La realidad económica e incluso identitaria de este Barcelona que preside Sandro Rosell quedó ayer al descubierto. Su vicepresidente económico, Javier Faus, explicó ayer la situación financiera del club, así como los recortes que se tendrán que llevar a cabo -secciones incluidas- para garantizar su viabilidad. Sólo el primer equipo de fútbol parece que quedará medianamente a salvo del tijeretazo.
"Los esfuerzos económicos los haremos en la primera plantilla", advirtió Faus, antes de desvelar que "el presupuesto para fichar nuevos futbolistas durante este verano será de 45 millones de euros más las ventas". En el caso de que esa cantidad no alcanzara para traer a Alexis o Cesc, Faus comentó que "el asunto tendría que volver a la Junta Directiva, que decidirá si el club puede afrontar ese sobreesfuerzo que exigen los técnicos o no. Pero el Barcelona nunca dejará de fichar porque está previsto en nuestro modelo para ser competitivos".
El ejecutivo también explicó que ganar la Champions League el pasado 28 de mayo en Wembley tuvo un impacto negativo sobre las cuentas de la entidad: se redujeron en cuatro millones los beneficios estimados. Faus matizó, no obstante, que "estamos encantados de haber perdido esa cantidad".
El Barça repartió 47 kilos entre su plantilla por ganar la Liga (20) y la Champions (27): "Ganar tiene su precio". Finalmente, Faus dijo que la deuda neta de la entidad "se está reduciendo (ha pasado de 431 a 364 millones)" y que hasta que no se sitúe entre 250 a 270 millones "no podremos gastarnos 100 en fichajes".
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