4 - 0
BUENOS AIRES -- Argentina, con Lionel Messi en libertad absoluta por todos los sectores del campo, obtuvo este lunes una cómoda victoria por 4-0 frente a Albania, un improvisado rival al que casi no le dejó tocar la pelota.
Messi deleitó a la afición argentina, protagonizó las acciones que hicieron levantar de sus asientos a los hinchas y tuvo como principal socio en su tarea a Ever Banega, muy activo a su lado y siempre atento a sus movimientos.
Pero el déficit del equipo que dirige Sergio Batista se produjo en la falta de precisión para coronar situaciones de peligro bajo los palos de Albania.
No obstante, el ensayo sirvió a los argentinos para poner en práctica todos sus recursos frente a una defensa abigarrada, dedicada solamente a cortar el juego sin otras obligaciones ni posibilidades.
Tras dos o tres acciones en las que cosechó los primeros aplausos de la tarde, Messi aprovechó las dificultades de la defensa albanesa para hacerse del balón a las puertas de su área, cedió el balón sobre la derecha a Lavezzi y éste abrió el marcador a los cinco minutos con un derechazo.
Quedaba claro que la figura del partido sería el delantero del Barcelona, el jugador de mayor movilidad en el equipo local y el eje de casi todas las jugadas con proyección ofensiva. Albania recuperaba el balón en situaciones límite y lo perdía de inmediato.
Messi, libre por todos lados, recibía la pelota siempre desmarcado, y su juego vertical comenzó a hacer estragos en la línea de fondo rival.
En el otro extremo del campo, del lado argentino, solamente mantenía su posición el portero Romero debido a que los centrales se instalaron delante del círculo central, ya que el encuentro se desarrollaba exclusivamente en territorio albanés.
Esa falta de oposición obligó a los argentinos a aguzar su creatividad segundo a segundo, mientras que el conjunto europeo se reunía en los límites y dentro de su área, casi sin posibilidades de salir de ese encierro.
Durante más de media hora Argentina, que no tenía sobresaltos en los dominios de Romero, estuvo cerca del segundo gol. Fallaba en el último toque, o encontraba bien parado al arquero Beqaj, o también alcanzaba a rechazar alguien de camiseta roja que pasaba por allí.
Hasta que Messi recibió un pase de Lavezzi en el área y, rodeado de cuatro rivales, remató de zurda junto al palo izquierdo de la meta de Albania y amplió la ventaja a los 42 minutos.
En la segunda parte se sumaron Tevez y Agüero al equipo albiceleste, quienes elaboraron numerosas jugadas profundas, con un remate en un poste a cargo del todavía jugador del Atlético de Madrid cinco minutos después de salir al campo en sustitución de Lavezzi.
Tras otra genialidad de Messi, que con una asistencia milimétrica puso el balón delante de Agüero, Argentina marcó el tercero con un fuerte remate del 'Kun' al segundo palo de la meta albanesa a los 75 minutos. Completó la goleada Tevez, en el minuto final, tras un pase de Agüero.
Más que un amistoso, en el que Albania no estuvo a la altura de las circunstancias, el partido se justificó como la presentación en público del equipo argentino que el próximo 1 de julio inaugurará la Copa América frente a Bolivia, en la ciudad de La Plata.
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