Neymar, la gran sensación del fútbol brasileño que anoche jugó en Montevideo la ida de la final de la Copa Libertadores con su equipo, el Santos, ante el Peñarol, ya estuvo atado por el Real Madrid con un contrato redactado por el padre del futbolista de Mogi das Cruzes, por Emilio Butragueño y por Carlos Martínez de Albornoz, los dos últimos por parte del club blanco. AS ya tuvo acceso a dicho contrato en 2007 (publicó la información el 30 de agosto de dicho año), que constaba de cuatro páginas que reproducimos más arriba aunque falta la tercera al haberse extraviado en su momento.
Dicho contrato ligaba al niño Neymar con el Madrid justo hasta ahora (finalizaba el 30 de junio del año 2011), con unas cláusulas que demuestran el verdadero interés que el Madrid, presidido entonces por Florentino Pérez, tenía por el jugador. "Ha concedido al Real Madrid una opción exclusiva y excluyente para que a requerimiento del Real Madrid proceda a la firma de un contrato de trabajo de deportista profesional, en cualquier momento de las temporadas 2005-06 a 2010-11, ambas inclusive".
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De hecho, en el apartado E del primer punto se establece el pago de 5.100 euros a Neymar "por cada partido oficial que juegue con el primer equipo del Real Madrid durante un mínimo de 45 minutos por encuentro". El problema es que el Madrid estaba en caída libre con los Galácticos (no ganaba un título desde 2003) y finalmente se pospuso la firma del contrato. Florentino dimitió un año después (26 de febrero de 2006) y el agente de Neymar, Wagner Ribeiro, ya dejó pistas de lo que podía suceder con el paso del tiempo: "En un futuro no lejano, Neymar jugará en el Real Madrid".
No hay que olvidar que Ribeiro es el agente de Robinho y que fue el que ofreció al club la posibilidad de ficharle justo cuando Santos y Madrid negociaban la contratación del actual delantero del Milán. La cuestión es: ¿Por qué el Madrid no cerró un fichaje que ahora le costará 40 millones de euros?
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