2 - 0
CORDOBA (DyN) -- Un River Plate extramadamente presionado con la situación que le toca vivir condicionó su permanencia en la Primera División del fútbol argentino, tras perder 2-0 ante Belgrano, en el estadio Gigante del Barrio Alberdi, en el partido de ida de la Promoción con la B Nacional.
Con tantos de César Mansanelli, de penal, a los 25 minutos del primer tiempo, y el restante de César Pereyra, a los 4 del segundo período, el Pirata cordobés dio un paso fundamental en su aspiración por regresar a la máxima categoría del fútbol vernáculo.
En un clima espeso y enardecidos por sentirse en desventaja, al menos una docena de barras de River burlaron la seguridad en el estadio al ingresar al campo de juego para increpar a los futbolistas Millonarios luego del segundo tanto del Celeste, lo que derivó en la interrupción del juego por 20 minutos.
Para colmo, en la revancha del próximo domingo a las 15 en el estadio Monumental de Núñez el local no podrá contar con las presencias del emblema Matías Almeyda y los defensores Paulo Ferrari y Adalberto Román, los tres por haber llegado al limite de amonestaciones.
Fue Belgrano el que desde el inicio intentó manejar los tiempos del partido, pero su juego dependió casi con exclusividad de las apariciones de Franco Vázquez, quien cada vez que intervino clarificó los ataques del Pirata.
River, que se plantó con dos líneas de cuatro, no tuvo nunca en Mauro Díaz el acompañante ideal para Erik Lamela, que así todo con constantes arremetidas fue el único que generó zozobra en la defensa del local. Es que Ferrari y Carlos Arano no lastimaron por las bandas y Rogelio Funes Mori nunca fue hombre de peso en el área de Juan Carlos Olave.
A los cuatro minutos, Díaz envió un córner desde la izquierda que Funes Mori conectó de cabeza y Olave, arrojándose hacia su izquierda, sacó por última línea.
Pasados los 20 minutos, el propio Díaz envió un tiro libre en forma de centro que conectó el paraguayo Román, pero Olave nuevamente despejó al córner.
Poco después, a la salida de ese tiro de esquina, el uruguayo Ribair Rodríguez manejó muy bien la contra y habilitó a César Pereyra, quien sacó un potente remate que con dificultad Juan Pablo Carrizo envió al córner.
Mansanelli lo ejecutó desde la izquieda y Román, en su propia área, bajó el balón con la mano. A instancias del línea Yamil Bonfá, Nestor Pittana sancionó el evidente penal. El propio Mansanelli, con un potente remate, ubicó la pelota a la derecha de Carrizo para poner en ventaja al dueño de casa.
Tras cartón, el árbitro amonestó a Román por protestar y a Almeyda por una fuerte infracción en la mitad de la cancha, por lo que ambos no podrán estar en la revancha ya que acumularon cinco amonestaciones.
A partir de entonces River empujó con más ímpetu que fútbol y sólo se arrimó a Olave con sendos tiros libres de Lamela y Díaz, que el golero despejó al córner. Con la ventaja en su favor fue Belgrano quien comenzó mejor en el segundo tiempo y dio el golpe de nocaut a River a los cuatro minutos.
Mansanelli envió un córner desde la derecha, Luciano Lollo ganó de cabeza y en el segundo palo ganó Pereyra para el 2-0.
De allí en más todo fue desconcierto en River, sobretodo cuando un grupo de barras irrumpió a los siete minutos en el campo de juego para reclamar mayor actitud a sus jugadores por lo que el partido estuvo detenido durante 20 minutos.
Luego de la reanudación, fue River el que intentó ante la pasividad del local. Los embates millonarios casi siempre mediante pelota parada se toparon constantemente con Olave, que fue una de las figuras del encuentro.
Belgrano dispuso de una buena chance para aumentar la diferencia, pero Vázquez desaprovechó la contra que tuvo tras un resbalón de Maidana y disparó por encima del travesaño.
River ve así complicada su permanencia en la Primera División ya que en la revancha deberá vencer a Belgrano al menos por dos goles para quedarse en la máxima categoría. Nunca en su historia pasó por una situación semejante.
Goles
0 - 2
BUENOS AIRES (DyN) -- Gimnasia y Esgrima La Plata logró en la tarde del miércoles una justificada victoria por 2-0 sobre Huracán y ganó la posibilidad de jugar la Promoción para permanecer en Primera División, al tiempo que condenó al equipo de Parque Patricios a su cuarto descenso de categoría en los últimos 25 años.
Mientras se jugó en circunstancias normales, la superioridad de Gimnasia era clara, se plasmó con un gol de Lucas Castro y Huracán quedó rápidamente condicionado por las tempranas expulsiones de Darío Soplán y Javier Cámpora, lo que derivó en una hora de juego muy irregular definida ya en la segunda mitad con tanto de Claudio Graf.
Gimnasia enfrentará a partir del domingo a San Martín de San Juan en la Promoción. El choque de ida se jugará en la provincia cuyana y la revancha tendrá lugar el jueves 30 en La Plata.
Gimnasia tomó el control de la mitad de la cancha desde el principio, con buenas producciones de Rinaudo, Castro y Capurro, y rápidamente comenzaron a observarse debilidades en el fondo de Huracán.
En los primeros diez minutos hubo tres llegadas claras del equipo platense: un zurdazo de Castro en el travesaño, una pelota tocada hacia atrás por Rinaudo que cortó Calviño cuando llegaba Graf y otra buena intervención del arquero de Huracán por remate de Encina. En ese lapso, Huracán sólo se aproximó con un remate de Cámpora desviado llegando por izquierda.
Sobre el cuarto de hora llegó la apertura a la salida de un tiro de esquina con un remate de Capurro que rechazó defectuosamente Ospina y le sirvió la pelota para Castro, quien en posición adelantada venció a Calviño.
Huracán se descontroló y en muy poco tiempo quedó reducido a nueve jugadores, ya que a los 20 Soplán, quien estaba amonestado, cometió una falta violenta contra Casco, y a los 29 Cámpora, después de desprenderse de la pelota, agredió a Benítez, que lo presionaba. Con el partido desnaturalizado, Gimnasia perdió concentración y orden, y permitió que sobre el final Huracán le llegara tres veces: un disparo desviado de Peña, una llegada de Zárate que tapó Monetti y un remate de Brítez Ojeda desviado.
Gimnasia estuvo a punto de aumentar a los 42, cuando Quiroga salvó por dos veces, la segunda en la raya, primero ante un disparo de Castro y a continuación de Graf.
El equipo platense salió en la segunda mitad con la intención de esperar y hacer circular la pelota y prácticamente contó con las únicas oportunidades de gol que se produjeron pudiendo haber definido antes el partido, de no ser por la imprecisión de Graf. Huracán se sostuvo en el buen trabajo de Calviño y dejó arriba a Zárate, después acompañado por Claudio Guerra, pero su desventaja numérica determinó que nunca pudiera imponer control y circulación.
En el minuto 31, con Huracán desarmado, el joven Alan Ruiz, que en los minutos que jugó demostró mucho criterio, tocó en profundidad para la llegada de Graf, que esta vez acertó y puso el 2-0.
La incógnita que pudiera haber subsistido respecto al resultado quedó despejada. A Gimnasia lo espera San Martín y a Huracán, la B Nacional.
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