Madrid, Sevilla, Nàstic y Numancia enviarán a sus representantes para que se reúnan con el Gobierno y propongan ideas y propuestas para los cambios de la Ley Beckham
Nadie quería perdérselo, por eso el mismo Florentino Pérez se hizo presente esta mañana en la Asamblea Extraordinaria que había convocado la Liga Profesional de Fútbol.
Es que los cambios propuestos por el Congreso de los Diputados podría afectar seriamente las arcas de los clubes que cuentan con grandes estrellas en sus plantillas.
Cuatro clubes, el Real Madrid, Sevilla, Nàstic y Numancia serán los representantes que intentarán reunirse con el Gobierno y negociar una salida a la propuesta que implica elevar el IRPF del 24 al 43%.
Al cierre de la Asamblea ha quedado claro que la propuesta de paro que circuló esta semana ha quedado pospuesta y habrá Liga, tanto en la Primera como en la Segunda División.
Para el 19 de noviembre se ha convocado otra asamblea en la que se analizarán los avances de las conversaciones.
En qué consiste la reforma
De aprobarse la reforma, que tiene que ser debatida en el Senado y regresar a la Cámara Baja para su ratificación definitiva, a partir del 1 de enero de 2010 aquellos jugadores extranjeros que cuenten con rentas superiores a los 600.000 euros anuales pasarían a tributar del 24 por ciento, como hacen en la actualidad, al 43 por ciento en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF).
Una vez conocida la pretendida modificación fiscal, la LFP, en boca de su presidente, José Luis Astiazarán, advertía de la posibilidad de parar la competición como signo de protesta, al considerar que esta reforma tendría "unas consecuencias muy negativas para el fútbol español".
"Provocaría un daño irreparable porque nos haría perder potencia en el ámbito europeo, ya que la gran mayoría de los buenos talentos y jugadores elegirían otras ligas en lugar de la española", manifestaba Astiazarán el pasado martes.
La reforma de dicho régimen tributario no tendría carácter retroactivo ni afectaría a los futbolistas con contrato en vigor que ganen más de 600.000 euros durante cinco años, que podrán mantener sus actuales ventajas fiscales, cotizando sólo al 24 por ciento, según aseguró ayer la ministra de Economía, Elena Salgado. Tan sólo se aplicaría a los contratos que se firmen a partir del próximo 1 de enero próximo.
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