Como hace justo un año, Cesc encara el verano ilusionado con su posible fichaje por el Barça. Ahora está por ver que la cosa termine mejor que el anterior estío. Por lo pronto, el catalán aterriza hoy en Barcelona para estar con su familia y marcharse, en pocos días, a Ibiza. En la isla coincidirá de nuevo con Piqué y Puyol y desde allí esperará acontecimientos, al tiempo que, si la situación lo requiere, dará algún paso más para contribuir a que las negociaciones entre Barça y Arsenal lleguen a buen puerto.
No obstante, quizás, este verano pueda estar algo más tranquilo, pues según desveló Catalunya Ràdio el centrocampista habría arrancado el compromiso de su técnico, Arsène Wenger, de dejarlo fichar por el Barcelona. Y el condicional no es baladí, pues la temporada pasada se dijo lo mismo y finalmente Cesc tuvo que regresar a Londres.
Pese al supuesto OK de Wenger, la operación no se antoja barata para el Barcelona. El año pasado los 40 millones que Rosell ofreció por el de Arenys no fueron suficientes para rescatarlo del Emirates Stadium.
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