lunes, 29 de noviembre de 2010

Acusan a tres dirigentes de FIFA de aceptar sobornos Según la BBC, serían Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana de Fútbol, y Ricardo Teixeira.


Tres altos funcionarios de la FIFA que votarán en la elección de los Mundial de 2018 y el 2022 del próximo jueves aceptaron sobornos en la década de los noventa, según el programa Panorama que la BBC emite este lunes.
Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol, Issa Hayatou, presidente de la Confederación Africana de Fútbol, y Ricardo Teixeira, presidente de la Confederación Brasileña, todos miembros del comité ejecutivo de FIFA, cobraron dinero de una empresa de marketing deportivo a cambio de otorgarla lucrativos derechos de los Mundiales, según el programa.
Los supuestos sobornos se incluyen en un documento confidencial en el que figuran 175 pagos por un total de 100 millones de dólares (76 millones de euros). Ninguno de ellos ha querido responder a las acusaciones de la BBC. Tampoco ningún portavoz de la FIFA se prestó a hacer declaraciones al programa.
Panorama también probará que un cuarto dirigente de la FIFA está implicado en la reventa de entradas de los mundiales.
La BBC ha sido muy criticada por hacer estas revelaciones a apenas tres días de que se elijan las sedes de los Mundiales de 2018 y 2022 . Para el primero optan Inglaterra, Rusia, España y Portugal y los Países Bajos.
Pagos entre 1989 y 1999
El dinero a los tres miembros del comité ejecutivo de la FIFA fue pagado por la empresa de marketing deportivo Sport International and Leisure (ISL) y datan del periodo comprendido entre 1989 y 1999. La compañía quebró en 2001.
La FIFA garantizó a ISL los derechos exclusivos de televisión, que la empresa comercializó a cambio de una gran cantidad de dinero. Un ejecutivo de ISL, Roland Buechel, dijo que el staff de la empresa había sospechado siempre de que estaban pagándose sobornos a miembros deFIFA: "Estaban en juego grandes cantidades de dinero, miles de millones, y todas las empresas de marketing deportivo se peleaban por conseguir contratos", dijo Buechel.
Algunos detalles de los supuestos sobornos surgieron ya en 2008, cuando seis directivos de ISLfueron acusados de malversación.
Un dirigente de la FIFA, Nicolás Leoz, de Paraguay, presidente de la Confederación de Fútbol de América del Sur, fue nombrado en documentos judiciales en relación con el pago de 130.000 dolares (100.000 euros).
Pero Panorama ha obtenido un documento confidencial de ISL en el que figuran 175 pagos secretos. En él se muestra que Leoz recibió 600,000 dólares, en tres plazos de 200.000.
Teixeira y Hayatou
El segundo dirigente de la FIFA nombrado por el programa, Ricardo Teixeira, es el jefe de laConfederación Brasileña de Fútbol, que se encarga de organizar el Mundial del 2014.
El documento de ISL muestra que una empresa ficticia ubicada en Liechtenstein llamada Sanud recibió 21 pagos por un total de 9,5 millones de dólares (8 millones de euros).
Teixeira estaba estrechamente vinculado a Sanud, según demostró una investigación del Senado de Brasil en 2001. Se descubrió que los fondos de Sanud habían sido canalizados secretamente hacia Teixeira través de una de sus empresas.
El informe de Panorama también incluye detalles sobre los 100.000 francos franceses (15.000 euros) pagados a Issa Hayatou, el vicepresidente de la FIFA que representa el fútbol en las naciones africanas.
El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, dijo en un comunicado que el caso judicial abierto en 2008 había exonerado a miembros de la FIFA.
Inhabilitados
La denuncia de la BBC llega después de que dos miembros del comité ejecutivo de la FIFA,Amos Adamu y Reynald Temarii, fueran inhabilitados para participar en la votación del jueves al estar dispuestos, presuntamente, a vender sus votos.
El cuarto dirigente de la FIFA aludido es Jack Warner, de Trinidad y Tobago, que pudo estar involucrado en la reventa de entradas para el Mundial 2010.
Las entradas estaban destinadas al mercado negro, pero el acuerdo previsto - incluyendo 38 entradas para la final en Johannesburgo - se derrumbó debido a que los revendedores no estaban dispuestos a pagar el precio que se les exigía.

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