Barcelona 2 - 0 Osasuna
El Barça recupera el liderazgo en un partido muy trabajado
ALMERÍA -- El Barçelona se ha hecho otra vez con el liderazgo, a la espera de lo que haga el jueves el Real Madrid, gracias a un triunfo muy trabajado contra el Osasuna (2-0), equipo que ha cuajado un gran partido, pero que se ha visto desbordado por los goles del sueco Zlatan Ibrahimovic y Bojan Krkic.
El conjunto azulgrana jugó uno de los partidos menos lucidos en esta temporada y ha tenido que echarle coraje y fuerza para doblegar a un Osasuna que hasta recibir el primer gol en el minuto 70 ha tenido controlado al equipo catalán.
El Barcelona se ha topado con un valiente Osasuna, que no sólo ha atado corto al conjunto de Pep Guardiola, sino que ha tenido claras ocasiones para marcar en el primer tiempo.
El juego barcelonista ha resultado decepcionante, sin ritmo alguno y agobiado en la zona de construcción hasta el punto de que ni el marfileño Touré Yayá, Sergio Busquets o Andrés Iniesta acabaron de centrar a su equipo y establecer el flujo correcto con el balón.
Tras unos minutos con un tono bajo, y después de que en el minuto 4 el húngaro Krisztian Vadocz se quedase solo ante Valdés, contra el que disparó a placer sin mucha fortuna, el Guardiola ajustó cambió el esquema, dado que el 4-4-2 no estaba permitiendo que el balón pasase al campo de Osasuna con peligro.
Guardiola ordenó, entonces, un 4-2-1-3, con Leo Messi de media punta, por detrás de Iniesta, Ibrahimovic y el francés Thierry Henry, pero en nada mejoró el juego azulgrana, muy impreciso incluso en el pase fácil.
Al cuarto de hora, el Barcelona confeccionó dos acciones de gol, con Messi en el lanzamiento de una falta directa y en una vaselina que intentó Henry, pero en ambas el intento azulgrana careció de acierto.
La nueva aproximación del Barça no se produjo hasta la media hora, cuando Josetxo Romero lanzó al suelo para neutralizar un disparo de Ibrahimovic, que acabó con el balón fuera.
Osasuna había hecho lo mejor de su trabajo; desvirtuar a un Barcelona que, desde que Xavi Hernández está ausente, no encuentra un punto de equilibrio en el centro del campo.
Con un juego ramplón y desconocido, el Barcelona fue sumando minutos hasta llegar a la media parte, mientras el equipo de José Antonio Camacho se sentía cada vez más cómodo, incluso con el balón bajo su control y sin pasar apuros.
Guardiola retuvo más de la cuenta a su equipo en el vestuario en el descanso para dar nuevas órdenes, lo que molestó al árbitro que, inquieto en el campo junto a los jugadores de Osasuna, no entendía por qué tardaba tanto en salir el conjunto catalán.
La puesta en escena en el segundo acto llevó a Pedro Rodríguez al campo en sustitución de un flojo Henry y, lo más destacado por parte azulgrana, fue que el mensaje de Guardiola había calado; la pelota iba más rápida y por ello las acciones en la meta de Ricardo López empezaron a sucederse con cierta frecuencia.
Osasuna vio el cambio de ritmo de su rival y optó por un fútbol mucho más conservador, especialmente porque el Barça se le echó encima. A los cinco minutos, Messi llegó tarde a un balón franco que finalmente acabó en las manos de Ricardo y, siete después, el crack argentino tuvo otra ocasión, aunque su tímido remate de cabeza se fue fuera.
La mejor jugada hasta ese momento la construyó Touré Yaya, quien se hizo con el balón en el centro del campo, lo condujo hasta la frontal, donde buscó una pared con Ibrahimovic, pero el sueco no llegó a trazar el pase final.
Llegado al ecuador del segundo tiempo, algunas acciones fueron muy protestadas por un público muy susceptible, que sacó pañuelos blancos en señal de enfado con el árbitro.
El partido subió de tensión y de ello se aprovechó el Barcelona, que con el Camp Nou convertido en una caldera, empezó a llevar el encuentro al área de Ricardo con intención de romper la igualdad en el marcador.
Primero, fue un remate en el 70 del malí Seydou Keita, que había entrado un minuto antes en lugar de un apagado Busquets, y tres minutos después una acción bien trenzada por la banda llegó al brasileño Maxwell Scherrer, que centró a un desmarcado Ibrahimovic para que marcase gol (1-0).
Barcelona había hecho lo más difícil del trabajo, como era romper a un ordenado y seguro Osasuna, que aun así aumentó su presión para buscar el gol que se le resistía.
Sin embargo, el que volvió a marcar fue el Barça, gracias a una combinación entre Iniesta y Bojan (2-0), quien había entrado en el campo justo después del 1-0.
El conjunto azulgrana jugó uno de los partidos menos lucidos en esta temporada y ha tenido que echarle coraje y fuerza para doblegar a un Osasuna que hasta recibir el primer gol en el minuto 70 ha tenido controlado al equipo catalán.
El Barcelona se ha topado con un valiente Osasuna, que no sólo ha atado corto al conjunto de Pep Guardiola, sino que ha tenido claras ocasiones para marcar en el primer tiempo.
El juego barcelonista ha resultado decepcionante, sin ritmo alguno y agobiado en la zona de construcción hasta el punto de que ni el marfileño Touré Yayá, Sergio Busquets o Andrés Iniesta acabaron de centrar a su equipo y establecer el flujo correcto con el balón.
Tras unos minutos con un tono bajo, y después de que en el minuto 4 el húngaro Krisztian Vadocz se quedase solo ante Valdés, contra el que disparó a placer sin mucha fortuna, el Guardiola ajustó cambió el esquema, dado que el 4-4-2 no estaba permitiendo que el balón pasase al campo de Osasuna con peligro.
Guardiola ordenó, entonces, un 4-2-1-3, con Leo Messi de media punta, por detrás de Iniesta, Ibrahimovic y el francés Thierry Henry, pero en nada mejoró el juego azulgrana, muy impreciso incluso en el pase fácil.
Al cuarto de hora, el Barcelona confeccionó dos acciones de gol, con Messi en el lanzamiento de una falta directa y en una vaselina que intentó Henry, pero en ambas el intento azulgrana careció de acierto.
La nueva aproximación del Barça no se produjo hasta la media hora, cuando Josetxo Romero lanzó al suelo para neutralizar un disparo de Ibrahimovic, que acabó con el balón fuera.
Osasuna había hecho lo mejor de su trabajo; desvirtuar a un Barcelona que, desde que Xavi Hernández está ausente, no encuentra un punto de equilibrio en el centro del campo.
Con un juego ramplón y desconocido, el Barcelona fue sumando minutos hasta llegar a la media parte, mientras el equipo de José Antonio Camacho se sentía cada vez más cómodo, incluso con el balón bajo su control y sin pasar apuros.
Guardiola retuvo más de la cuenta a su equipo en el vestuario en el descanso para dar nuevas órdenes, lo que molestó al árbitro que, inquieto en el campo junto a los jugadores de Osasuna, no entendía por qué tardaba tanto en salir el conjunto catalán.
La puesta en escena en el segundo acto llevó a Pedro Rodríguez al campo en sustitución de un flojo Henry y, lo más destacado por parte azulgrana, fue que el mensaje de Guardiola había calado; la pelota iba más rápida y por ello las acciones en la meta de Ricardo López empezaron a sucederse con cierta frecuencia.
Osasuna vio el cambio de ritmo de su rival y optó por un fútbol mucho más conservador, especialmente porque el Barça se le echó encima. A los cinco minutos, Messi llegó tarde a un balón franco que finalmente acabó en las manos de Ricardo y, siete después, el crack argentino tuvo otra ocasión, aunque su tímido remate de cabeza se fue fuera.
La mejor jugada hasta ese momento la construyó Touré Yaya, quien se hizo con el balón en el centro del campo, lo condujo hasta la frontal, donde buscó una pared con Ibrahimovic, pero el sueco no llegó a trazar el pase final.
Llegado al ecuador del segundo tiempo, algunas acciones fueron muy protestadas por un público muy susceptible, que sacó pañuelos blancos en señal de enfado con el árbitro.
El partido subió de tensión y de ello se aprovechó el Barcelona, que con el Camp Nou convertido en una caldera, empezó a llevar el encuentro al área de Ricardo con intención de romper la igualdad en el marcador.
Primero, fue un remate en el 70 del malí Seydou Keita, que había entrado un minuto antes en lugar de un apagado Busquets, y tres minutos después una acción bien trenzada por la banda llegó al brasileño Maxwell Scherrer, que centró a un desmarcado Ibrahimovic para que marcase gol (1-0).
Barcelona había hecho lo más difícil del trabajo, como era romper a un ordenado y seguro Osasuna, que aun así aumentó su presión para buscar el gol que se le resistía.
Sin embargo, el que volvió a marcar fue el Barça, gracias a una combinación entre Iniesta y Bojan (2-0), quien había entrado en el campo justo después del 1-0.
otros resultados
Almeria 1 - 0 Real Zaragoza
Almería consiguió un merecido triunfo ante el Zaragoza
ALMERÍA -- El Almería obtuvo la victoria (1-0) en un difícil encuentro ante un Zaragoza que fue dueño del partido en la primera parte, pero que careció de pegada.
El Almería, en la segunda parte fue mejor, tuvo más llegada y la falta de acierto de la primera parte la solventó Kalu Uche con una gran acción y un disparo que batió a Roberto.
En la primera parte, el peso del partido inicialmente fue para el conjunto zaragocista, que movió el balón con cierta tranquilidad ante un Almería que se mostraba espeso con él en los pies y con continuas pérdidas.
El equipo de Juanma Lillo carecía de profundidad y cuando la había no acertaba en el último pase. Por eso, el que estuvo cerca de marcar fue el conjunto maño. En el 18, la acción llegó por la banda izquierda, con Gabi conduciendo el balón y centrándolo para el posterior remate de Pablo Amo que se marchó fuera.
En el 21 dispuso de otra ocasión antes de que el partido se durmiera. La acción la provocó un disparo de Jorge López, que se marchó cruzado lejos de la meta de Roberto.
A partir de ahí el fútbol no existió. El balón corrió más hacia los lados que en vertical y sólo Uche, en el 41, pudo haber resuelto ante Roberto, pero resbaló cuando iba a disparar y lo mandó fuera.
En la segunda parte, el partido comenzó con otra intensidad. El Almería lo pasó mal porque el Zaragoza tuvo las dos primeras ocasiones. La primera, en el 47, fue un centro de Suazo que Acasiete intentó dejarla a Alves de cabeza, resbaló y casi marcó en propia meta. En el 52, la acción fue clarísima con un servicio de Suazo a Gabi, que se plantó solo ante Alves, pero se le quedó el balón atrás y estrelló el balón en el larguero.
El Almería apretó. Piatti siguió aportando velocidad para tratar de sorprender a un Real Zaragoza que seguía bien posicionado atrás. El argentino la tuvo en el 57, pero su disparo llevó el mismo marchamo que el resto de los lanzamientos a puerta de unos y otros.
Sin embargo, en el 61, el que más puso en la segunda parte se llevó el premio. Un balón colgado desde la banda derecha lo 'amagó' con el pecho Kalu Uche, que se deshizo de tres centrales y con la zurda envió el balón al fondo de las mallas.
A partir de ahí el Zaragoza estiró líneas y el Almería pudo sentenciar en el 65, en una gran acción de Kalu Uche a pase de Corona, pero Roberto detuvo el peligro. Y en el 84 la ocasión fue de Corona en un penalti cometido por Ponzio, pero el talaverano no acertó.
Los últimos minutos fueron casi de sufrimiento para un Almería que está más cerca de la permanencia.
El Almería, en la segunda parte fue mejor, tuvo más llegada y la falta de acierto de la primera parte la solventó Kalu Uche con una gran acción y un disparo que batió a Roberto.
En la primera parte, el peso del partido inicialmente fue para el conjunto zaragocista, que movió el balón con cierta tranquilidad ante un Almería que se mostraba espeso con él en los pies y con continuas pérdidas.
El equipo de Juanma Lillo carecía de profundidad y cuando la había no acertaba en el último pase. Por eso, el que estuvo cerca de marcar fue el conjunto maño. En el 18, la acción llegó por la banda izquierda, con Gabi conduciendo el balón y centrándolo para el posterior remate de Pablo Amo que se marchó fuera.
En el 21 dispuso de otra ocasión antes de que el partido se durmiera. La acción la provocó un disparo de Jorge López, que se marchó cruzado lejos de la meta de Roberto.
A partir de ahí el fútbol no existió. El balón corrió más hacia los lados que en vertical y sólo Uche, en el 41, pudo haber resuelto ante Roberto, pero resbaló cuando iba a disparar y lo mandó fuera.
En la segunda parte, el partido comenzó con otra intensidad. El Almería lo pasó mal porque el Zaragoza tuvo las dos primeras ocasiones. La primera, en el 47, fue un centro de Suazo que Acasiete intentó dejarla a Alves de cabeza, resbaló y casi marcó en propia meta. En el 52, la acción fue clarísima con un servicio de Suazo a Gabi, que se plantó solo ante Alves, pero se le quedó el balón atrás y estrelló el balón en el larguero.
El Almería apretó. Piatti siguió aportando velocidad para tratar de sorprender a un Real Zaragoza que seguía bien posicionado atrás. El argentino la tuvo en el 57, pero su disparo llevó el mismo marchamo que el resto de los lanzamientos a puerta de unos y otros.
Sin embargo, en el 61, el que más puso en la segunda parte se llevó el premio. Un balón colgado desde la banda derecha lo 'amagó' con el pecho Kalu Uche, que se deshizo de tres centrales y con la zurda envió el balón al fondo de las mallas.
A partir de ahí el Zaragoza estiró líneas y el Almería pudo sentenciar en el 65, en una gran acción de Kalu Uche a pase de Corona, pero Roberto detuvo el peligro. Y en el 84 la ocasión fue de Corona en un penalti cometido por Ponzio, pero el talaverano no acertó.
Los últimos minutos fueron casi de sufrimiento para un Almería que está más cerca de la permanencia.
Racing Santander 0 - 0 Mallorca
Racing y Mallorca se llevan un punto insulso
SANTANDER -- Racing y Mallorca empataron en un partido con pocas ocasiones, con un tiempo para cada uno, el primero dominado por el conjunto balear y el segundo por los locales que tuvieron a Tchité, una semana más, negado ante el arco contrario.
Con el objetivo de acabar con una mala racha de cinco partidos consecutivas en casa sin ganar, Miguel Ángel Portugal presentó un once inicial con dos novedades, la presencia de Diop junto a Colsa en el doble pivote y de Toni Moral como interior izquierdo, en lugar de Serrano; pero mantuvo a Munitis, a quien se presumía que iba a dar descanso para que ocupara su puesto Arana.
Por su parte, Gregorio Manzano, para tratar de imponerse al Racing y mantener su puesto de Liga de Campeones, situó como hombres más adelantados a Víctor y Webó, dejando en el banquillo a Adúriz.
El Mallorca salió dominando y creó peligro en sus dos primeras llegadas por la falta de contundencia en el despeje de la zaga cántabra. Pero a partir de ahí el Racing se asentó y se entró en una fase de juego embarullado en el centro del campo.
El peligro del Mallorca venía por banda derecha, donde Varela le ganaba la partido a Christian, como en una jugada en la que dio un pase en horizontal hacia el punto de penal, donde Castro remató para que Coltorti despejara con el pie izquierdo, en un alarde de reflejos.
La propuesta ofensiva del Racing prácticamente se limitaba a colgar balones en largo, lo que favorecía el juego defensivo de los baleares, que ganaban con comodidad por alto a Tchité.
Sin embargo, el delantero burundiano tuvo una inmejorable opción de marcar al ganar la espalda a la defensa para driblar a Aouate en su salida y, con poco ángulo, disparar con la izquierda, sacando el balón Ramis sobre la línea de gol.
Antes del descanso, el Racing dispuso de una nueva clara oportunidad de marcar, pero Munitis, absolutamente libre de marca, remató de cabeza defectuosamente al medir mal los tiempos en el salto.
La segunda parte empezó con el Racing más incisivo sobre la posesión del Mallorca, pero siguió impreciso en los últimos metros, como se vio en una contra iniciada por Munitis, con pase en profundidad para la carrera de Tchité, que desperdició la ocasión con un disparo muy flojo, como también hizo poco después demorándose en exceso dando tiempo a que la defensa le rebañara el balón.
Con el partido sin un dominador claro, el Racing fue ganando metros ante un conjunto mallorquinista que iba de más a menos, pero que se defendía sin pasar demasiados apuros.
La entrada de Bolado, Arana y Serrano supuso un refresco para un Racing que había sido más generoso en el esfuerzo, mientras que el Mallorca daba muestras de conformarse con el empate o de dejarlo todo a un posible contragolpe.
Con el objetivo de acabar con una mala racha de cinco partidos consecutivas en casa sin ganar, Miguel Ángel Portugal presentó un once inicial con dos novedades, la presencia de Diop junto a Colsa en el doble pivote y de Toni Moral como interior izquierdo, en lugar de Serrano; pero mantuvo a Munitis, a quien se presumía que iba a dar descanso para que ocupara su puesto Arana.
Por su parte, Gregorio Manzano, para tratar de imponerse al Racing y mantener su puesto de Liga de Campeones, situó como hombres más adelantados a Víctor y Webó, dejando en el banquillo a Adúriz.
El Mallorca salió dominando y creó peligro en sus dos primeras llegadas por la falta de contundencia en el despeje de la zaga cántabra. Pero a partir de ahí el Racing se asentó y se entró en una fase de juego embarullado en el centro del campo.
El peligro del Mallorca venía por banda derecha, donde Varela le ganaba la partido a Christian, como en una jugada en la que dio un pase en horizontal hacia el punto de penal, donde Castro remató para que Coltorti despejara con el pie izquierdo, en un alarde de reflejos.
La propuesta ofensiva del Racing prácticamente se limitaba a colgar balones en largo, lo que favorecía el juego defensivo de los baleares, que ganaban con comodidad por alto a Tchité.
Sin embargo, el delantero burundiano tuvo una inmejorable opción de marcar al ganar la espalda a la defensa para driblar a Aouate en su salida y, con poco ángulo, disparar con la izquierda, sacando el balón Ramis sobre la línea de gol.
Antes del descanso, el Racing dispuso de una nueva clara oportunidad de marcar, pero Munitis, absolutamente libre de marca, remató de cabeza defectuosamente al medir mal los tiempos en el salto.
La segunda parte empezó con el Racing más incisivo sobre la posesión del Mallorca, pero siguió impreciso en los últimos metros, como se vio en una contra iniciada por Munitis, con pase en profundidad para la carrera de Tchité, que desperdició la ocasión con un disparo muy flojo, como también hizo poco después demorándose en exceso dando tiempo a que la defensa le rebañara el balón.
Con el partido sin un dominador claro, el Racing fue ganando metros ante un conjunto mallorquinista que iba de más a menos, pero que se defendía sin pasar demasiados apuros.
La entrada de Bolado, Arana y Serrano supuso un refresco para un Racing que había sido más generoso en el esfuerzo, mientras que el Mallorca daba muestras de conformarse con el empate o de dejarlo todo a un posible contragolpe.
Tenerife 2 - 2 Villarreal
Rossi rescata un punto para el Villarreal en el minuto 87
SANTA CRUZ DE TENERIFE -- Un gol del italiano Giuseppe Rossi en el minuto 87 rescató un punto para el Villarreal en su visita a Tenerife, que todavía sueña con las posibilidades de permanencia, a pesar del empate, tras situarse a dos puntos de la misma.
El Tenerife comenzó dominando el partido y cercando la portería visitante. De hecho Nino tuvo la primera ocasión clara a los cinco minutos, pero disparó cruzado ante Diego López.
Respondió el Villarreal con una buena oportunidad del brasileño Nilmar, quien no supo sacar provecho a un mal despeje de Bertrán.
Con alternativas en las dos porterías, se llegó a los minutos finales de la primera mitad hasta que en el 45 Nilmar, de cabeza tras saque de falta de Ariel Ibagaza, adelantó al Villarreal (0-1).
En el minuto 59 Ayoze centró desde la izquierda y Nino, en un gesto de picardía, se anticipó a su marcador y cabeceó a la red para nivelar la contienda.
Siguió el equipo canario en busca de los tres puntos y de nuevo tuvo su premio. El central Culebras, libre de marca, se aprovechó de un balón suelto para anotar el segundo tanto local a la salida de un corner (m. 75).
En los últimos minutos de partido el conjunto tinerfeño se mostró inocente y temeroso, lo que aprovechó Rossi para acercarse al área, tras un fallo local en el centro del campo, y soltar un ajustado zapatazo que se coló en el marco de Sergio.
El Tenerife comenzó dominando el partido y cercando la portería visitante. De hecho Nino tuvo la primera ocasión clara a los cinco minutos, pero disparó cruzado ante Diego López.
Respondió el Villarreal con una buena oportunidad del brasileño Nilmar, quien no supo sacar provecho a un mal despeje de Bertrán.
Con alternativas en las dos porterías, se llegó a los minutos finales de la primera mitad hasta que en el 45 Nilmar, de cabeza tras saque de falta de Ariel Ibagaza, adelantó al Villarreal (0-1).
En el minuto 59 Ayoze centró desde la izquierda y Nino, en un gesto de picardía, se anticipó a su marcador y cabeceó a la red para nivelar la contienda.
Siguió el equipo canario en busca de los tres puntos y de nuevo tuvo su premio. El central Culebras, libre de marca, se aprovechó de un balón suelto para anotar el segundo tanto local a la salida de un corner (m. 75).
En los últimos minutos de partido el conjunto tinerfeño se mostró inocente y temeroso, lo que aprovechó Rossi para acercarse al área, tras un fallo local en el centro del campo, y soltar un ajustado zapatazo que se coló en el marco de Sergio.
Valladolid 0 - 0 Espanyol
Valladolid aguantó el empate ante Espanyol con un jugador menos
VALLADOLID -- Valladolid y Espanyol empataron sin goles en un partido marcado por la expulsión del brasileño Diego Costa que permitió a los catalanes jugar sesenta minutos en ventaja numérica, aunque no supieron aprovechar esa circunstancia ante el buen trabajo defensivo de los vallisoletanos, quienes siguen sin ganar en 2010 como locales.
El Real Valladolid ya venía exhibiendo en las últimas jornadas una mayor consistencia defensiva y un buen trato de balón. Además, la victoria en Riazor (0-2) había cambiado "la ecuación" en las cuentas por la permanencia y esta noche se esperaban los efectos de esa inyección de moral, pero los vallisoletanos salieron atascados y sin ideas.
Por su parte, el Espanyol venía con la psicosis de su pésimo rendimiento a domicilio pues sólo ha festejado un triunfo fuera, hace seis meses ante el Deportivo. Mauricio Pochettino, que volvía al escenario donde debutó como entrenador de Primera, contaba con la sensible baja de Javi Márquez, que esta temporada se había convertido en el "ingeniero" del juego españolista.
El equipo catalán salió atrevido y dominó los primeros diez minutos ante un Valladolid que se hartó a perder balones en esa fase. Osvaldo se movió mucho y bien, aunque a la defensa vallisoletana ya no es tan fácil cogerle la espalda.
Con el argentino Nico Pareja muy firme en la zaga españolista, al Valladolid le costó, y mucho, hacer jugadas de peligro. De hecho sus visitas al área rival fueron acciones aisladas, nada que ver con el juego fluido del último partido.
El partido se revolucionó en el minuto 34. Hubo un gol anulado a Pablo Daniel Osvaldo, por posible fuera de juego, y en la jugada siguiente fue expulsado el delantero brasileño Diego Costa tras un pisotón a un contrario.
Onésimo Sánchez tuvo que cambiar la formación y el portugués Hugo Gomes Pelé, un jugador de escaso pundonor y aplicación defensiva, se quedó como único pivote, con Borja Fernández y el uruguayo Fabián Canobbio escoltándole.
El Valladolid sufrió, y mucho, la inferioridad numérica durante los primeros minutos de la segunda parte, cuando el Espanyol movió el balón buscando las grietas en la zaga local. Sin embargo, el partido se sumergió después en "un mar" de imprecisiones y peleas en el que ni siquiera se podían registrar apuntes de peligro.
Únicamente un posible penalti en área local y un remate de Luis García, solo ante Justo Villar, fue el bagaje españolista ante un Valladolid que se entregó a la tarea de defender el empate con atención y notable laboriosidad.
El Espanyol se bloqueó definitivamente camino del final y el Valladolid amenazaba cada vez que Haris Medunjanin "agarraba" la pelota. No obstante, las cosas se quedaron como estaban y el empate le supo mejor a los locales, aunque el partido acabó con un remate de Manucho que salió fuera por poco.
El Real Valladolid ya venía exhibiendo en las últimas jornadas una mayor consistencia defensiva y un buen trato de balón. Además, la victoria en Riazor (0-2) había cambiado "la ecuación" en las cuentas por la permanencia y esta noche se esperaban los efectos de esa inyección de moral, pero los vallisoletanos salieron atascados y sin ideas.
Por su parte, el Espanyol venía con la psicosis de su pésimo rendimiento a domicilio pues sólo ha festejado un triunfo fuera, hace seis meses ante el Deportivo. Mauricio Pochettino, que volvía al escenario donde debutó como entrenador de Primera, contaba con la sensible baja de Javi Márquez, que esta temporada se había convertido en el "ingeniero" del juego españolista.
El equipo catalán salió atrevido y dominó los primeros diez minutos ante un Valladolid que se hartó a perder balones en esa fase. Osvaldo se movió mucho y bien, aunque a la defensa vallisoletana ya no es tan fácil cogerle la espalda.
Con el argentino Nico Pareja muy firme en la zaga españolista, al Valladolid le costó, y mucho, hacer jugadas de peligro. De hecho sus visitas al área rival fueron acciones aisladas, nada que ver con el juego fluido del último partido.
El partido se revolucionó en el minuto 34. Hubo un gol anulado a Pablo Daniel Osvaldo, por posible fuera de juego, y en la jugada siguiente fue expulsado el delantero brasileño Diego Costa tras un pisotón a un contrario.
Onésimo Sánchez tuvo que cambiar la formación y el portugués Hugo Gomes Pelé, un jugador de escaso pundonor y aplicación defensiva, se quedó como único pivote, con Borja Fernández y el uruguayo Fabián Canobbio escoltándole.
El Valladolid sufrió, y mucho, la inferioridad numérica durante los primeros minutos de la segunda parte, cuando el Espanyol movió el balón buscando las grietas en la zaga local. Sin embargo, el partido se sumergió después en "un mar" de imprecisiones y peleas en el que ni siquiera se podían registrar apuntes de peligro.
Únicamente un posible penalti en área local y un remate de Luis García, solo ante Justo Villar, fue el bagaje españolista ante un Valladolid que se entregó a la tarea de defender el empate con atención y notable laboriosidad.
El Espanyol se bloqueó definitivamente camino del final y el Valladolid amenazaba cada vez que Haris Medunjanin "agarraba" la pelota. No obstante, las cosas se quedaron como estaban y el empate le supo mejor a los locales, aunque el partido acabó con un remate de Manucho que salió fuera por poco.
Valencia 1 - 0 Málaga
Un solitario gol de Villa le dio el triunfo a un Valencia superior
VALENCIA -- Un gol de David Villa, al cuarto de hora de juego, dio la victoria al Valencia ante el Málaga en un partido en el que el equipo local fue superior al conjunto andaluz, dispuso de innumerables ocasiones de gol, pero fue incapaz de ofrecer una noche tranquila a sus aficionados.
Enfrente tuvo a un rival que puso muy poco de su parte para puntuar en Valencia, pero que se mantuvo vivo en el encuentro hasta el final gracias a que su rival no fue capaz de resolver el partido con anterioridad.
La primera mitad ya fue de superioridad local, ya que el conjunto de Unai Emery salió muy mentalizado y consciente de que la de este encuentro era una oportunidad única de poner tierra de por medio entre su tercer puesto y la cuarta posición de la tabla.
Fruto de ello, fueron sus buenos primeros quince minutos de juego en los que el equipo local marcó el 1-0 y perdió por la enésima lesión en defensa a Miguel, que en el instante del gol estaba fuera del terreno de juego.
El Valencia acusó la recomposición de su defensa y el Málaga, por medio del marroquí Nabil Baha, dispuso poco después de su única opción clara del primer periodo, pero su disparo salió alto.
Poco a poco el Valencia recuperó el ritmo de los instantes iniciales del encuentro, pero pecó, un partido más, de su principal defecto en los últimos encuentros, el de no aprovechar las numerosas ocasiones de gol que genera.
Fueron constantes las aproximaciones a la meta del uruguayo Gustavo Munúa, algunas de ellas propiciadas por errores de su defensa, pero el cuadro de Mestalla fue incapaz de ampliar su ventaja en el marcador antes del descanso, aunque su fútbol, muy bien conducido por Baraja y el argentino Ever Banega, lo mereció.
El juego fue menos vistoso en el segundo tiempo, en el que el Málaga jugó con un bloque más experimentado tras la entrada de Fernando y Apoño, con lo que neutralizó la clara superioridad local del primer tiempo, ya que el equipo andaluz no llegaba a la meta de César, el Valencia tenía más problemas para acercarse a la de Munúa.
Mediado este periodo, Alexis tuvo una oportunidad para los locales y César desbarató otra del ecuatoriano Felipe Caicedo para el Málaga. El encuentro se animaba y el equipo local entró en el cuarto de hora final del encuentro mucho más cerca de la portería rival que de la propia, aunque sin nada de aciertos en sus acciones ofensivas.
Los minutos finales del encuentro fueron muy emocionantes tanto por las numerosas opciones que falló el Valencia como por la posibilidad de que lo ajustado del marcador pudiera propiciar el gol del empate del equipo malagueño a pesar de sus llegada a la meta de César fueron escasas.
Sin que el Málaga dieron signos de que podía empatar, el encuentro concluyó con un triunfo del Valencia, que le refuerza como tercer clasificado del campeonato.
Enfrente tuvo a un rival que puso muy poco de su parte para puntuar en Valencia, pero que se mantuvo vivo en el encuentro hasta el final gracias a que su rival no fue capaz de resolver el partido con anterioridad.
La primera mitad ya fue de superioridad local, ya que el conjunto de Unai Emery salió muy mentalizado y consciente de que la de este encuentro era una oportunidad única de poner tierra de por medio entre su tercer puesto y la cuarta posición de la tabla.
Fruto de ello, fueron sus buenos primeros quince minutos de juego en los que el equipo local marcó el 1-0 y perdió por la enésima lesión en defensa a Miguel, que en el instante del gol estaba fuera del terreno de juego.
El Valencia acusó la recomposición de su defensa y el Málaga, por medio del marroquí Nabil Baha, dispuso poco después de su única opción clara del primer periodo, pero su disparo salió alto.
Poco a poco el Valencia recuperó el ritmo de los instantes iniciales del encuentro, pero pecó, un partido más, de su principal defecto en los últimos encuentros, el de no aprovechar las numerosas ocasiones de gol que genera.
Fueron constantes las aproximaciones a la meta del uruguayo Gustavo Munúa, algunas de ellas propiciadas por errores de su defensa, pero el cuadro de Mestalla fue incapaz de ampliar su ventaja en el marcador antes del descanso, aunque su fútbol, muy bien conducido por Baraja y el argentino Ever Banega, lo mereció.
El juego fue menos vistoso en el segundo tiempo, en el que el Málaga jugó con un bloque más experimentado tras la entrada de Fernando y Apoño, con lo que neutralizó la clara superioridad local del primer tiempo, ya que el equipo andaluz no llegaba a la meta de César, el Valencia tenía más problemas para acercarse a la de Munúa.
Mediado este periodo, Alexis tuvo una oportunidad para los locales y César desbarató otra del ecuatoriano Felipe Caicedo para el Málaga. El encuentro se animaba y el equipo local entró en el cuarto de hora final del encuentro mucho más cerca de la portería rival que de la propia, aunque sin nada de aciertos en sus acciones ofensivas.
Los minutos finales del encuentro fueron muy emocionantes tanto por las numerosas opciones que falló el Valencia como por la posibilidad de que lo ajustado del marcador pudiera propiciar el gol del empate del equipo malagueño a pesar de sus llegada a la meta de César fueron escasas.
Sin que el Málaga dieron signos de que podía empatar, el encuentro concluyó con un triunfo del Valencia, que le refuerza como tercer clasificado del campeonato.
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