Un escueto comunicado en el sitio web de Udinese pasadas las 20:30 de ayer anunciaba el final del segundo capítulo del serial Alexis Sánchez, que se intuye largo. Con sorpresa, después de un día en el que se llegó a ver a su representante, Fernando Felicevic, paseando por Barcelona, en el que se anunció un acuerdo, dando paso a unas supuestas declaraciones del presidente de Udinese, Franco Soldati, primero desmentidas por Giampaolo Pozzo, propietario del club, y luego por el canal oficial de la entidad italiana. Un lío.
Así, Udinese ha puesto en subasta al futbolista y el Barça deberá pelear con intensidad si desea superar las propuestas que le harán Inter, Juve y los grandes de Manchester, United y City.
Deseo. Mientas en Chile anunciaban a bombo y platillo el fichaje (que no fue tal), varios canales de televisión reproducían una entrevista realizada a Alexis hace unos días, en las que dejaba clara su intención de jugar en el equipo de Guardiola ante las opciones de reforzar al Inter.
El niño maravilla deberá esperar unos días para saber dónde recala la próxima temporada. Le gustaría tenerlo resuelto antes de la disputa de la Copa América. Ya se verá.
Pozzo es un hombre que negocia como pocos
La familia Pozzo hace muchos años que trabaja en el entorno futbolístico. El padre, Giampaolo, es el propietario del equipo italiano, mientras que Gino, máximo accionista del Granada y residente en Barcelona, acostumbra a estar atento a los movimientos a realizar. Gente cercana al entorno de la familia aseguró que "los Pozzo saben negociar como pocos. Aguardan al momento preciso y con la tranquilidad de saber que tienen las espaldas cubiertas. No les hace falta desprenderse con urgencia de ningún futbolista. Hace años que trabajan así y siempre obtuvieron lo que pretendían". Este año Udinese fue cuarto en la Serie A e irá a la Champions.
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