La Vinotinto cerró un muy buen año de muy mala forma. Si, a cualquiera se le desdibuja un esquema o planes iniciales cuando un error y una mala fortuna se juntan en menos de 4 minutos para comenzar perdiendo 2-0.
El problema es que La Vinotinto nunca mostró una real posibilidad de revertir la mala fortuna o el error mental inicial. Poca fue la respuesta y poco fue lo propuesto en el terreno de juego para descontar y mucho menos remontar.
Sin juego claro, sin los automatismos mínimos necesarios, la única buena noticia que parece quedar es el gol número 20 de Giancarlo Maldonado en su regreso a La Vinotinto.
De resto, poco que comentar. Un mal resultado que debe analizarse con un poco de tranquilidad.
Se cierra un año de pruebas, de una gran convocatoria de numerosos jugadores para empezar a reducir el número el año entrante y empezar a perfilar una convocatoria más concreta de cara a la Copa América 2011.
Aunque la goleada alarma, no es momento de alarmarse, hay tiempo para los correctivos necesarios y las revisiones del caso. Este miércoles hay jugadores que tal vez se despidan de La Vinotinto sin quererlo, pero su accionar dista lejos del nivel que requiere el momento histórico y hay otros que sin duda serán los llamados a ser los fijos.
Oportunidades de mostrarse han tenido y seguramente César Farías tendrá una lista más definida luego de un año donde La Vinotinto jugó por primera vez 15 partidos amistosos.
Se viene un 2011 importantísimo y La Vinotinto ha ensayado en 2010 con una gran cantidad de futbolistas que tuvieron su oportunidad. La fé no debe perderse, el trabajo que se está haciendo debe dar sus frutos y no es el momento de tirar el carro hacia atrás.
Eso si, resultados como este, aunque sea en amistosos, duelen y no deben repetirse, el fútbol venezolano no debe darse esos lujos ni esas verguenzas ya prácticamente olvidadas. No estamos para goleadas aunque está claro que una mala noche la tiene cualquier equipo.
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