domingo, 8 de noviembre de 2009

RESULTADOS DE LA LIGA BBVA DE ESPAÑA

BARCELONA 4 - MALLORCA 2
Pedro valida el plan B de Guardiola y el público la toma con Chygrynskiy

El técnico azulgrana reservó de inicio a Alves, Messi, Iniesta y Xavi y ganó la apuesta. Pedro marcó dos tantos, Henry se reencontró con el gol y Messi, que saltó en la segunda mitad, sentenció desde el punto de penalti. El Mallorca, que dejó una buena imagen en el Camp Nou, sobre todo en la primera mitad, inquietó al actual líder con los goles de Nunes y Keita.

--El largo viaje a Rusia, la paliza en el gélido Centralniy y la falta de frescura ante el Rubin Kazán han obligado a Pep Guardiola a dar un golpe de tuerca al equipo. El de Santpedor ha arriesgado su prestigio y el crédito de las rotaciones prescindiendo de Alves, en la línea defensiva, de Xavi e Iniesta, en el centro de creación, y de Messi, en la zona de ejecución. La reforma en el equipo se antojaba algo exagerada antes del pitido inicial, sobre todo tras los últimos empates ante el Kazán y Osasuna, pero Pep se ha ganado la suficiente confianza como para tomar éste y otro tipo de riesgos. En su alineación más kamikaze de la temporada, Guardiola confió en Valdés, Puyol, Piqué, Chygrynskiy, Abidal, Touré, Keita, Busquets, Pedro, Henry e Ibrahimovic. Una derrota pondría en cuestión la osadía de Pep, una victoria serviría como lección de poderío. Finalmente, el técnico catalán se encumbró por su valentía y criterio.
Se encumbró porque el Barcelona tiene un estilo consolidado. No depende de nombres, sino que se fundamenta en el conjunto. Porque es un equipo campeón y aprovecha esa inercia. Porque la estrella alineada en el partido de turno acepta sin dudar los galones prestados (hoy Ibrahimovic). Porque Pedro tiene Ángel. Porque Henry ha vuelto. Porque el Barcelona está trabajado y si no tiene el día, tira de recursos, como las jugadas ensayadas. Porque Pep tiene fe.
Y porque los rivales se suelen encoger ante los blaugranas, aunque éste no fue el caso del Mallorca, que salió valiente, con la defensa adelantada y con la intención de presionar la salida de pelota del Barça. Sí es cierto que, quizás condicionado por el once de Pep, Gregorio Manzano renunció a su sistema habitual de dos puntas y dejó como islote a Pierre Webó, sustituto del lesionado Aduriz. Victor Casadesús fue el gran damnificado de la decisión de Manzano de reforzar el centro del campo para contrarrestar el músculo introducido por Guardiola, y alineó en el centro a Martí y Mario Suárez; con Varela y Tuni por las bandas; y Borja de enganche.
La defensa, que era la habitual (con Josemi, Nunes, Ramis y Ayoze), presenció perpleja, en el minuto 10 de partido, la genialidad del 'mago' Ibrahimovic, que dejó solo al eficaz Pedro con un rápido, preciso y vistoso pase de tacón que puso en pie al Camp Nou. El '17' del Barcelona sí reaccionó (no como la zaga) y libró la entrada de Aouate con un toque suave con la izquierda, a lo Messi.
El gol, la celebración y el ambiente general presagiaban una goleada como ante el Zaragoza (también se jugó tras el partido de ida contra el Kazán) pero, en el 19', Nunes resarció a la defensa balear con el tanto del empate. Piqué y Chygrynskiy no se pusieron de acuerdo para despejar y el central dio emoción al encuentro. La igualada llegó en un córner, talón de Aquiles hoy de los de Pep. Webó, de cabeza, y Valero, con una volea desde la frontal, inquietaron en la primera parte al público culé, que, por cierto, silbó en alguna acción a Chygrynskiy. El ucraniano, que aún no ha logrado adaptarse y que se muestra nervioso por el 'runrún', comenzó como central zurdo y acabó como central diestro. No está cómodo, la grada y Pep lo saben. Quizás le pesen los 25 millones de su fichaje.
Y cuando reinaba un preocupante silencio, sólo perturbado por el fuerte viento, apareció de nuevo 'San Pedro' (todo lo que toca, para dentro) y luego Henry. Se acabó el debate sobre Pep y se rompió el silencio. Aouate ejerció de frontón tras una bola colgada al área: primero remató Pedro, luego Henry, después Busquets y 'por fin' Pedro pudo agrietar al israelí para adelantar al Barcelona (40'). Sin tiempo para reaccionar, Henry sentenció. Pedro inició la jugada ensayada sacando una falta lateral, Busquets aprovechó el aclarado en el segundo palo y cedió de cabeza el gol al francés, que lo celebró pateando con rabia el palo. Sin un gran juego, con un rival descarado y bien plantado, y sin sus principales estrellas, el Barcelona ya tenía los tres puntos en el descanso. Maneras y maneras de ganar.
Y si éramos pocos, salió Messi (sustituyó a Pedro, ovacionado, en el 50'). Segunda decisión arriesgada de Pep Guardiola ¿Y si se lesiona el argentino con el partido resuelto? Pero al Barcelona le sale todo. Touré Yayá tira faltas, dribla como un 'cristiano' en tiempos convulsos, manda, presiona e impresiona. Su colega Keita ejerce de Xavi si hace falta, marca goles cuando hay sequía y en su condición de 'jugador número 12', juega todos los días. Ibrahimovic, Busquets, Piqué, Puyol. Nadie parece jugar mal en este Barcelona.
Aunque parecía una quimera, el Mallorca, embriagado del carácter ganador de Manzano, no dio por perdido el encuentro. Webó exploró nuevos espacios, Martí probó desde lejos, Gonzalo Castro (que salió por Tuni) reinyectó a su equipo y Keita y Casadesús saltaron para dar más mordiente. Precisamente, el guineano fue el autor del segundo gol del Mallorca (90+), que llegó minutos después del 4-1 logrado por Messi (88') desde el punto de penalti (cometido por Josemi a Ibra). Por entonces, el partido ya estaba muerto.
Ganó el Barcelona y ganó Pep Guardiola, que salió una vez más enaltecido del Camp Nou. Dentro de la relativa tranquilidad que consiguió el Barça en la primera mitad, en la segunda saltó al campo Xavi Hernández (61') para igualar a Carles Rexach como el segundo jugador blaugrana con más partidos en la Liga (328). Enhorabuena. El próximo objetivo: Migueli (367). Pero hasta entonces, aún quedan muchas historias por contar.

GOLES:
1-0: Pedro, min.11. 1-1: Nunes, min.20. 2-1: Pedro, min.40. 3-1: Henry, min.44. 4-1: Messi (p), min.87. 4-2: Otchico, min.92.

Atlético 2 - Real Madrid 3

La historia interminable

El Real Madrid volvió a salir victorioso del Vicente Calderón, lo que después de diez años sin perder ya no es noticia. El equipo de Pellegrini mandó con solvencia hasta la expulsión de Ramos y se descompuso después hasta quedar convertido en un juguete en los pies de Agüero, al que Quique Flores, él sabrá la causa, decidió dejar de inicio en el banquillo. Para que nada faltara, Casillas apareció al final para evitar el empate rojiblanco. Los errores en defensa volvieron a condenar al Atlético.

El reloj se acercaba al minuto 5, el madridismo se impacientaba y el mundo rojiblanco comenzaba a ilusionarse. Fue entonces cuando se juntaron Cléber Santana, Lass y Kaká para fabricar el primer gol del Real Madrid. Cléber exhibió toda su torpeza, perdió el balón ante la presión de Lass y Kaká culminó la jugada con un disparo potente y preciso con el que superó a Asenjo. Fue una jugada que resume, más que un partido, una década de derbis, de enfrentamientos que terminan en el mismo callejón sin salida para el Atlético, incapaz una vez más de ganar al Madrid, que controló con autoridad el encuentro hasta que Clos Gómez expulsó a Ramos y el conjunto que entrena Pellegrini quedó convertido en una marioneta en los pies de Agüero, al que Quique Flores no quiso alinear como titular. Un futbolista con problemas físicos es incapaz de efectuar la exhibición que regaló el Kun a su afición en la segunda parte.

No hay mejor terapia para el Madrid que enfrentarse al Atlético, que tiene un problema muy serio cuando se mide al vecino. Además de una clara inferioridad técnica y táctica, el Atlético muestra un complejo que no es normal. Si el Madrid se crece y sale reforzado en cada visita al Vicente Calderón, el Atlético termina cada derbi con más dudas de las que lo empezó. Es una cuestión anímica, de mentalidad que nadie en ese club ha sido capaz de solucionar en los últimos diez años. Esta vez Simao, Jurado y, ya en el segundo tiempo, Agüero, encabezaron un amago de rebelión en el que no fueron secundados por nadie más. Terminaron golpeados pora la dura realidad, por el cruel destino rojiblanco.

Hay una máxima en Estados Unidos que dice que si algo no está roto, no lo arregles. Manuel Pellegrini se comporta últimamente en esa línea y decidió, de forma sabia, no experimentar, no quiso arreglar lo que estaba empezando a funcionar. Ausente el lesionado Cristiano Ronaldo, el técnico chileno ha encontrado una alineación que empieza a tomar una forma muy seria, que transmite una sensación de equipo, con las líneas más juntas y en el que todos sus componentes se mueven al mismo ritmo. Este once, en el que Raúl se consolida como suplente, apuntó buenas maneras contra el Getafe, mostró su mejor versión del curso en Milán y confirmó su mejoría frente al Atlético. No obstante, la principal duda que deja ese tercer peldaño que ha subido el Madrid será comprobar si la mejoría vino por la inercia positiva en la que se ha metido el equipo o porque jugaba contra el Atlético, que acostumbra a facilitarle la vida. Los próximos compromisos nos ofrecerán la solución, aunque si hay que apostar, uno se la jugaría a que la mejoría del Madrid se debió a las bondades del Atlético. Y es que como ya sucedió en Milán, el Madrid combinó un buen primer tiempo con una última media hora terrorífica.

La asimetría y el desequilibrio en la banda derecha no desaparecen. Y eso que esta vez Sergio Ramos fue otro, se pareció a sí mismo, y tuvo mucha más presencia en ataque. En defensa le faltaron ayudas y sufrió mucho con Simao, que no tuvo excesivos problemas para ganarle la espalda. Acabó expulsado por la rigurosidad del árbitro, Clos Gómez, pero contra eso tampoco puede luchar Ramos.

Mucho mejor funcionó la izquierda, con Arbeloa controlando el tráfico en el lateral y Marcelo sonriendo en sus galopadas como interior. Cuando como consecuencia de la expulsión de Ramos, Marcelo debió actuar como lateral, esa banda izquierda quedó convertida en una autopista que supo explotar Ujfalusi. Kaká también dejó destellos de su clase, moviéndose por delante de los dos mediocentros y por detrás de Benzema, que ya ha quedado claro que rinde mucho más cuando vuela en solitario. Y para que todo funcionara y nunca se perdiera el equilibrio, Xabi Alonso y Lass sostuvieron al equipo en el centro del campo y sí fueron esta vez la pareja que buscaba Pellegrini, capaz de asegurar la posesión del balón y de ahogar cualquier intento de creación del rival.

Aunque también es cierto que el Atlético se ahoga con nada. Tiene una incapacidad tan grande para generar fútbol, que cuando Simao, Jurado, Forlán o Agüero no están inspirados, el conjunto queda reducido a la nada más absoluta. Agüero inició el choque sentado en el banquillo y cuando saltó tras el descanso fue para mandar al vestuario a Jurado, que había sido de lo más decente del equipo en el primer tiempo. Cosas de entrenadores. Quique sabrá la razón, como sabrá por qué Agüero fue suplente de inicio.

El Madrid presionó la salida del balón y el Atlético sufrió mucho para empezar a andar. Los pies de los centrales, esta vez Pablo y Perea, no hablan el mismo idioma que la pelota, que cuando pasa cualquiera de los dos puede terminar en cualquier parte del campo. En los laterales, sólo Ujfalusi, el mejor defensa de la plantilla, ofreció soluciones. Por delante de todos ellos, Cléber Santana y Raúl García mostraron sus limitaciones para construir. Xabi y Lass los superaron claramente.

Después del gol de Kaká, el Atlético pareció reaccionar y recuperarse, quizá porque ese golpe inicial es algo que ya asume con peligrosa naturalidad, y se lanzó en busca del empate. Lejos de conseguirlo lo que se encontró fue el segundo del Madrid, que convirtió Marcelo a los 24 minutos después de una combinación con Benzema dentro del área. La pelota entró por el poste que defendía Asenjo, que pudo hacer mucho más, como también debieron hacer al menos algo los defensas. La historia estuvo cerca de repetirse diez minutos después, de una buena internada de Arbeloa, que combinó con Marcelo, quien a su vez cedió a Benzema para que éste obligara a Asenjo a desviar a córner. Y mientras todo esto sucedía, los del Atlético sólo miraban. Antes, Forlán había rematado al palo.

Ya en el tiempo añadido apareció Casillas para dejar todo en su sitio. Jurado, uno de los futbolistas con más calidad, talento e imaginación del Atlético, con diferencia, se inventó un pase espectacular a Simao, que ganó la espalda a Ramos, pero fue incapaz de superar a Iker en el mano a mano.

Como recompensa a su buen primer tiempo, Jurado se quedó en el vestuario en el descanso y fue sustituido por Agüero, que dio otro aire al Atlético, que necesita al argentino más que a nadie. También entró después Maxi por Reyes, sin que nada variara.

Pero el aire fresco que trajo Agüero lo contaminó Perea, que intentó regatear a Higuaín y su recorte se convirtió en una asistencia para el argentino, que batió a Asenjo en el mano a mano. Con el trabajo hecho se fue al vestuario y dejó su sitio a Raúl. Será casualidad o no, pero el caso es que fue entrar el capitán y el choque entró en una espiral de locura, dentro y fuera del campo. El árbitro, Clos Gómez, expulsó de forma exagerada a Ramos, que derribó a Agüero en el borde del área, y Pellegrini fue alcanzado por un objeto lanzado desde la grada, que esta vez no tiene nada de lo que presumir.

Faltaban 24 minutos y Pellegrini se vio obligado a recomponer el equipo. Con los cambios y la expulsión de Ramos el Madrid se descompuso. Arbeloa pasó al lateral derecho, Marcelo ocupó el izquierdo y Gago, sustituto de Benzema, reforzó el centro del campo. El Madrid, que en el segundo tiempo ya había dado muestras de ser menos fiable y se había dejado llevar de mala manera, acabó convertido en una marioneta en los pies de Agüero, que hizo lo que quiso y despertó una ilusión que sólo él es capaz de generar en el Calderón. Cada acción del argentino, más brillante que la precedente, hacía más inexplicable la decisión de Quique Flores de dejarle en el banquillo. Alguien dijo una vez, que lo mejor de los entrenadores es que el otro equipo también tiene otro.

Forlán anotó primero y el propio Agüero firmó el segundo a falta de diez minutos. Llegó después un gol anulado por un ajustadísimo fuera de juego, si es que lo era, de Ujfalusi. Y tuvo que aparecer ya al final Casillas para evitar el empate en un remate de Agüero. La historia de siempre en los derbis, una historia que empieza a ser interminable.

SEVILLA 3-VILLARREAL 2
El Sevilla remonta y no pierde el tren de cabeza
Luis Fabiano, en dos ocasiones, y Kanouté dieron la victoria a los sevillistas.


El Sevilla mantiene la tercera plaza en tabla gracias a su victoria por 3-2 en un partido vibrante, ante un Villarreal que confirmó su mejoría pero que se fue de vacío al no superar la gran pegada del rival.

El partido fue entre dos equipos que apostaron por el juego de ataque, por tutearse y que quieren al final de la temporada estar entre los mejores de la Liga, por lo que se vio alternativas en un marcador que pudo ser favorable a cualquiera.

Llegó el equipo de Ernesto Valverde al Sánchez Pizjuán con hasta cinco bajas significativas -Santi Cazorla, Ariel Ibagaza, Marcos Senna y Joseba Lorente, estos lesionados, y el sancionado Nilmar da Silva-, pero con ganas de ratificar la mejoría de sus últimos partidos tanto en la competición nacional como en la europea.

Así, el equipo castellonense salió adelantado y con presión sobre la defensa sevillista para complicar el juego del balón, pero los locales superaron éste dispositivo con balones en profundidad.

Después de que el argentino Diego Perotti lo intentara por primera vez ante el meta Diego López a los seis minutos, dos después el brasileño Luis Fabiano rompió muy bien el fuera de juego y puso el primer gol, con el que celebró de la mejor manera los 29 años que cumplía hoy.

El tanto espoleó a la formación que dirige Manolo Jiménez por momentos y el vallecano Álvaro Negredo estuvo cerca de poner el 2-0, pero la buena intervención de Diego López lo impidió.

El Villarreal se sacudió el empuje local y a partir del cuarto de hora se hizo dominador de la situación, con superioridad en el centro del campo y con buenas combinaciones al borde del área que hicieron presagiar el empate, pues el Sevilla entró en una fase de profundo despiste.

El centrocampista francés Robert Pirés probó en dos ocasiones ante Andrés Palop, quien reaparecía tras varias semanas lesionado, antes de que a la tercera acertara con el marco sevillista después de una bonita jugada visitante al borde de la media hora.

La nueva igualada en el marcador no modificó la disposición del Villarreal, que se mantuvo hasta el descanso bien situado y con muchas intenciones de hacer daño, aunque fue el Sevilla el que pudo irse a los vestuarios con ventaja en una ocasión doble de Negredo y Luis Fabiano.

El equipo visitante se mantuvo en la segunda parte con las buenas maneras de la primera y complicó mucho el juego de un Sevilla sin la claridad suficiente para llevar el peso del partido y que se desesperó al no encontrar el peligro por las bandas ni por el centro del ataque.

Los de Valverde encontraron el primero a su mejor juego con un gol de uno de sus mejores hombres, David Fuster, pero Luis Fabiano sólo tardó dos minutos en empatar y además hacer despertar a un Sevilla aletargado.

El malí Frederic Kanouté, que había salido por Negredo tras el 2-2, sólo tardó, por su parte, cuatro minutos en poner a su equipo por delante con un buen cabezazo con el que se anticipó a Diego López.

Llegaron entonces los mejores momentos locales, después de verle las orejas al lobo, y el Villarreal tuvo que emplearse a fondo para que los continuos avances del adversario no se tradujeran en un nuevo tanto.

Los visitantes capearon el temporal y entraron en la fase final del encuentro vivos, por lo que el 3-2 dio mucha incertidumbre, aunque el marcador ya no se movió más.


VALENCIA 3 - ZARAGOZA 1

El contragolpe del Valencia fulminó al Zaragoza

Tres acciones casi iguales antes del descanso, la primera de ellas muy protestada por los jugadores del equipo visitante, dejaron casi resuelto el encuentro y dieron paso a un segundo tiempo en el que el esfuerzo del Zaragoza fue tan tímido que no dio lugar a pensar en que la remontada era posible.

El contragolpe del Valencia en el primer tiempo bastó para que el conjunto de Mestalla desarmara al Zaragoza y obtuviera una victoria clara, aunque poco lucida, en un encuentro en el que el equipo local jugó a ráfagas y el visitante tuvo más dominio territorial pero muy poca llegada de cara a puerta.

Tres acciones casi iguales antes del descanso, la primera de ellas muy protestada por los jugadores del equipo visitante, dejaron casi resuelto el encuentro y dieron paso a un segundo tiempo en el que el esfuerzo del Zaragoza fue tan tímido que no dio lugar a pensar en que la remontada era posible.

Ello no impidió que los minutos finales del partido se jugaran cerca de la portería local, mientras el Valencia, en acciones aisladas, pudo haber ampliado la cuenta.

La primera mitad estuvo marcada por el buen inicio del Valencia, hasta el primer gol, el control del juego por parte del Zaragoza a partir del 1-0 y el final explosivo del conjunto local, que hizo dos goles más justo antes del descanso.

Los tres tantos del primer periodo llegaron en acciones en las que el meta del Zaragoza, López Vallejo, se encontró solo y cara a cara, con el delantero. Ni Mata, en el primer tanto, ni Villa y Pablo en los siguientes, dieron opción alguna al portero del rival.

Sin embargo, el 3-0 con el que el encuentro llegó a su ecuador fue un castigo excesivo para el Zaragoza, que había manejado el juego durante casi media hora ante un Valencia replegado y que se sentía cómodo al cederle terreno a su rival.

En cualquier caso, las aproximaciones del equipo de Marcelino García Toral no llevaban excesivo peligro y, además, el meta César se mostró muy seguro.

Cuando algún silbido se empezaba a escuchar en Mestalla, el Valencia, en dos contragolpes frenéticos y casi idénticos, puso en el marcador en el 3-0 con el que se llegó al descanso.

En el inicio del segundo tiempo, el Valencia encontró, como consecuencia del resultado, algunas buenas situaciones de peligro al contragolpe, mientras que los ataques de Zaragoza, bastante desordenados, morían casi siempre en las botas de los centrales del conjunto local.

Mediado este periodo, uno de los ataques del equipo visitante se resolvió con el gol de Abel Aguilar, que llegó en un momento en el que el juego del Valencia había perdido intensidad, justo la que mostró después de ese tanto con un par de claras opciones en las que pudo recuperar la ventaja perdida.

El Valencia no transmitía seguridad y aunque el Zaragoza no se acercaba con excesivo peligro a la meta local, el encuentro no dio la sensación de estar resuelto. Prueba de ello fue que el árbitro anuló un gol al equipo aragonés por fuera de juego (m.85) y de que los últimos minutos del encuentro se jugaron en el área local.

El Valencia logró ganar en casa tras no hacerlo desde la primera jornada de Liga y el Zaragoza sigue sin vencer en sus desplazamientos.

GETAFE 0 - DEPORTIVO 2
El Deportivo sonroja al Getafe

El Deportivo sonrojó al Getafe con una victoria elaborada desde la adversidad, con la expulsión de dos de sus jugadores a lo largo del partido y con la suerte de tener enfrente a un rival que es capaz de hacer lo peor en los momentos más inoportunos.

En esta ocasión, el Getafe venía de perder en el Bernabéu pese a jugar contra diez. De nuevo, no pudo hacer nada ante un equipo que jugó con uno menos casi todo el duelo y sufrió una nueva expulsión con más de 20 minutos por delante.

Y es que el equipo de Miguel Ángel Lotina no es el más propicio para celebrar fiestas. Por lo menos, nunca lo pone fácil cuando hay alguna efeméride en algún club rival. El Getafe celebraba su partido número cien en Primera División en el Coliseum Alfonso Pérez y los gallegos se encargaron de hacer todo lo posible para amargar la fiesta a los madrileños.

Para intentar arreglar la mala imagen que el Getafe ofreció en el Santiago Bernabéu, donde no pudo ganar pese a jugar con un futbolista más durante casi todo el partido, Míchel volvió a apostar por el ghanés Derek Boateng en las labores de organización. Además, insistió en poner a Manu del Moral en una banda y en sustituir al lesionado Fabio Celestini por Adrián González.
Y es que es extraño ver a Javier Casquero en el banquillo. En los últimos tiempos, eso es normal por Getafe. Uno de los mejores jugadores del club en anteriores temporadas parece no ser totalmente del gusto de su entrenador. Igual que Jaime Gavilán, que no encuentra un sitio en el once. No acaba de cuajar como un titular indiscutible.

Sin ellos, el Getafe, pese a comenzar tocando la pelota hasta límites insospechados, parece que no acaba de coger el suficiente impulso para vencer y convencer con más autoridad. Durante diez minutos, se perdió en un océano de pases de un lado a otro que no acaban en ningún sitio concreto.

Mientras, el Deportivo, agazapado, metía miedo cuando cogía la pelota. Más efectivo que su rival, en dos o tres toques era capaz de crear problemas al Getafe. Así llegó el primer gol, marcado por Mista, que aprovechó un centro del brasileño Filipe Luis desde la banda izquierda. Fue el reflejo de lo que pasaba. Mientras los hombres de Míchel no concretaban nada, los gallegos, en tres pases, hacían mucho.

Pese al tanto visitante, la escuadra "azulona" no se lanzó a por el empate. Siguió a lo suyo, a controlar el partido, pero sin encontrar ningún camino. Éste sólo pudo llegar a balón parado, la única forma con la que parecía asustar el Getafe. Lo hizo Pedro León, que casi marca de córner directo y que puso una pelota en la cabeza de Boateng tras sacar una falta. Desgraciadamente, el ghanés remató con el hombro cuando estaba sólo en el área pequeña.

Entre medias, Riki fue expulsado por simular un penalti y por tocar un balón con la mano. Lotina también tuvo que abandonar el banquillo por una roja directa. El Deportivo jugó desde el minuto 25 sin un futbolista y sin su director de orquesta. Pese a ello, pudo marcar el segundo con una vaselina del mexicano Andrés Guardado, que salió lamiendo la base del poste de la portería defendida por el argentino Óscar Ustari.

Tras el descanso, Míchel movió el banquillo para intentar una reacción de su equipo, hasta ese momento bastante inoperante. Gavilán y Pedro Ríos aparecieron sobre el campo y dieron otro aire al Getafe. A las primeras de cambio Pedro León pudo marcar con una de sus faltas. Después, Gavilán estuvo a punto de batir a Aranzubia con un chutazo desde dentro del área. El Getafe, tenía otro aire. Por lo menos lo iba a intentar con garra.

Pero el Deportivo se encargó de cortar por lo sano ese ímpetu. Lo hizo Filipe Luis, que aprovechó la parsimonia de la zaga getafense para marcar a placer el segundo. Todo parecía hecho para el conjunto blanquiazul. Dos goles de ventaja y con diez, un número que no maneja el Getafe. Entonces, otra cartulina roja complicó la existencia gallega. Sergio se fue a la calle y el Deportivo se quedaba con nueve. Comenzaba un nuevo reto para el Getafe. Contra diez parece no saber jugar. A lo mejor, contra nueve las cosas mejorarían.

Así fue, era inevitable que no hubiera un zafarrancho de combate contra la portería de Aranzubia. Sin embargo, el Getafe no está para nada. Ni siquiera se acercó en el marcador. Apenas disparó a portería pese a su dominio. El Deportivo, contra todos los elementos, se llevó una más que meritoria victoria.

VALLADOLID 0 - XEREZ 0
El Valladolid se atasca en un partido para olvidar

Los de Mendilibar tuvieron más ocasiones pero el 0-0 fue fiel reflejo de lo acontecido en un encuentro para olvidar.

El Real Valladolid, que si algo había demostrado esta temporada era pegada y una notable capacidad ofensiva, se atascó hoy ante un disciplinado y animoso Xerez que consiguió un punto en Zorrilla y a punto estuvo de marcar su primer gol fuera de casa.

El Valladolid quería ratificar esta tarde la buena imagen de las últimas jornadas y Mendilibar, que calificó esta semana al Xerez como un equipo valiente, apostó por el atrevimiento y la calidad de Alberto Bueno en detrimento de Marquitos, aunque el madrileño no es un jugador de banda y eso se puso de manifiesto desde el primer momento.

Una tímida presión en campo contrario y cierta velocidad por las bandas fueron las armas que esgrimió de inicio un resuelto y bravo Xerez. A falta de otras virtudes, los gaditanos aparentaron ser un equipo más correcto y ordenado de lo que indica la clasificación aunque evidencian todavía cierto retraimiento en una categoría nueva para ellos.

Con Maldonado y Mario Bermejo muy dinámicos, el equipo andaluz se plantó bien en el campo durante los primeros minutos ante un Valladolid que empezó obtuso y sin sitio. Eso, hasta que Diego Costa comenzó a hacer alarde de su verticalidad aunque el partido transcurrió feo y gris, como la meteorología.

El fútbol no fluyó en toda la primera parte. Con el juego parado cada poco tiempo, hubo incluso una sustitución inesperada, la de Borja, afectado por un codazo de Aythami, por Víctor Hugo Gomes Passos "Pelé". No mejoró con ello el Valladolid, flojo en defensa y muy torpe en ataque, que no produjo ocasiones de gol ni dio la sensación de aplomo de otras tardes.

La primera mitad acabó con una chilena de Mario Bermejo que evidenció los problemas defensivos de los que no se libera el Valladolid en cuanto deja de presionar. Ese remate y la parada de Justo Villar echaron el telón a una primera mitad sosa, en la que nadie supo tener el balón.

A los nueve minutos de la reanudación, Costa tuvo el gol pero Renan aguantó muy bien el mano a mano y le atajó un balón destinado a ser el 1-0. El Valladolid mejoró en esta fase, pero nadie era capaz de cambiar el estado del encuentro, aunque fue Armenteros el que tuvo otra opción clara de marcar, solo ante Justo Villar quien rápido, ágil y decidido, le "barrió" el balón con los pies.

Mediado el segundo tiempo, el partido se abrió pero nadie tuvo la calidad suficiente para marcar diferencias. Mendilibar añadió un ingrediente más para desatascar a su equipo, ya que Manucho apareció con su habitual coraje para desplazar a Diego Costa a la banda izquierda.

El delantero angoleño emuló a Di Stéfano nada más entrar e intentó el remate del escorpión. Espectacular, vistoso, colorista aunque poco efectivo, ya que el balón se marchó por encima del larguero (min. 75).

El partido fue languideciendo y aunque el Valladolid tuvo más ocasiones, sobre todo en disparos lejanos, el 0-0 fue fiel reflejo de lo acontecido en un encuentro para olvidar.

TENERIFE 2 - MÁLAGA 2
Empate insulso entre Tenerife y Málaga

El CD Tenerife y el Málaga CF cosecharon un equitativo empate sobre el terreno de juego que no complace ni a unos ni otros, al dejarles, prácticamente, en los mismos preocupantes lugares en la tabla.

El apremio clasificatorio del Málaga le exigía inicialmente una atrevida y, al mismo tiempo, audaz disposición táctica ofensiva, no sólo para poner en aprietos la meta de Aragoneses sino también para impacientar y arrinconar en campo propio a su rival.

De esta manera, el portugués Edinho fue el primero en probar fortuna en los instantes iniciales con un flojo disparo que no encontró la meta local, y poco después, su compatriota Duda también trató de sorprender al meta, pero el balón se fue hasta el graderío alto del Heliodoro. Pero esta osada apuesta ofensiva de López Muñiz llevaba implícita un considerable riesgo, circunstancia que le costó muy cara en la primera incursión insular, puesto que Román Martínez supo culminar a la perfección una jugada individual del joven Omar Ramos.

Este primer gol trastocó por completo la proposición andaluza al mismo tiempo que afianzó en el campo a los locales, que al filo de la media hora incrementaron su ventaja, esta vez fue Alfaro el que remató a la red un pase de Kome, después de que el camerunés se aprovechara de un rechace de Munúa. Tras unos eufóricos pero efímeros momento de delirio local, se invirtieron nuevamente los roles, puesto que los malagueños se repusieron en apenas un par de minutos, y Edinho, a renglón seguido, aminoró la diferencia al aprovecharse de un rechace de Aragoneses, tras un disparo de Obinna.

El incisivo nigeriano Obinna pudo equilibrar nuevamente el marcador a los treinta y dos minutos, pero los guantes de Aragoneses y el larguero se interpusieron en la trayectoria del balón hacia la red, y así se llegó a una reanudación con renovados bríos.

El andaluz Javi López trató de sorprender a Aragoneses a los cincuenta y un minuto con disparo que acabó en las manos del meta, mientras que las primera tentativas locales se dilataron más de los previsto, justo hasta el minuto sesenta y cinco, cuando Alfaro disparó desde fuera del área a las manos de Munúa.

Instantes después, el onubense probó nuevamente fortuna, pero su disparo se fue excesivamente alto, todo lo contrario del de Javi López, que con un toque sutil pero eficiente, igualó la contienda en el minuto setenta y seis, al aprovecharse de un despeje corto de Manolo Martínez.

De aquí al final, poco más que reseñar en el plano ofensivo de uno y otro contendiente, salvo un tardío disparo de Nino desde fuera del área, pero no acertó en su intento de colocar el balón junto a la base del poste de Munúa.

SPORTING 1 - ESPANYOL 0
El Sporting logra los tres puntos ante un Espanyol que mereció el empate

El Sporting sumó tres puntos ante un Espanyol que mereció más en un encuentro en que los locales marcaron nada más dar comienzo el partido y luego supieron defender su portería con un juego que sino fue vistoso si práctico y que muestra el cambio radical que el equipo gijonés ha dado con respecto a la pasada temporada.

El pitido inicial coincidió con una fuerte tormenta sobre El Molinón y con ella llegó el gol del Sporting en su primer acercamiento de los rojiblancos a la puerta de Kameni en una jugada de Diego Castro que dispara a portería y Bilic tocó lo justo para despistar al portero camerunés.

El partido se ponía de cara para los rojiblancos pero el Espanyol encajó el gol sin afectar ni un ápice a su idea de juego y empezó a meter balones largos sobre la pareja de centrales del Sporting, que pasaban bastantes apuros.

El Sporting, no obstante, llegaba con peligro y Matabuena en el minuto 7 disparó cruzado cuando se encontraba en inmejorable posición en la antesala del primer disparo a puerta del equipo barcelonés, en una falta lanzada por Paraja que salió por encima del larguero.

Verdú se empezaba a adueñar del centro del campo y movía el balón a su antojo y con mucho acierto, y en un de esos pases dejó en franquicia a Callejón en un mano a mano con Juan Pablo que no supo resolver con acierto.

El Espanyol ya era el absoluto dominador del juego y en la siguiente llegada Luis García remató al larguero y a continuación Callejón se fue por velocidad y se plantó de nuevo ante el portero del Sporting con todas las ventajas, pero intentó regatearlo y lo hizo fatal dando tiempo a la defensa para frustrar otra gran ocasión.

El Sporting en esos momentos del partido perdía el balón con mucha facilidad pero de vez en cuanto se plantaba en las inmediaciones de Kameni llevando la incertidumbre a la zaga catalana. A pocos minutos para el descanso, Márquez sufrió una rotura muscular en una jugada fortuita y en su lugar entró De la Peña, el jugador que la pasada temporada se la lió al Sporting con lo que los nervios en la grada fueron en aumento.

Antes del descanso la zaga local no acertó a despejar el balón en un lanzamiento de córner y Pillud trató de disparar pero su remate salió muy desviado hasta el punto de que se convirtió en un centro que tocó Iván Alonso y el balón salió rozando el poste derecho de la portería sportinguista en la última ocasión de la primera parte.

El centro del campo del Sporting no estuvo en estos primeros 45 minutos a la altura de anteriores partidos y se vio claramente superado por el del Espanyol, que no se mereció irse a los vestuarios por detrás en el marcador.

El Sporting salió en la segunda parte con una actitud muy distinta y más dispuesto a atacar y ya desde el inicio la portería españolista empezó a pasar apuros, en especial en una internada por su banda del lateral Lora, quien, tras deshacerse de varios contrarios, envió el balón a Bilic aunque éste no vio solo a Diego Castro y la defensa despejó el balón.

Pochettino decidió dar entrada a Nakamura, pero retiró a Verdú que en la primera parte había sido uno de los mejores de su equipo, unos minutos antes de que Bilic se colará entre los dos centrales y cayera derribado reclamando penalti que el árbitro no concedió.

El Espanyol volvió a hacerse con el dominio del balón y al Sporting se le nublaron de nuevo las ideas que Preciado quiso revitalizar con la entrada de Carmelo por un desacertado Luis Morán, aunque el canario se situó en la banda y no en la media punta donde la pasada temporada realizó una gran campaña.

El esfuerzo físico realizado por los dos equipos empezó a pasarles factura, la presión ya no era tan efectiva y los fallos más frecuentes con lo que la sensación de peligro aumentó en ambas porterías.

La entrada de Kike Mateo en el Sporting revolucionó a su equipo y también a los espectadores que entre la incertidumbre del resultado y el frío y la lluvia no estaban teniendo lo que se dice una tarde apacible.

El juego se volvió un tanto loco con varios jugadores muy tocados físicamente y los gijoneses creando las mayores ocasiones de peligro, en especial una jugada personal de Diego Castro que tras hacerle un ''caño'' a Pillud disparó con intención muy cerca del poste ante un superado Kameni.

Fue la última ocasión de un partido en el que el Sporting sumó tres puntos de oro ante un rival que llegaba a El Molinón invicto en las últimas siete jornadas y que no merecieron marcharse de Gijón sin haber sumado algún punto.

RACING SANTANDER 0 - ATHLETIC BILBAO 2

El Athletic gana con comodidad y pone a Mandiá al borde de la destitución

Gurpegui e Iraola fueron los goleadores del partido. La capacidad de reacción del Racing fue nula y se oyeron gritos pidiendo la destitución del entrenador.

El Athletic se impuso, con goles de Gurpegui e Iraola, a un Racing que afrontaba este partido como si se tratara de una final, porque así se planteaba la situación para el técnico Juan Carlos Mandiá, bajo cuyas directrices los cántabros solo han sumado en casa un punto de los quince que han disputado.

Auténtica revolución en el Racing para un partido especialmente trascendental para el técnico Juan Carlos Mandiá pues del resultado del choque ante el Athletic dependería, en buena medida, su continuidad al frente de la plantilla cántabra.

La apuesta de Mandiá fue dejar en la grada al hasta ahora insustituible Pedro Munitis y a los centrales Morris y Henrique y dar la titularidad en el centro de la defensa al jugador del filial Osmar, que debuta en Primera División.

Por su parte, Joaquín Caparros, finalmente no contó con Fernando Llorente, que no pasó la prueba de última hora y se sumó a las bajas de Koikili y Yeste entre otros. Además, dejó a Ion Vélez como hombre más adelantado, acumulando a cinco hombres en el centro del campo.

El partido empezó igualado, sin que ninguno de los equipos lograra hacerse con el dominio del centro del campo, aunque era el Athletic el que daba más sensación de peligro, como en la ocasión que tuvo De Marcos, cuyo disparo desde la frontal del área fue atajado por Toño.

El Racing, a la contra, también dispuso de una clara oportunidad con un pase en largo de Luis García, que controló Geijo para revolverse y acabar chutando demasiado blando, solo ante Iraizoz.

Según fueron pasando los minutos el Racing adelantó sus líneas y tuvo en Tchité a su hombre más activo en ataque. El burundiano fue amonestado por una chilena en el área en la que contactó con el pie en el rostro de Ustaritz y se fue en un par de ocasiones de su marcador, pero sin llegar a concretar.

Cuando peor estaba jugando el Athletic se adelantaron los "leones", con un saque de falta botado por Castillo, para que Gurpegui ganara en el salto a los defensas y marcara de cabeza. Una vez más, la defensa del Racing hacía aguas.

Poco antes del descanso Tchité tuvo en sus botas el empate cuando remató a placer desde el punto de penalti, pero Irazioz sacó una buena mano, sobre la raya de gol. Y la segunda parte también empezó con una ocasión del Racing, al rematar Christian desde la frontal para que Iraizoz despejar un balón que entraba ajustado al larguero.

Según pasaban los minutos aumentaba la precipitación de los racinguistas y el Athletic la aprovechaba para inquietar a la contra, pero Toño impidió con dos buenas intervenciones que aumentara la ventaja de los de Caparros.

Y, a falta de un cuarto de hora, el Athletic dejaba el partido prácticamente sentenciado al transformar Iraola un claro penalti cometido por Lacen, al derribar dentro del área a Ion Vélez.

A partir de ahí, como hasta entonces, la capacidad de reacción del Racing fue nula y se oyeron gritos pidiendo la destitución de Mandiá, con muchos pañuelos en una grada que ya había sido abandonada por cientos de aficionados. Con el pitido final la bronca fue unánime.

ALMERÍA 2 - OSASUNA 0

Uche guía al Almería al reencuentro con el triunfo

La UD Almería se reencontró con el triunfo en el partido con el Osasuna (2-0) gracias a los dos tantos de Kalu Uche, con lo que pone tierra de por medio con la cercanía de la zona baja de la tabla.

El equipo almeriense salió al campo muy "enchufado" y dispuesto a no especular con el empate sin goles, y de hecho su salida al campo fue para sentenciar. Así, en el primer minuto tuvo dos ocasiones, la primera de Nieto, cortada en defensa, y la segunda la del gol, ocasionado por un robo de balón de Crusat que mandó el esférico a Guilherme, el centro deéste lo despejó Ricardo y Uche, al que le cayó el balón en el área pequeña, aprovechó para mandar la pelota a la red de Osasuna.

Con la tranquilidad del primer gol, la UD Almería fue dueña del balón, aumentando su dominio de forma paulatina, aunque sin mucha más llegada para crear peligro. Un ocasión para los locales llegó con un cabezazo de Soriano, tras una falta cometida sobre él que sacó Bernardello (m.20), pero a partir de entonces el Almería evitó irse demasiado arriba y perder su renta.

Por su parte el conjunto navarro mostró gran falta de intensidad y su único disparo franco en la primera parte lo hizo Nekounam, en el minuto 33, pero el baló le llegó a las manos del cancerbero local Diego Alves.

En la segunda mitad del encuentro, el Osasuna adelantó sus líneas y en el minuto 47, por medio de Pandiani, pudo empatar el partido tras un centro perfecto de Camuñas que el uruguayo remató sin acierto. La UD Almería siguió siendo la dueña del balón, pero fallando siempre el último pase y no acertaba a cuajar jugadas de verdadero peligro.

Con más presencia en el área, no hizo tanto daño como pudo hacer el Osasuna, que nuevamente pudo empatar en el minuto 66, tras una jugada por la banda derecha con centro de Juanfran que remató Camuñas y, con Diego Alves batido, salvó Bernardello, uno de los mejores de un partido.

El equipo andaluz controlaba el centro del campo, con mucho robo de balón y con los cambios de su técnico, Hugo Sánchez, ganó velocidad en el intento de sentenciar.

En el Osasuna había se había retirado a Camuñas por Masoud pero no sirvió para que el equipo llegará con más peligro y tampoco lo consiguió con las entradas de Galán y Calleja. Sin embargo el que más buscó el gol fue la UD Almería, que en el minuto 87, puso la sentencia por medio de Kalu Uche, que reivindicó con goles su presencia en el once inicial y aseguró el triunfo de su equipo.

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