Uruguay 1 - 1 Costa Rica
VUELTA: 2 - 1 (Agg)
Pasaporte Celeste
Con sufrimiento, Uruguay empató ante Costa Rica como local y se abrió camino a la euforia ya que ese resultado lo depositó en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010; aprovechó el triunfo 1-0 de la ida
MONTEVIDEO (AP) -- Con sufrimiento, Uruguay empató 1-1 ante Costa Rica y se abrió camino a la euforia ya que ese resultado lo depositó en la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010.
Sebastián Abreu metió el gol uruguayo a los 69 minutos e igualó Walter Centeno a los 74. Los uruguayos salieron beneficiados con el empate por la victoria 1-0 cosechada el sábado en San José.
Uruguay vuelve a un Mundial después de haberlo jugado por última vez en Corea-Japón 2002, mientras que Costa Rica se queda afuera tras dos presencias consecutivas, la última de ellas en Alemania 2006.
La Celeste llegó al repechaje por haberse clasificado quinto en las eliminatorias sudamericanas y otro tanto le ocurrió a Costa Rica con su cuarto lugar en la pelea de la CONCACAF.
Decidido a liquidar el pleito de entrada para no pasar sobresaltos, Uruguay salió con franca vocación ofensiva, ante unas 60.000 personas en el mítico estadio Centenario.
Fue así como, apenas a los seis minutos, Diego Forlán recibió de Nicolás Lodeiro y sacó un furibundo disparo desde unos 35 metros que el arquero Keilor Navas envió al córner con dificultad.
Ese tiro de esquina, lanzado por el propio Lodeiro, derivó en un cabezazo de Diego Godín que Navas atajó cuando las gargantas ensayaban el grito de gol.
Tras esos explosivos ataques, Uruguay empezó a bajar el ritmo ante un rival que si bien necesitaba ganar desplegaba un planteo bastante timorato.
A pesar de todo, y cuando la niebla empezaba a abrazar a las tribunas, los ticos se hicieron notar en la ofensiva cerca del cuarto de hora con un disparo de Víctor Nuñez que se fue besando un palo.
Con los ticos abusando del juego fuerte y los charrúas perdiendo claridad en el ataque, el partido se fue diluyendo en la intrascendencia hasta que apenas pasada la media hora renació la emoción cuando Suárez pescó un rebote en la defensa y la mandó afuera solo frente al arco.
Tras ese desencanto, desde las tribunas bajó un atronador canto de apoyo al equipo local: "Soy celeste, celeste yo soy", que alude al color celeste de la camiseta uruguaya.
Costa Rica tuvo su mejor oportunidad a los 36 minutos cuando Cristian Bolaños lanzó un cañonazo con perfume de gol que Fernando Muslera envió al córner.
Tremendo susto para Uruguay, que fue superior en la primera etapa pero no tuvo éxito en la búsqueda de un gol tranquilizador.
Más por necesidad que por convicción, Costa Rica salió en el complemento más adelantado, con Nuñez como ariete por el centro y Bolaños y Bryan Ruiz por los extremos.
A Uruguay no le quedó otra que defenderse con más gente, pero de todos modos no sufrió mayores sobresaltos y tampoco resignó sus convicciones ofensivas.
La prueba de ello estuvo a los 59 cuando "Cachavacha" Forlán, atacante del Atlético Madrid, enganchó cerca del área chica y Navas la manoteó al córner con gran esfuerzo.
El Centenario se conmovió poco después cuando el "Loco" Abreu mandó de cabeza al gol un centro desde la derecha de Andrés Scotti.
"Olé, olé, olé... Loco, locooooo", bramaron poco después los hinchas uruguayos tras ese gol que dejó a los uruguayos en Sudáfrica 2010.
Pero Costa Rica dejó a los uruguayos angustiados hasta el final, ya que Centeno igualó tras capitalizar un rebote en Muslera y luego de un tiro de Saborio.
El partido estuvo luego suspendido un par de minutos cuando los suplentes de Costa Rica se trenzaron a golpes con algunos particulares dentro del campo de juego. Al final, casi 60.000 uruguayos desataron la alegría final por la clasificación al Mundial de Sudáfrica.
Eslovenia 1 - 0 Rusia
VUELTA: 2 - 2 (Agg)
Un invitado inesperado
Eslovenia dio la sorpresa y jugará su segundo mundial. Dominó a una Rusia que acusó el nerviosismo, le ganó por 1-0 y se clasificó para Sudáfrica, porque había perdido por 2-1 en el repechaje en Moscú
MADRID (EFE) -- La pequeña Eslovenia se clasificó este miércoles para el Mundial de Sudáfrica al derrotar a Rusia (1-0) en Maribor en un partido en el que el equipo del holandés Guus Hiddink jugó con fuego y lo pagó muy caro.
De esta forma, los eslovenos disputarán el segundo Mundial de su corta historia -participaron en Japón y Corea del Sur en 2002- y los rusos se quedan otra vez a las puertas, como ya ocurriera en el de Alemania 2006.
Además, Hiddink emborrona su impecable historial al no poder disputar su cuarta Copa del Mundo tras dirigir a Holanda (1998), Corea del Sur (2002) y Australia (2006), mientras el genial Andréi Arshavin sigue sin debutar en el mayor escenario del balompié mundial.
El mago holandés no cumplió con su promesa y sus pupilos no salieron a por el partido, sino que intentaron conservar el peligroso resultado de Moscú (2-1), sirviendo en bandeja la iniciativa a los ex yugoslavos.
Los eslovenos controlaron a placer el partido desde el pitido inicial, mientras los rusos parecían acusar la presión, pese a jugar en un estadio de apenas doce mil espectadores de aforo.
A los tres minutos, el gigantón Novakovic (1,92 metros) se quedó solo ante Akinféev, mientras las defensas rusos pedían fuera de juego, pero su disparo fue a las manos del portero.
A los diez minutos, una buena jugada por la izquierda de los ex yugoslavos acabó en un centro a media altura que Ignashévich no acertó a despejar y el balón rebotó en su pantorrilla y golpeó el poste derecho.
El primer disparo con cierto peligro de los rusos no llegó hasta el minuto 18, cuando Palvlyuchenko disparo desviado desde el borde del área tras una buena incursión de Zhirkov.
Como ocurriera en la ida, Arshavin apenas entró en juego, a lo que contribuyó Hiddink al colocarle demasiado tirado hacia la izquierda.
Con todo, según pasaban los minutos los eslovenos perdieron frescura y los rusos comenzaron a asomarse tímidamente al área rival.
Pero todo fue un espejismo, ya que los eslovenos dirigidos magistralmente desde el banquillo por Matjaz Kek tenían preparado un as en la manga al final del primer tiempo, que cambió la suerte de la eliminatoria.
Un centro lejano desde la banda de Birsa fue aprovechado por Dedic, que venía lanzado desde atrás, para adelantarse a los dos centrales y colocar el balón con el pie derecho en la esquina de la portería defendida por Akinféev (m.45).
En ese momento, los eslovenos estaban clasificados para el Mundial de Sudáfrica y los rusos se fueron a los vestuarios hechos un mar de dudas.
Por oportunidades, Eslovenia debería mandar en el marcador por dos goles de diferencia, además de que el árbitro perdonó la expulsión a Zhirkov tras una dura entrada.
Hiddink no esperó a ver despertar a los suyos y en el descanso reemplazó al joven Yanbáev por el veterano Semak y al desacertado Pavlyuchenko por el ex sevillista Kerzhakov.
El ritmo del partido aumentó varios enteros y se convirtió en un correcalles, pero los rusos siguieron sin crear oportunidades de gol.
Dedic pudo castigar la valentía de los rusos en el minuto 51 cuando tras forcejear con Berezutsky encaró al guardameta ruso, pero su disparo salió muy alto.
Sólo Zhirkov (Chelsea) demostró el suficiente amor propio para intentar desafiar a sus marcadores, pero no le acompañó la suerte, mientras Arshavin parecía una sombra del jugador que asombra en el Arsenal.
Por si fuera poco, en la mejor jugada de los rusos, Kerzhakov intentó rematar el balón, el portero esloveno no pudo atraparlo y el delantero ruso intentó desde el suelo rebañar el esférico (m.66).
Los defensas eslovenos increparon a Kerzhakov cuando este yacía en el suelo, tras lo que el árbitro noruego expulsó al delantero ruso convirtiendo en misión imposible la remontada por parte de los rusos.
A falta de cinco minutos, Zhirkov tuvo en sus botas un gol que valía un Mundial, pero su disparo a bocajarro tras deshacerse de sus marcadores fue despejado por Handanovic.
Antes del pitido final, Zhirkov perdió los nervios y fue expulsado, el último despropósito cometido por los rusos durante toda la eliminatoria, pero no el más grave, que fue desestimar a los eslovenos desde el mismísimo sorteo.
Francia 1 - 1 Irlanda
VUELTA: 2 - 1 (Agg)
Entró por la ventana
En Saint-Denis, Irlanda lo ganaba 1-0 con autoridad ante la deslucida Francia. Pero en el suplementario, Henry la paró con la mano en el área y habilitó a Gallas que marcó el gol del empate y la clasificación
PARÍS (EFE) -- Francia arrancó su clasificación para el Mundial de Sudáfrica en el último momento, gracias a un gol de William Gallas en la prórroga ante Irlanda (1-1), un tanto conseguido después de que Thierry Henry se llevara el balón con la mano.
El último asiento del último tren tomaron los Bleus para viajar al Mundial del año próximo, una plaza que el equipo de Raymond Domenech no dio la sensación de merecer y que obtuvo gracias a un tanto logrado de rebote en la ida en Dublín y a un gol muy protestado en Saint-Denis.
La clasificación mundialista no ocultará la patética imagen mostrada por los galos, el divorcio consumado entre la grada y el seleccionador y la falta de referentes de un equipo en el que nadie quiere tomar el liderazgo dejado pendiente por Zinedine Zidane.
El gol de Gallas retrasará la renovación del equipo que viene reclamando el público, que pide la presencia de jugadores como Karim Benzema, infrautilizado por Domenech pese a que Francia necesitó durante buena parte del partido un tanto que le llevara a Sudáfrica.
Los galos estuvieron muchos minutos contra las cuerdas, sonados por una voluntariosa Irlanda que llevó el peso del encuentro, que marcó en el minuto 33 y que gozó de las mejores ocasiones.
Pero que se marchó con las manos vacías por culpa de un árbitro que no vio la clara mano de Henry en la jugada del gol de Gallas.
Pese a la clasificación, Francia llegará a Sudáfrica tras haber dilapidado buena parte del crédito que se ganó en 2006 en Alemania, cuando sin un buen juego mostraron una solidez que les llevó hasta la final.
Poco queda de aquella subcampeona del mundo, condenada ahora a pelearse con selecciones de menos caché para lograr algo que se le supone por su trayectoria y su historia.
Ha perdido la personalidad y el estilo, no le queda la eficacia ni la fortaleza defensiva y no hay rastro de los destellos de calidad individual que forjaron la generación de Zidane, la mejor de su historia.
Esta Francia no da miedo, no es una de las grandes del mundo, carece de prestancia. Ese es el resultado de una mediocre fase de clasificación y de una repesca en la que no mereció más que Irlanda.
Así saltó a su partido más decisivo de los últimos años, el que debía marcar el final de una época o una prórroga para la Francia de Domenech.
Al saltar al césped temblaba como un flan el equipo galo, que dejó toda la iniciativa a los irlandeses, obligados a buscar la portería rival por culpa del tanto concedido en Dublín.
Y los de Giovanni Trapattoni no se amilanaron ante la responsabilidad. Se remangaron en busca del tanto que equilibraba la eliminatoria, sin mucha calidad pero con todo el corazón.
El partido era de ellos ante su empuje y el desconcierto francés, que fue creciendo a medida que pasaban los minutos.
Hasta que cuando el reloj había superado la media hora Keane logró el tanto. No perdonó a Lloris cuando recibió un pase de la muerte de Duff.
El tanto calló al Estadio de Francia, salvo a los 25.000 irlandeses que abarrotaban una zona del estadio. El tanto dejó grogui a Francia. Más desconcertada, deseosa de recuperar en el vestuario un poco de aliento.
A la salida del reposo, los galos parecían más decididos a buscar el área del trébol. Adelantaron líneas pero la ofensiva no se tradujo en más ocasiones claras de gol.
Al contrario, dejaron más espacios en su zaga e Irlanda gozó en ese momento de las mejores ocasiones, que no dejaron la eliminatoria vista para sentencia por la pericia del guardameta Lloris y por la falta de puntería de los delanteros.
Dunne lanzó alto cuando estaba sólo ante el guardameta, Duff se estrelló contra Lloris en un rápido contragolpe y Keane, que superó al portero, se adelantó demasiado el balón para poder empujarlo a las mallas galas.
Tres grandes ocasiones, mayores de las que tuvo Francia en toda la eliminatoria, suficiente para reivindicar su derecho a haber ganado una plaza para Sudáfrica.
En el otro plato de la balanza Francia sólo podrá reivindicar un disparo alejado de Anelka, una ocasión de cabeza del delantero del Chelsea y mucho empuje desordenado, muchas ganas sin ninguna planificación.
Abocados a la prórroga, fue Francia la que empujó un poco más y logró la jugada litigiosa. Un revuelo en el área irlandesa, casi una melé. Henry se acomoda el balón con la mano, lo pone franco para que Gallas marque.
De nada sirvieron las protestas irlandesas ante el robo. Francia salvó los muebles y agarró el último tren hacia Sudáfrica.
Bosnia-Herzegovina 0 - 1 Portugal
VUELTA: 0 - 2 (Agg)
Un pasaje merecido
Portugal fue superior a Bosnia en Zenica, volvió a ganar y, con un global de 2-0 en el repechaje, se clasificó para el Mundial 2010. Sudáfrica se aseguró la presencia de otra súper estrella: Cristiano Ronaldo
LISBOA (EFE) -- Cristiano Ronaldo, actualmente lesionado, jugará el Mundial de Sudáfrica gracias a la victoria de sus compañeros de la selección portuguesa ante Bosnia (0-1) en el partido de vuelta de la repesca para la cita sudafricana.
Un gol de Raul Meireles compró el billete de Ronaldo y los suyos para el campeonato que se disputará en 2010, después de una fase de clasificación irregular.
Portugueses y bosnios se jugaban mucho en el partido y, atenazados por los nervios, cometieron numerosas imprecisiones durante los primeros compases del encuentro.
Bosnia, alentada por 15.000 gargantas y empujada por la necesidad de dar la vuelta a la eliminatoria, fue haciéndose con el control del esférico, aunque poco inquietaba a Portugal, que se limitaba a realizar aisladas incursiones en el campo balcánico.
Portugal tuvo que sufrir la baja de su cerebro, Deco (Chelsea), que aunque se incorporó al partido en los últimos minutos, no jugó desde el inicio debido a problemas físicos en un abductor que arrastraba desde el anterior encuentro con Bosnia, por lo que tuvo que ser sustituido por Tiago.
Ya el minuto 15, Dzeko (Wolfsburgo) se adelantó a su marcador, tras un centro desde la banda derecha pero su remate de cabeza se marchó por encima de la portería lusa.
El conjunto de as quinas, con su capitán Simao, del Atlético de Madrid, desaparecido, desdecía al técnico Carlos Queiroz, que había prometido un fiero ataque, y parecía conformarse con entorpecer el juego balcánico y defender con 11 jugadores en su campo el exiguo 1-0 de la ida, para salir a la contra.
Era una decisión controvertida y arriesgada, aunque en un contragolpe en el minuto 24 Portugal estuvo a punto de aprovechar los espacios de la defensa bosnia y hacer gol, con un remate de Simão.
Como en el duelo anterior en el lisboeta estadio de La Luz, Bosnia apostaba en casa por el juego aéreo, el que puso en más aprietos a los jugadores de lusos, sin embargo, a pesar del peligro, no lograba marcar ningún gol.
Ya en la segunda mitad, el seleccionador bosnio trató de dar más profundidad al juego de los suyos con la entrada de Muslimovic -que sustituyó a Medunjanin (Valladolid) en su debut en la selección- aunque la primera ocasión fue para el portugués Nani que con un disparo desde dentro del área obligó al portero balcánico a emplearse a fondo.
La selección balcánica descuidaba su defensa y adelantaba líneas buscando el gol, cuando una contra del equipo luso, iniciada por Nani y el luso-brasileño Liedson, dejó a Raul Meireles (Oporto), el mejor de Portugal en el encuentro, sólo ante el portero y de disparo cruzado hizo el 1-0.
El gol dejó aturdidos a los balcánicos, Portugal se vino arriba, y comenzó a jugar con decisión y garra, como no lo había hecho en toda la eliminatoria.
Los lusos tocaban el balón y llegaban con peligro a la meta contraria, con la confianza de saber que sólo tres goles de su rival podría dejarles fuera del Mundial de Sudáfrica.
Incapaz de superar la muralla defensiva erigida por los lusos, la selección balcánica fue desinflándose y Salihovic, impotente y tras protestar al árbitro auxiliar, fue expulsado.
Gracias a esta victoria de los lusos ante una Bosnia sin ideas, Cristiano Ronaldo, el jugador más caro del mundo, disputará el Mundial 2010 con su selección tras la polémica de su recaída en una lesión de tobillo tras haber jugado con Portugal sin estar totalmente recuperado.
Ucrania 0 - 1 Grecia
VUELTA: 0 - 1 (Agg)
Fue comedia para los griegos
Grecia derrotó por 1-0 a Ucrania, a domicilio, y tras el empate 0-0 en Atenas, el campeón europeo del 2004 estará en el Mundial de Sudáfrica 2010. Su última vez en este torneo, había sido hace 16 años
MADRID (EFE) -- Un solitario gol del jugador del Panathinaikos Dimitros Salpingidis a la media hora del primer tiempo le ha servido a Grecia para vencer en Ucrania y clasificarse para el segundo Mundial de su historia 16 años después.
Arrancó el choque con unos minutos de tanteo y de respeto mutuo que dejaron un juego anodino y de poco carácter ofensivo. La lluvia dificultaba la fluidez en el movimiento del balón y ninguno de los dos conjuntos tomaba la batuta del partido.
Poco a poco Ucrania se soltó y a los siete minutos Shevchenko dispuso de una clarísima ocasión pero su remate, a puerta vacía tras un rechace de Alexandros Tzorvas, se marchaba desviado.
El acercamiento ucraniano lo respondió Grecia tres minutos después con un remate de cabeza de Giorgios Samaras que se marchaba rozando el larguero de la meta defendida por Andriy Pyatov.
Los locales parecían tener el partido controlado y producían llegadas esporádicas como un lanzamiento de falta de Oleknsadr Alíev que despejó con apuros el meta heleno. Los griegos, agazapados en su medio campo, lo fiaban todo a las contras.
Precisamente en una de ellas, un precioso pase entre líneas de Samaras encontraba en su finalización a Dimitros Salpingidis, que de tiro cruzado y por bajo ponía en ventaja a los visitantes y les acercaba a Sudáfrica.
El gol obligaba a Ucrania a lanzarse al ataque tras el 0-0 de la ida y el empate estuvo cerca de llegar al filo del descanso cuando Yarmolenko y Shevchenko se estorbaron en el remate de una falta lateral.
En el segundo tiempo, la entrada de Seleznov dio aires nuevos a los ucranianos que encerraron a Grecia en su campo. En los peores momentos de los hombres de Renhaggel surgió la figura del guardameta Alexandros Tzorvas, muy seguro durante los noventa minutos.
Poco a poco la impotencia hacia mella en los locales que comenzó a atacar más con el corazón que con la cabeza.
Los helenos, que demostraron la solidez defensiva que les hizo campeones de la Eurocopa hace cinco años, se limitaron a despejar las llegadas de sus rivales y aguantar el marcador favorable.
Argelia, a Sudáfrica! (1-0
Argelia se clasificó para la Copa Mundial de la FIFA Sudáfrica 2010 al ganar a Egipto (1-0) en el partido de desempate tras quedar los dos equipos con los mismos puntos y los mismos goles de diferencia en la fase clasificatoria.
El encuentro, precedido de una gran rivalidad, se disputó en el estadio de la ciudad de Omdurman, situada frente a la capital sudanesa, Jartum, al otro lado del río Nilo.
Un único gol en el partido, marcado por Antar Yahia (40') permitió a los argelinos conseguir el billete para Sudáfrica, gracias a un partido de escasa brillantez para los dos conjuntos y en el que Egipto llegó a quedarse sin ideas de ataque.
Máxima rivalidadLos primeros momentos del partido estuvieron muy equilibrados, con gran nerviosismo entre los jugadores por lo que estaba en disputa y numerosas faltas de uno y otro lado en el medio campo.
Antes de que marcara Argelia, Egipto tuvo varias oportunidades de gol, entre ellas la que protagonizó Al Muham con un tiro desde dentro del área que desvió el portero argelino, convertido en una de las principales figuras del partido (31').
El primer y único gol fue marcado desde el lateral derecho por Yahia, con un tiro fuerte, con poco ángulo, que terminó en la red, sin que el portero egipcio pudiera hacer mucho por la velocidad del disparo.
Egipto, incapaz de igualarEn la segunda parte se comprobó que Argelia había decidido encerrarse en su campo y aguantar el empuje egipcio, resignado a intentar aprovechar algún contraataque.
En una de esas jugadas, el argelino Chacouchi estuvo a punto de causar un nuevo susto a los egipcios, con un remate de cabeza que puso en peligros a la portería de los Faraones (61').
La selección egipcia, campeona continental, siguió intentando el empate, pero sus jugadas demostraban nerviosismo y frustración, y los ataques se rompían sin suerte cuando se acercaban a la portería rival.
Dos remates sucesivos, de Aboutrika y Zidan, pusieron el peligro a la portería argelina, pero de nuevo salvó el guardameta (72').
Egipto se quedó sin ideas de ataque, recurriendo en muchas ocasiones a lanzamientos desde la banda buscando el remate.
El final del encuentro exhibió un festejo merecido para los argelinos, que convirtieron a Sudán en una verdadera fiesta. Los egipcios, incrédulos, deberán aguardar otros cuatro años para intentar su clasificación.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario