Napoli 3 - 1 Juventus
Nápoli se ilusiona con las copas al ganarle merecidamente a Juventus
ROMA -- En el estadio San Paolo, Marek Hamsik, Fabio Quagliarella y Ezequiel Lavezzi remontaron el inicial gol de Giorgio Chiellini y le regalaron el triunfo por 3-1 a Nápoli ante Juventus, para que el Burro pudiera sumar 45 puntos y alcanzar a la Vieja Señora en la sexta plaza de la tabla de posiciones.
Juventus se presentó sobre el césped con un cuidadoso 4-4-2, con Camoranesi y Marchisio sobre las franjas para contrastar el fuerte juego que los celestes hacen sobre las rayas.
La táctica funcionó, porque el match se vio equilibrado y la línea de volantes bianconera logró contener a sus adversarios. Por encima, ya al séptimo minuto el partido se le puso de la mejor manera a Juventus, cuando Del piero alargó de cabeza un centro desde la derecha directamente desde tiro libre y el balón le llegó a Chiellini, quien solo cerca del segundo palo tuvo todo el tiempo para tomar la puntería y de cabeza mandarla a guardar.
El tanto del 0-1 y la inesperada movida táctica los pusieron nerviosos a los muchachos de Mazzarri, quienes no jugaron como saben y a menudo acabaron por tirar pelotazos largos, casi tuvieran prisa de llevar el balón para arriba. De esta manera, la Juve no tuvo particulares problemas para cubrir los espacios y para intentar armar alguna jugada interesante en fase ofensiva.
En el entretiempo, Mazzarri le debe haber hecho un lavaje de cerebro a sus jugadores, porque el equipo que bajó a la cancha en el complemento se vio transformado en el plano de la actitud.
En efecto, los celestes se vieron altísimos en la cancha y con una presión asfixiante en el medio recuperaban el esférico rápidamente, para luego atacar con cinco o seis hombres. Con esta actitud y con un constante juego de cadenas por las bandas, para el cual fue fundamental el trabajo de los delanteros, Nápoli retomó el dominio de las franjas y de toda la cancha.
La cosa increíble fue que, para vero todo esto, alcanzaron pocos segundos, porque ya al primer minuto Gárgano robó en el medio, Hamsik se fue por derecha, encontró el espacio que le abrieron sus compañeros y puso un buen centro bajo para Quaglairella, quien fue bajado en el área ganándose un penal. El eslovaco fue el que se encargó de patear desde los once pasos, pero su remate tocó el travesaño y se fue para afuera.
Sin embargo, Hamsik se hizo perdonar tres minutos más tarde, gracias a una hermosa jugada de Quagliarella, quien se fue por izquierda y puso un centro fuerte y preciso para que su compañero, parado cerca del segundo palo, la tocara con la frente y saliera a gritar el empate.
Nápoli tenía otro ritmo y a frente de una defensa sólida, que no arriesgó casi nada, su delantera creó una ocasión detrás de otra. Para contener a los locales Zaccheroni lo sacó a Camoranesi y lo puso a Diego y, luego, lo cambió a Del Piero por Grygera. Así, su equipo pasó a jugar con una especie de 5-4-1, en el que Diego debía cubrir un poco por derecha.
La movida no sirvió a mucho, porque el Burro siguió siendo imparable por las rayas y poco más tarde anotó el 2 a 1: Hamsik recambió el placer recibido y, con un centro desde el vértice derecho del área, le sirvió un balón de oro a Quagliarella, quien bien posicionado cerca del palo opuesto la tocó de rastrón y la mandó en el fondo de la red. En la ocasión fue evidente la responsabilidad de Manninger, que tuvo alguna culpa también en el primer gol.
Juventus intentó asomarse para reaccionar, pero logró apenas crear una ocasión con un remate de Marchisio en jugada de pelota parada. Los locales, en cambio, siguieron siendo dueños de la cancha y a pocos minutos del final le dieron cifras más justas al marcador, con un buen gol de Lavezzi asistido por Campagnaro.
Juventus se presentó sobre el césped con un cuidadoso 4-4-2, con Camoranesi y Marchisio sobre las franjas para contrastar el fuerte juego que los celestes hacen sobre las rayas.
La táctica funcionó, porque el match se vio equilibrado y la línea de volantes bianconera logró contener a sus adversarios. Por encima, ya al séptimo minuto el partido se le puso de la mejor manera a Juventus, cuando Del piero alargó de cabeza un centro desde la derecha directamente desde tiro libre y el balón le llegó a Chiellini, quien solo cerca del segundo palo tuvo todo el tiempo para tomar la puntería y de cabeza mandarla a guardar.
El tanto del 0-1 y la inesperada movida táctica los pusieron nerviosos a los muchachos de Mazzarri, quienes no jugaron como saben y a menudo acabaron por tirar pelotazos largos, casi tuvieran prisa de llevar el balón para arriba. De esta manera, la Juve no tuvo particulares problemas para cubrir los espacios y para intentar armar alguna jugada interesante en fase ofensiva.
En el entretiempo, Mazzarri le debe haber hecho un lavaje de cerebro a sus jugadores, porque el equipo que bajó a la cancha en el complemento se vio transformado en el plano de la actitud.
En efecto, los celestes se vieron altísimos en la cancha y con una presión asfixiante en el medio recuperaban el esférico rápidamente, para luego atacar con cinco o seis hombres. Con esta actitud y con un constante juego de cadenas por las bandas, para el cual fue fundamental el trabajo de los delanteros, Nápoli retomó el dominio de las franjas y de toda la cancha.
La cosa increíble fue que, para vero todo esto, alcanzaron pocos segundos, porque ya al primer minuto Gárgano robó en el medio, Hamsik se fue por derecha, encontró el espacio que le abrieron sus compañeros y puso un buen centro bajo para Quaglairella, quien fue bajado en el área ganándose un penal. El eslovaco fue el que se encargó de patear desde los once pasos, pero su remate tocó el travesaño y se fue para afuera.
Sin embargo, Hamsik se hizo perdonar tres minutos más tarde, gracias a una hermosa jugada de Quagliarella, quien se fue por izquierda y puso un centro fuerte y preciso para que su compañero, parado cerca del segundo palo, la tocara con la frente y saliera a gritar el empate.
Nápoli tenía otro ritmo y a frente de una defensa sólida, que no arriesgó casi nada, su delantera creó una ocasión detrás de otra. Para contener a los locales Zaccheroni lo sacó a Camoranesi y lo puso a Diego y, luego, lo cambió a Del Piero por Grygera. Así, su equipo pasó a jugar con una especie de 5-4-1, en el que Diego debía cubrir un poco por derecha.
La movida no sirvió a mucho, porque el Burro siguió siendo imparable por las rayas y poco más tarde anotó el 2 a 1: Hamsik recambió el placer recibido y, con un centro desde el vértice derecho del área, le sirvió un balón de oro a Quagliarella, quien bien posicionado cerca del palo opuesto la tocó de rastrón y la mandó en el fondo de la red. En la ocasión fue evidente la responsabilidad de Manninger, que tuvo alguna culpa también en el primer gol.
Juventus intentó asomarse para reaccionar, pero logró apenas crear una ocasión con un remate de Marchisio en jugada de pelota parada. Los locales, en cambio, siguieron siendo dueños de la cancha y a pocos minutos del final le dieron cifras más justas al marcador, con un buen gol de Lavezzi asistido por Campagnaro.
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