El tenista español Rafa Nadal, número uno mundial, ha completado su pleno de victorias en la primera fase de la Copa Masters de Londres tras derrumbar la resistencia de Tomas Berdych (7-6(3), 6-1) y se medirá este sábado en semifinales al escocés Andy Murray, segundo clasificado en el Grupo B por detrás de Roger Federer.
Nadal se vio sorprendido por el gran comienzo de su rival, que llegaba con un triunfo y una derrota al partido oficioso de ''cuartos de final'', pero que con esta derrota ha quedado eliminado. El checo se anotó el primer juego y luego disfrutó de sus dos únicas bolas de rotura de todo el primer set, peroNadal reaccionó a tiempo para impedir la desventaja (1-1).
El mallorquín contraatacó en el quinto juego, pero también desperdició sus dos únicas pelotas de ''break'' del parcial gracias a la gran defensa de Berdych, que salvó la situación con un espectacular ''passing shot'' (2-3).
Con el español seguro al servicio y el checo incisivo en la red, la igualdad presidió su primer enfrentamiento directo desde la final de Wimbledon. La balanza se desequilibró con 5-6 y 15-30 para Berdych, cuando una polémica decisión del juez de silla Carlos Bernardes enervó al número uno mundial.
El portugués le dio a Berdych un punto que debía repetirse y encendió la ira de Nadal, que amenazó con abandonar el partido. "Me estás diciendo una barbaridad, una locura, no quiero jugar", le espetó el balear a Bernardes. Sin embargo, recapacitó y supo canalizar su furia para mandar el set al ''tie break''. Enrabietado, no dio opción en el desempate (7-3) y logró el set que le clasificaba para semifinales.
Pese a haber jugado un gran parcial, Berdych se veía por debajo en el marcador y la factura mental no se hizo esperar. En el cuarto juego, Nadal, con su derecha a pleno rendimiento, machacó al resto hasta intimidar al centroeuropeo, que a la tercera bola de ''break'' en contra mandó una sencilla dejada a la red.
El primer ''break'' del partido fue la estocada mortal para Berdych, que hincó la rodilla sin remisión y ya no pudo adjudicarse ni un solo juego más en el partido. La caída del sexto tenista del mundo (32 errores no forzados) contrastó con la ascensión del número uno, que finalizó el partido sobrado de fuerza y recursos, el mejor presagio para asaltar el único gran torneo que le falta y del que le separan dos pasos.
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