons cambiaron su imagen. El último remató alto un centro de Delgado.

No despertaba el Real Madrid. El juego se endureció y cayó en la presión francesa. A los 52 minutos Govou chutaba desviado con todo a placer. Casillas comenzaba a intervenir. Mala señal. Temía lo peor. Salvó un disparo de Lisandro cuando sobrevolaban el Bernabéu los fantasmas de un pasado reciente.

Perdía fuelle Guti y el Real Madrid se ahogaba. Pendía del desequilibrio de Cristiano, cada minuto más desesperado por no encontrar premio a su buen partido. Lideró una contra a los 56 minutos, que Kaká culminó chutando fuera. Segundos de reacción en los que perdonó Granero tras pase de Ramos.

La realidad era diferente. El dominio territorial era del Lyon. Casillas volvió a intervenir a una falta de Pjanic y nada pudo hacer cuando el bosnio le fusiló, culminando una jugada de equipo a quince minutos del final. Enmudeció el Bernabéu. La maldición se ampliaba.

De nada sirvieron los intentos a la desesperada de Cristiano. El cambio incomprensible de Pellegrini, Mahamadou Diarra por Arbeloa, alejado de ahora sí una remontada épica, los que perdonaron fueron Lisandro y Delgado, con dos contragolpes que les plantaron solos ante Casillas.

Desolación blanca en una de esas noches negras que dejan retratados a los protagonistas. El peor parado será Pellegrini, el escudo de todos. Los dardos apuntarán a él, se comenzará a hablar de futuro, saldrán nombres de futuribles fichajes y la lucha por la Liga intentará hacer olvidar un nuevo fracaso en Liga de Campeones.

Manchester United 4 - 0 AC Milan

VUELTA: 7 - 2 (Agg)

Manchester United goleó por 4-0 al Milan en Old Trafford y pasó a cuartos de UCL

-- El Manchester United logró este miércoles el pase a los cuartos de final de la UEFA Champions League tras destrozar al Milan con otra gran actuación de Wayne Rooney y en el día en el que David Beckham volvía a Old Trafford como visitante.

Dos goles del delantero red en los primeros minutos de cada parte dejaron visto para sentencia un encuentro que ya se presentaba complicado para los italianos después de encajar en San Siro un 2-3.

Un balón perdido por Ronaldinho a los dos minutos de juego retrataría el calvario que pasó durante la primera mitad el Milan y su lateral milanista Jankulovsky, acosado por Valencia y el veterano Neville, sorpresa en el once local.

Desposeído, el brasileño observó cómo el ecuatoriano y Wayne Rooney combinaban de primeras para que el "diez" rojo finalizase la jugada con un disparo raso que salió rozando las portería defendida por Abbiati.

Como había advertido el técnico red, el escocés Alex Ferguson, sus hombres salieron a presionar y buscar la meta rival, a pesar de contar con una ventaja considerable en la eliminatoria.

Hasta Neville, de 35 años, parecía un joven subiendo al ataque gracias, sobre todo, a las pérdidas de balón de los rossoneri y al hecho de que Ronaldinho nunca tapaba sus carreras, ni siquiera cuando le robaban la bola.

Tampoco ayudaba el ofensivo 4-3-3 que dispuso de salida el técnico visitante, el brasileño Leonardo. Flamini, Pirlo y Ambrosini no daban a basto en el centro del campo para frenar las embestidas del United.

Aún así, el Milan pisó área red por primera vez en minuto ocho, cuando, en vez de despejar, Nani peinó hacia atrás una falta lateral que le cayó Ronaldinho, cuyo cabezazo lamió el poste izquierdo de Van der Sar.

Acto seguido, Huntelaar recibía un servicio de Bonaro para plantarse frente a Evra, superarlo y errar, no obstante, en el último control, lo que provocó que, sólo ante el meta del Manchester, pifiase el remate.

Los hombres del brasileño Leonardo parecían haber sacudido la presión inicial, hasta que Neville volviera a circular por la autopista izquierda del Milan.

Con tiempo de sobra para pararse y levantar la vista, el defensa envió desde el lateral un centro preciso a la cabeza de Rooney en el minuto 13.

Sin apenas oposición, el delantero quizá más en forma del fútbol europeo se elevó sobre Bonaro para mandar el esférico lejos del alcance de Abbiati y lograr su gol número 29 esta temporada.
Con un 4-2 en el global de la eliminatoria el encuentro perdió toda la tensión con la que comenzó y de ahí hasta el final de la primera parte, los jugadores se dedicaron a pasearse por el césped.

Irrelevante durante casi todo el partido, Nani apareció como una exhalación al minuto de la reanudación para, después de otra pérdida, irse por velocidad por la banda, ver de reojo la llegada al área de Rooney y filtrarle la bola por detrás de la defensa milanista.

Una fantástica asistencia resuelta de nuevo con aplomo por Rooney ante la salida de Abbiati.

Para entonces, Leonardo ya había mirado al banco, en el que ninguno de sus componentes bajaba esta vez de los 30 años de edad, y dio entrada a Clarence Seedorf por el central Bonera para que el holandés ocupase posiciones ofensivas.

Tampoco resultó. La defensa rossonera continuaba en actitud contemplativa, como comprobaría Paul Scholes en el minuto 59.

Tras conducir el balón hasta el mismo borde del área, el silencioso medio "red" asistió a un Park que, rodeado por dos defensores milanistas, se giró tranquilamente para batir por tercera vez a Abbiati de tiro cruzado.

El equipo italiano renovó sus filas con las incorporaciones de Inzaghi y Beckham, muy aplaudido por los 75.000 espectadores que acudieron a la que fue su casa durante muchos años.

Y apunto estuvo de marcar en Old Trafford el centrocampista inglés cuando cazó una volea desde fuera del área que obligó a Van de Sar a enviar de puños a córner.

A medio gas, el Manchester logró a dos minutos del final su cuarto gol tras otra exhibición de despropósitos de la defensa, ayudados esta vez por una mala salida de su cancerbero, que reaccionó tarde.

Invisible para los italianos, Fletcher cabeceó totalmente sólo un centro globo de Rafael.

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