Inter Milan 3 - 0 Livorno
Inter le ganó sin despeinarse a Livorno y extendió su ventaja
ROMA- Casi no tuvo historia, el partido entre Inter y Livorno: la visita apenas pudo defenderse correctamente en la pimera media hora, pero luego el talento y la potencia de Samuel Eto'o hicieron al diferencia y el camerunés, en seis minutos, metió un fantástico y letal "uno-dos" que sentenció el partido. Luego, en el complemento, Maicón le di cifras definitivas al marcador.
Un triunfo fundamental para Inter, puesto que ahora suma 63 puntos y, con Milan que cayó en Parma, su ventaja en la punta aumentó a cuatro unidades sobre los primos rossoneri y también sobre Roma, que ganó en Bologna y comparte la segunda plaza. Livorno, por su parte, sigue siendo el colero con 24 y está cada vez más cerca del descenso.
Decíamos de una primera media hora de equilibrio: en realidad, José Mourinho quería un triunfo sin costos en términos de energías malgastadas y de eventuales lesiones. Así,los nerazzurri mantuvieron el ritmo bajo y buscaron sin nunca desesperarse, con rotación de pelota por el piso.
Livorno, en un momento, pensó que podía aprovecharse de un rival casi distraído y tuvo un par de llegadas interesantes con Danilevicius y Pulzetti (muy bien Julio César en el mano a mano), pero de esa manera logró tan sólo despertar al gigante dormido.
Además, hubo un grosero error defensivo, cuando toda la última línea visitante se volcó hacia su izquierda y lo dejó absolutamente solo en el sector opuesto a Eto'o, quien recibió el pase de Motta, enganchó hacia adentro y dejó salir un derechazo al segundo palo inatajable.
Fue un bonito gol, pero mucho más lindo aún fue el segundo: vino un centro pasado desde la izquierda, por el segundo palo Maicón volvió a mandarla al medio donde Eto'o, con una espectacular chilena, la clavó a pesar del esfuerzo de Rubinho, un verdadero golazo.
La segunda etapa estuvo realmente de más: sirvió sólo para que Mourinho les diera algún minuto a Mariga y Muntari y para que Maicón, al cabo de una linda pared con Motta, le reventara el arco a su compatriota Rubinho con un derechazo realmente impresionante.
Así, Inter obtuvo lo que buscaba y algo más, porque realmente la derrota de Milan no estaba prevista, todo sin despeinarse, sin acumular demasiado ácido láctico y sin lesiones. Por el lado de Livorno, realmente no se ve como podría salvarse del descenso, máxime ahora que ha quedado a 8 puntos del umbral de la permanencia.
Un triunfo fundamental para Inter, puesto que ahora suma 63 puntos y, con Milan que cayó en Parma, su ventaja en la punta aumentó a cuatro unidades sobre los primos rossoneri y también sobre Roma, que ganó en Bologna y comparte la segunda plaza. Livorno, por su parte, sigue siendo el colero con 24 y está cada vez más cerca del descenso.
Decíamos de una primera media hora de equilibrio: en realidad, José Mourinho quería un triunfo sin costos en términos de energías malgastadas y de eventuales lesiones. Así,los nerazzurri mantuvieron el ritmo bajo y buscaron sin nunca desesperarse, con rotación de pelota por el piso.
Livorno, en un momento, pensó que podía aprovecharse de un rival casi distraído y tuvo un par de llegadas interesantes con Danilevicius y Pulzetti (muy bien Julio César en el mano a mano), pero de esa manera logró tan sólo despertar al gigante dormido.
Además, hubo un grosero error defensivo, cuando toda la última línea visitante se volcó hacia su izquierda y lo dejó absolutamente solo en el sector opuesto a Eto'o, quien recibió el pase de Motta, enganchó hacia adentro y dejó salir un derechazo al segundo palo inatajable.
Fue un bonito gol, pero mucho más lindo aún fue el segundo: vino un centro pasado desde la izquierda, por el segundo palo Maicón volvió a mandarla al medio donde Eto'o, con una espectacular chilena, la clavó a pesar del esfuerzo de Rubinho, un verdadero golazo.
La segunda etapa estuvo realmente de más: sirvió sólo para que Mourinho les diera algún minuto a Mariga y Muntari y para que Maicón, al cabo de una linda pared con Motta, le reventara el arco a su compatriota Rubinho con un derechazo realmente impresionante.
Así, Inter obtuvo lo que buscaba y algo más, porque realmente la derrota de Milan no estaba prevista, todo sin despeinarse, sin acumular demasiado ácido láctico y sin lesiones. Por el lado de Livorno, realmente no se ve como podría salvarse del descenso, máxime ahora que ha quedado a 8 puntos del umbral de la permanencia.
otros resultados:
Bologna 0 - 2 AS Roma
Roma venció a Bologna a domicilio, está segunda y va por más
ROMA - Con goles de John Riise y del brasilero Julio Baptista, Roma le ganó de visitante a Bologna por 2 a 0 y, de esta manera, con 59 puntos alcanzó a Milan en la segunda plaza del torneo, mientras que los azulgranas, por su parte, se quedaron con 35 unidades y ahora comparten con Catania la 14ª posición del torneo.
Fue un partido raro, porque los equipos controlaron un tiempo por parte pero los giallorossi, paradójicamente, anotaron ambos los goles en la mitad del partido en la que estuvieron mejor sus adversarios, el complemento.
En efecto, a parte alguna contra y alguna maniobra bien construida sobre el final, en la primera etapa se vio casi solo Roma, que tuvo muchas chances y mostró su buen fútbol. La visita empezó a atacar enseguida y al primer minuto tuvo su primera clara ocasión, cuando Ménez se fue mano a mano contra Viviano pero el portero se salvó tapando con el pie el diagonal bajo del francés.
El susto le sirvió a Bologna para cuidarse mejor y estar más atento, pero la presión de la Loba fue tanta que al décimo minuto tuvo otra grandísima chance: Toni, solo sobre el punto del penal, disparó mal de cabeza y se la puso en las manos al arquero rival.
El ritmo de Roma siguió alto, pero paulatinamente sus volantes empezaron a equivocar algunos pases en el medio y los locales tuvieron mayor facilidad para aguantar y defenderse. Por encima, los locales aprovecharon los errores de la visita para armar peligrosas contras, como cuando Giménez bajó por derecha y remató fuerte al primer palo, obligándolo a Julio Sergio a una atajada muy difícil.
En el complemento, Bologna bajó con todo y se vio que tenía la intención de presionar más alto, pero los giallorossi tuvieron la suerte de encontrar enseguida el gol del 1 a 0 se manera rocambolesca: De Rossi recibió sobre la tres cuartos y tuvo mucho espacio para apuntare y rematar, pero su disparo salió feo y bastante torcido. Sin embargo, Riise se encontró en la trayectoria el esférico y con un toque se zurda le cambió la dirección al remate y lo madrugó al arquero.
Los locales no se desmoralizaron y empezaron a apretar a Roma, pero casi nunca lograron crear verdaderos peligros porque, a pesar del dominio del balón y del control del trámite, nunca llegaron al remate con claridad. En este marco estuvo muy bien Cassetti, quien recuperó una enorme cantidad de balones, salvó un par de situaciones complicadas y dio un excelente aporte en fase ofensiva, como la asistencia en la ocasión de Toni que ya contamos.
Así, Ranieri pudo arriesgar algún cambio, para darle descanso a sus mejores hombres en vista del desafío contra Inter del sábado: Vucinic y Ménez salieron a mediados de etapa, respectivamente por Baptista y Cerci. Pero la Loba pudo hacer a menos de ellos y, a los 37 minutos, llegó también el gol del 2 a 0, armado justamente por los dos nuevos entrados: el italiano inventó por izquierda, el brasilero se metió por el medio, recibió el cuchillazo del su compañero y de derecha la mandó a guardar con un disparo fuerte sobre el primo palo.
El 2 a 0 fue un resultado injusto y demasiado pesado para Bologna, pero en fin de cuentas el triunfo de Roma fue justo y mantiene bien caliente el "super-partido" que se jugará en el Olímpico el sábado.
Fue un partido raro, porque los equipos controlaron un tiempo por parte pero los giallorossi, paradójicamente, anotaron ambos los goles en la mitad del partido en la que estuvieron mejor sus adversarios, el complemento.
En efecto, a parte alguna contra y alguna maniobra bien construida sobre el final, en la primera etapa se vio casi solo Roma, que tuvo muchas chances y mostró su buen fútbol. La visita empezó a atacar enseguida y al primer minuto tuvo su primera clara ocasión, cuando Ménez se fue mano a mano contra Viviano pero el portero se salvó tapando con el pie el diagonal bajo del francés.
El susto le sirvió a Bologna para cuidarse mejor y estar más atento, pero la presión de la Loba fue tanta que al décimo minuto tuvo otra grandísima chance: Toni, solo sobre el punto del penal, disparó mal de cabeza y se la puso en las manos al arquero rival.
El ritmo de Roma siguió alto, pero paulatinamente sus volantes empezaron a equivocar algunos pases en el medio y los locales tuvieron mayor facilidad para aguantar y defenderse. Por encima, los locales aprovecharon los errores de la visita para armar peligrosas contras, como cuando Giménez bajó por derecha y remató fuerte al primer palo, obligándolo a Julio Sergio a una atajada muy difícil.
En el complemento, Bologna bajó con todo y se vio que tenía la intención de presionar más alto, pero los giallorossi tuvieron la suerte de encontrar enseguida el gol del 1 a 0 se manera rocambolesca: De Rossi recibió sobre la tres cuartos y tuvo mucho espacio para apuntare y rematar, pero su disparo salió feo y bastante torcido. Sin embargo, Riise se encontró en la trayectoria el esférico y con un toque se zurda le cambió la dirección al remate y lo madrugó al arquero.
Los locales no se desmoralizaron y empezaron a apretar a Roma, pero casi nunca lograron crear verdaderos peligros porque, a pesar del dominio del balón y del control del trámite, nunca llegaron al remate con claridad. En este marco estuvo muy bien Cassetti, quien recuperó una enorme cantidad de balones, salvó un par de situaciones complicadas y dio un excelente aporte en fase ofensiva, como la asistencia en la ocasión de Toni que ya contamos.
Así, Ranieri pudo arriesgar algún cambio, para darle descanso a sus mejores hombres en vista del desafío contra Inter del sábado: Vucinic y Ménez salieron a mediados de etapa, respectivamente por Baptista y Cerci. Pero la Loba pudo hacer a menos de ellos y, a los 37 minutos, llegó también el gol del 2 a 0, armado justamente por los dos nuevos entrados: el italiano inventó por izquierda, el brasilero se metió por el medio, recibió el cuchillazo del su compañero y de derecha la mandó a guardar con un disparo fuerte sobre el primo palo.
El 2 a 0 fue un resultado injusto y demasiado pesado para Bologna, pero en fin de cuentas el triunfo de Roma fue justo y mantiene bien caliente el "super-partido" que se jugará en el Olímpico el sábado.
Parma 1 - 0 AC Milan
Parma venció a Milan y lo alejó más de la punta
ROMA - En el estadio Tardini, gracias a un tanto de Valery Bojinov, Parma le ganó por 1 a 0 a Milan y, de esta manera, condenó al Diavolo a quedarse parado con 59 unidades y a compartir la segunda plaza con Roma, mientras que por su parte se trepó a la décima plaza del torneo, que comparte con Fiorentina, ambos con 41 puntos.
Los rossoneri no merecieron perder el encuentro, pero hay admitir que tampoco merecían un triunfo. Probablemente un empate hubiera sido un resultado más justo, pero al final una pésima dirección del referí y la falta di ritmo, de concentración y de convicción le fueron fatales a la visita.
En efecto, alcanzaron doce segundos para entender que Milan no iba a tener una buen noche: apenas comenzó el encuentro, Parma sacó desde le medio mientras que toda la defensa de Milan estaba todavía haciendo "streching", de manera que Crespo pudo recibir solito y mano a mano contra Abbiati estampar el balón sobre la trasversal.
Diavolo distraído, pero afortunado. in embargo, tal vez para el conjunto de Leonardo hubiera sido mejor sufrir gol en esa ocasión, que probablemente hubiera despertado a los rossoneri. En cambio, Milan "durmió" por toda la primera etapa, en la que sufrió exageradamente la presión de los azul y oro, el ritmo elevado de los volantes locales y los movimientos profundos de Crespo. El único rossonero que jugó a algo en esos primeros 45 minutos fue Seedorf, que logró inventar de la nada las únicas ocasiones de la visita.
En el complemento, a frente del bajón del holandés, se vio un Diavolo regenerado, más alto en la cancha y más determinado. Seguramente ayudó mucho el ingreso de Inzaghi, quien tuvo enseguida una buena chance que la defensa de Parma fue hábil en neutralizar.
Pero los locales seguían vivos y peligrosos: la línea mediana fue dirigida perfectamente por Galloppa, quien por encima se metió a menudo en el área para crear superioridad numérica en fase ofensiva.
Sin embargo, hay que decir que la clave de esa superioridad en el medio fue una actitud bastante violenta, que vio en la falta sistemática la mejor táctica para cortar el juego de Milan. Fue terrible, por ejemplo, una patada que Morrone le pegó a Ronaldinho, que además fue una falta evidentemente calculada para vengarse del hecho de que los rossoneri siguieran jugando luego que Valiani había quedado tirado en el piso.
De todas maneras, la visita pudo crear dos clarísimas chances para mandarla a guardar, pero en la primera Seedorf falló un pase bastante fácil y no logró habilitarlo a Pirlo, quien había quedado solísimo sobre el vértice izquierdo del área. Luego, Inzaghi erró un cabezazo parado en soledad a pocos pasos del área chica.
Así, el match parecía destinado al empate, pero un error clamoroso de Abbiati hundió definitivamente a la visita: el arquero le regaló el balón a Parma sobre el límite del área con un despeje errado, que le permitió a Biabiany rematar en soledad y a Bojinov mandarla a guardar con un fácil "tap-in" luego de la atajada del arquero. Sobre el final, quedó el tiempo para que el referí lo echara a Pirlo por una violenta falta.
De esta manera, con una derrota contra un equipo que no juega más por ningún objetivo en este torneo, Milan se quedó a menos cuatro de Inter y sus chances para el Scudetto se achicaron notoriamente.
Los rossoneri no merecieron perder el encuentro, pero hay admitir que tampoco merecían un triunfo. Probablemente un empate hubiera sido un resultado más justo, pero al final una pésima dirección del referí y la falta di ritmo, de concentración y de convicción le fueron fatales a la visita.
En efecto, alcanzaron doce segundos para entender que Milan no iba a tener una buen noche: apenas comenzó el encuentro, Parma sacó desde le medio mientras que toda la defensa de Milan estaba todavía haciendo "streching", de manera que Crespo pudo recibir solito y mano a mano contra Abbiati estampar el balón sobre la trasversal.
Diavolo distraído, pero afortunado. in embargo, tal vez para el conjunto de Leonardo hubiera sido mejor sufrir gol en esa ocasión, que probablemente hubiera despertado a los rossoneri. En cambio, Milan "durmió" por toda la primera etapa, en la que sufrió exageradamente la presión de los azul y oro, el ritmo elevado de los volantes locales y los movimientos profundos de Crespo. El único rossonero que jugó a algo en esos primeros 45 minutos fue Seedorf, que logró inventar de la nada las únicas ocasiones de la visita.
En el complemento, a frente del bajón del holandés, se vio un Diavolo regenerado, más alto en la cancha y más determinado. Seguramente ayudó mucho el ingreso de Inzaghi, quien tuvo enseguida una buena chance que la defensa de Parma fue hábil en neutralizar.
Pero los locales seguían vivos y peligrosos: la línea mediana fue dirigida perfectamente por Galloppa, quien por encima se metió a menudo en el área para crear superioridad numérica en fase ofensiva.
Sin embargo, hay que decir que la clave de esa superioridad en el medio fue una actitud bastante violenta, que vio en la falta sistemática la mejor táctica para cortar el juego de Milan. Fue terrible, por ejemplo, una patada que Morrone le pegó a Ronaldinho, que además fue una falta evidentemente calculada para vengarse del hecho de que los rossoneri siguieran jugando luego que Valiani había quedado tirado en el piso.
De todas maneras, la visita pudo crear dos clarísimas chances para mandarla a guardar, pero en la primera Seedorf falló un pase bastante fácil y no logró habilitarlo a Pirlo, quien había quedado solísimo sobre el vértice izquierdo del área. Luego, Inzaghi erró un cabezazo parado en soledad a pocos pasos del área chica.
Así, el match parecía destinado al empate, pero un error clamoroso de Abbiati hundió definitivamente a la visita: el arquero le regaló el balón a Parma sobre el límite del área con un despeje errado, que le permitió a Biabiany rematar en soledad y a Bojinov mandarla a guardar con un fácil "tap-in" luego de la atajada del arquero. Sobre el final, quedó el tiempo para que el referí lo echara a Pirlo por una violenta falta.
De esta manera, con una derrota contra un equipo que no juega más por ningún objetivo en este torneo, Milan se quedó a menos cuatro de Inter y sus chances para el Scudetto se achicaron notoriamente.
Bari 2 - 1 Sampdoria
Bari venció a Sampdoria y ya está a salvo del descenso
ROMA- En el estadio San Nicola de Bari, el equipo local venció a Sampdoria por 2 a 1: Antonio Cassano puso arriba a la visita pero Riccardo Meggiorini y Paulo Vito Barreto dieron vuelta al marcador.
Con este resultado, Bari suma 42 puntos, comparte la octava posición con Nápoli (que tiene un partido menos) y ya puede decirse a salvo del descenso. Sampdoria, en cambio, sigue teniendo 47 unidades y cayó a la quinta posición.
El resultado fue justo: Bari fue más a lo largo de los noventa minutos, al punto de que la ventaja visitante, anotada por un Cassano en psición adelantada (el delantero, surgido en las inferiores de Bari, no festejó el tanto), fue uan verdadera sorpresa, puesto que el local en ese momento estaba dominando.
Pero los Gallitos del Sur no se desesperaron y siguieron buscando con las mismas armas de siempre, el juego bien abierto por los laterales, donde Alvárez y Rivas dominaban a sus anchas. Así, ya en el complemento, un doble error de Accardi (la pifió) y Gastaldiello (le pegó horrible) le dejaron el gol del empate servido a Meggiorini, quien desde un par de metros venció a Storari.
Luego, los locales siguieron dominando y en especial fue excelente la tarea de Alvárez por derecha, por lejos la figura de la cancha. A cinco del final, el hondureño lo humilló a Ziegler en velocidad y metió el centro exacto para el cabezazo goleador de Barreto. En el final, la inútil carga visitante y las contras de Bari, que estuvo cerca de anotar el tercero en varias oportunidades.
Con este resultado, Bari suma 42 puntos, comparte la octava posición con Nápoli (que tiene un partido menos) y ya puede decirse a salvo del descenso. Sampdoria, en cambio, sigue teniendo 47 unidades y cayó a la quinta posición.
El resultado fue justo: Bari fue más a lo largo de los noventa minutos, al punto de que la ventaja visitante, anotada por un Cassano en psición adelantada (el delantero, surgido en las inferiores de Bari, no festejó el tanto), fue uan verdadera sorpresa, puesto que el local en ese momento estaba dominando.
Pero los Gallitos del Sur no se desesperaron y siguieron buscando con las mismas armas de siempre, el juego bien abierto por los laterales, donde Alvárez y Rivas dominaban a sus anchas. Así, ya en el complemento, un doble error de Accardi (la pifió) y Gastaldiello (le pegó horrible) le dejaron el gol del empate servido a Meggiorini, quien desde un par de metros venció a Storari.
Luego, los locales siguieron dominando y en especial fue excelente la tarea de Alvárez por derecha, por lejos la figura de la cancha. A cinco del final, el hondureño lo humilló a Ziegler en velocidad y metió el centro exacto para el cabezazo goleador de Barreto. En el final, la inútil carga visitante y las contras de Bari, que estuvo cerca de anotar el tercero en varias oportunidades.
Genoa 2 - 2 Palermo
Genoa atrapó el empate ante Palermo con un penal en tiempo de descuento
ROMA - En un partido realmente loco y muy raro, Genoa y Palermo igualaron en el Marassi por 2 a 2: Abel Hernández puso en ventaja la visita, Salvatore Bocchetti igualó el marcador pero tres minutos después Javier Pastore anotó el momentáneo 2 a 1. Al final, Houssine Kharjá le dio cifras definitivas al marcador anotando de penal.
El Grifo jugó ofensivo pero con pocas ideas, mientras que los rosanegros estuvieron atentos, cínicos y muy inteligentes. Al final, por como se dieron las cosas, la visita hubiera merecido vencer el encuentro, porque fue mucho más equipo que Genoa.
En efecto, en el primer tiempo los locales atacaron mucho y mantuvieron con constancia la posesión de la pelota, pero con Sculli otra vez de "nueve" y Palladino jugueteando demasiado con el balón, su maniobra fue muy estéril y no logró crear ocasiones.
Los sicilianos, en cambio, se defendieron con orden y eficacia táctica, mostraron una buena capacidad para aguantar la pelota para que la defensa pudiera respirar y, a la primera ocasión, golpearon duro: Hernández aprovechó un clamoroso error de Tomovic y Moretti, quienes se chocaron para interceptar un cuchillazo genial de Pastore y le dejaron el balón ahí, y con frialdad lo madrugó sin problemas a Amelia.
Los xeneizes sufrieron un terrible bajón psicológico y en lo que quedó de la primera etapa la visita hubiera podido anotar otros dos goles, de no ser por Cavani, quien desperdició de manera horrible algunas contras excelentes.
En el segundo tiempo, Gasperini efectuó dos cambios al décimo minuto, Suazo por Zapater y Rossi por Mesto, y otro al 20', Kharja por Tomovic. Así, el equipo pasó a jugar con un desequlibrado 4-2-4, que no dio los frutos esperados puesto que el Grifo no logró crear ninguna clara chance.
Sin embargo el empate llegó, pero solamente gracias a un buen cabezazo de Bocchetti en jugada de tiro de esquina. Pero la alegría duró poco, porque tres minutos más tarde Pastore se coló en el medio del área y con un delicioso toque de externo derecho envió la pelota a descansar en el fondo de la red.
El partido no tenía historia y Palermo tenía el triunfo en sus manos. Sin embargo, sobre el final Kjaer fue expulsado por doble amarilla, luego el referí dio 4 minutos de descuento en los que pasó de todo: primero Sirigu sacó del ángulito un tiro libre muy peligroso de Milanetto.
Después, en jugada de córner para los locales Balzaretti recibió un cabezazo que le abrió un feo corte en la frente y lo obligó a dejar la cancha, dejando a sus compañeros con nueve luego de haber pasado dos minutos en el piso.
El arbitro dio dos minutos más de descuento (muy fiscal, puesto que los rosanegros estaban injustamente con dos hombres menos) y, cinco segundos más tarde del 51', Criscito fue bajado en el área por Sirigu y se ganó un penal. Kharja transformó el penalty en el tanto del 2 a 2 y el referí silbó directamente el final del encuentro.
El Grifo jugó ofensivo pero con pocas ideas, mientras que los rosanegros estuvieron atentos, cínicos y muy inteligentes. Al final, por como se dieron las cosas, la visita hubiera merecido vencer el encuentro, porque fue mucho más equipo que Genoa.
En efecto, en el primer tiempo los locales atacaron mucho y mantuvieron con constancia la posesión de la pelota, pero con Sculli otra vez de "nueve" y Palladino jugueteando demasiado con el balón, su maniobra fue muy estéril y no logró crear ocasiones.
Los sicilianos, en cambio, se defendieron con orden y eficacia táctica, mostraron una buena capacidad para aguantar la pelota para que la defensa pudiera respirar y, a la primera ocasión, golpearon duro: Hernández aprovechó un clamoroso error de Tomovic y Moretti, quienes se chocaron para interceptar un cuchillazo genial de Pastore y le dejaron el balón ahí, y con frialdad lo madrugó sin problemas a Amelia.
Los xeneizes sufrieron un terrible bajón psicológico y en lo que quedó de la primera etapa la visita hubiera podido anotar otros dos goles, de no ser por Cavani, quien desperdició de manera horrible algunas contras excelentes.
En el segundo tiempo, Gasperini efectuó dos cambios al décimo minuto, Suazo por Zapater y Rossi por Mesto, y otro al 20', Kharja por Tomovic. Así, el equipo pasó a jugar con un desequlibrado 4-2-4, que no dio los frutos esperados puesto que el Grifo no logró crear ninguna clara chance.
Sin embargo el empate llegó, pero solamente gracias a un buen cabezazo de Bocchetti en jugada de tiro de esquina. Pero la alegría duró poco, porque tres minutos más tarde Pastore se coló en el medio del área y con un delicioso toque de externo derecho envió la pelota a descansar en el fondo de la red.
El partido no tenía historia y Palermo tenía el triunfo en sus manos. Sin embargo, sobre el final Kjaer fue expulsado por doble amarilla, luego el referí dio 4 minutos de descuento en los que pasó de todo: primero Sirigu sacó del ángulito un tiro libre muy peligroso de Milanetto.
Después, en jugada de córner para los locales Balzaretti recibió un cabezazo que le abrió un feo corte en la frente y lo obligó a dejar la cancha, dejando a sus compañeros con nueve luego de haber pasado dos minutos en el piso.
El arbitro dio dos minutos más de descuento (muy fiscal, puesto que los rosanegros estaban injustamente con dos hombres menos) y, cinco segundos más tarde del 51', Criscito fue bajado en el área por Sirigu y se ganó un penal. Kharja transformó el penalty en el tanto del 2 a 2 y el referí silbó directamente el final del encuentro.
Lazio 2 - 0 Siena
Goles Lazio :Stephan Lichtsteiner (6) Julio Cruz (72)
Goles Lazio :Stephan Lichtsteiner (6) Julio Cruz (72)
Catania 1 - 0 Fiorentina
Goles Catania: Giuseppe Mascara (2)
Goles Catania: Giuseppe Mascara (2)
Atalanta 3 - 1 Cagliari
Goles
Atalanta :Simone Tiribocchi (53),Valdes (pen 64 y 72)
Cagliari :Andrea Cossu (pen fallado 80),Daniele Conti (90)
Goles
Atalanta :Simone Tiribocchi (53),Valdes (pen 64 y 72)
Cagliari :Andrea Cossu (pen fallado 80),Daniele Conti (90)
Udinese 0 - 0 Chievo Verona
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