sábado, 17 de marzo de 2012

Los chilenos fueron los padres de la Copa Libertadores de América

El presidente de la Conmebol, José Ramos de Freitas adaptó una propuesta de la UEFA, dando nacimiento a la Copa Intercontinental. La idea fue planteada por el Dr. Joao Havelange en Londres el 19 de octubre de 1958.


El brasileño José Ramos de Freitas, presidente de la Conmebol entre 1957 y 1959.  
El 29 de junio de 1958, en el Estadio Rasunda de la localidad de Solna, ubicado en el área metropolitana de la ciudad de Estocolmo, capital de Suecia, nació un nuevo orden en el fútbol de América del Sur y del Mundo. De la mano de Joao Havelange, de 42 años, que llevaba apenas cinco meses al frente de la CBD, y de Pelé, un Rey niño de 17, Brasil conquistó la Copa del Mundo.

Existe un documento probatorio -al que aludiremos en líneas siguientes-, que confirma la existencia de reuniones llevadas a cabo durante la disputa de ese torneo ecuménico en tierra sueca entre dirigentes de la UEFA y la CSF. En ellas participaron los europeos liderados por el Secretario del organismo, el influyente Pierre Delaunay, y los de América del Sur. Junto con el Presidente de la Confederación Sudamericana, el brasileño Prof. José Ramos de Freitas -había iniciado su mandato el 30 de marzo de 1957-, participaron el Presidente del Comité Organizador del Mundial 1962 en Chile, Carlos Dittborn; el titular de la AFA, Raúl H. Colombo; el Dr. Havelange y los dirigentes paraguayos.

En esas reuniones informales con sus pares de la UEFA, Delaunay planteó la conveniencia de poner en marcha la disputa de un partido anual entre las Selecciones de Europa y América, integradas especialmente para esa ocasión por los mejores jugadores de ambos continentes. Del cambio de ideas llevado a cabo en la ocasión, se plantearon las dificultades que existían en América del Sur para plasmar la iniciativa. Largas distancias entre los países y dificultades de una navegación aérea incipiente, hacía imposible lograr conjuntar una Selección con las estrellas de los diferentes países. En cambio se pensó que la idea podía llevarse a cabo entre los clubes campeones de ambos continentes. Nada se resolvió en esa instancia, quedando los dirigentes sudamericanos en brindar una respuesta formal sobre el planteo recibido.

Al retornar a América del Sur, el Prof. de Freitas, en setiembre de 1958 remitió un telegrama a las Asociaciones de Paraguay, Uruguay, Argentina y Chile, anunciando su visita a esos países "con el propósito de considerar con los dirigentes problemas de importancia relacionados con actividades futuras en el continente".
LOS CHILENOS PLANTEAN LA COPA DE CAMPEONES
El jueves 18 de septiembre de 1958, después de visitar Asunción, el Prof. de Freitas culminaba su estada en Montevideo para trasladarse a Buenos Aires donde se reuniría con los dirigentes argentinos y los chilenos. En la AUF había dado cuenta a los dirigentes charrúas, de la iniciativa de la UEFA y de la posición de Brasil en tal sentido, para que el enfrentamiento anual fuera entre los clubes campeones de Europa y América.
El Presidente de la Conmebol, Ramos de Freitas, en la AUF junto al Presidente Fermín Sorhueta (17.09.1958).
 
Ese día, la agencia AFP de su sede en Buenos Aires, distribuyó una información llamativa. "Delegados de la Federación Chilena de Fútbol -decía el cable- que se encuentran en esta capital, declararon auspiciar la realización de un campeonato de campeones de varios países sudamericanos, según el proyecto cuyo texto oficial será dado a conocer hoy. Se reuniría a los ganadores de los torneos oficiales de Bolivia, Chile, Brasil, Paraguay, Uruguay y Argentina, denominado Campeonato Sudamericano de Campeones. Se usará el sistema mundial para clasificar a los finalistas, quedando para cada entidad participantes el importe de las recaudaciones cuando actúe como local. Aún no se fijó fecha para la realización pero se estima que podría ser una vez finalizado el torneo sudamericano de 1959 o la temporada siguiente".
Aunque el cable no lo señala es difícil establecer el autor de la iniciativa. Puede haber sido Dittborn, que participó en las reuniones de Estocolmo. Si se proyectaba un partido entre los clubes campeones de Europa y América, resultaba lógico crear el torneo que consagrara al vencedor sudamericano, puesto que en Europa desde la temporada 1955/56 se desarrollaba este certamen.
Otras fuentes, atribuyen la iniciativa al Dr. Antonio Losada, basándose en la experiencia del torneo de 1948. Losada estuvo siempre vinculado a la Universidad de Chile, fundó el Círculo de Periodistas de su país y fue otro de los hombres claves en la Copa del Mundo de 1962. De lo que no existen dudas, es que fue Chile "el padre de la criatura".
Esa misma noche, adelantándose a los hechos, la Junta Dirigente de la Asociación Uruguaya de Fútbol, en presencia del Presidente de la CSF, Prof. de Freitas resolvió, categóricamente, que "por las mismas razones que no se aconseja la organización de partidos entre clubes campeones de América del Sur y Europa, amén de que ello podía significar una fisura en la unidad de las asociaciones afiliadas a la CSF, se entendió con el señor De Freitas, que estas competiciones no pueden ser patrocinadas ni por la Confederación, ni por las asociaciones integrantes de ella".
¿Cuáles eran los motivos de tan contundente resolución? La AUF sostenía que "la competencia que se promueve atentará contra el interés y la disputa de los Campeonatos Sudamericanos de Selecciones y la actividad local de las Asociaciones".
ARGENTINA APOYA LA IDEA DE CHILE
"Al cruzar el charco" –como llaman orientales y porteños al cruce del Río de la Plata-, el Prof. de Freitas llevaba en su mochila la oposición de Uruguay a las dos copas proyectadas. El miércoles 24 de setiembre el Prof. Ramos de Freitas se reunió en la calle Viamonte, en la sede de la AFA, con los dirigentes argentinos encabezados el presidente Raúl H. Colombo, junto con los chilenos. Los trasandinos realizaron la presentación oficial del proyecto de creación del Campeonato Sudamericano de Campeones, idea sobre la cual Colombo manifestó el total apoyo de la AFA. Implícitamente, esta expresión positiva sobre el torneo confirmaba, también, la aprobación de la iniciativa de la UEFA pero sustituyendo el partido propuesto entre selecciones, por el de los clubes campeones.
UNA CARTA TRASCENDENTE
Al retornar a Río de Janeiro el Prof. de Freitas informó del resultado de su viaje al Presidente de la CBD, Dr. Joao Havelange, quién se trasladaba a Europa como invitado de honor a las sesiones de la UEFA que se desarrollarían a partir del 19 de octubre en Inglaterra. Havelange sabía muy bien que en el fútbol el poder depende del éxito deportivo emanado de la cancha, razón por la cual no tomó en cuenta la posición contraria de Uruguay, apoyándose en la decisión favorable de Chile y Argentina. La batalla política en el seno de la CSF estaba ganada antes de comenzar.
Por este motivo el Prof. de Freitas redactó y firmó una carta oficial como Presidente de la CSF destinada a Pierre Delaunay, Secretario General de la Unión Europea de Fútbol. La carta está fechada en Río de Janeiro el 18 de octubre, es decir el día previo a la partida del Presidente de la CBD para Europa. La nota fue enviada por correo, pero las acciones, como se verá, estaban coordinadas.
En el texto de su misiva se expresa que "según las conversaciones que tuvimos en Estocolmo (N. de R. Las llevadas a cabo durante la Copa del Mundo), es difícil, sino imposible, la realización de un partido entre las selecciones de Europa y América del Sur en vista de las grandes distancias entre nuestros territorios. Pero un partido anual, con revancha, a ser disputado entre las asociaciones campeones de uno y otro continente es evidentemente practicable, surgiendo de esos partidos, el Campeón Mundial".
¿UNA MENTIRA PIADOSA?
En el segundo punto de la carta –además de dejar bien en claro que se trataba de los clubes campeones-, el Prof. de Freitas expresó: "Después de conversaciones con muchas instituciones, hemos recibido, en principio, el apoyo de Argentina, Chile, Paraguay y Uruguay, para la realización del Campeonato Sudamericano de Asociaciones campeones y por las informaciones telegráficas provenientes de Europa se sabe que el Brasil también, de acuerdo con las declaraciones hechas por el Dr. Havelange, Presidente de la Confederación Brasileña de Deportes, concuerda con la idea original".
La gran pregunta que no encontrará respuesta es, ¿por qué el Presidente de la CSF afirmó en su carta que Uruguay estaba a favor cuando, expresamente y a través de una declaración oficial, se había manifestado en contra? Es posible que –en un mundo desconectado-, el prestigio que aún tenía el fútbol de Uruguay, Campeón del Mundo en 1950 y cuarto en 1954, haya llevado a que, para evitar alguna reticencia de los europeos ante una negativa oriental, los incluyera apoyando la iniciativa.
El Prof. de Freitas asegura que "en vista de nuestro plan de realizar un Campeonato Sudamericano de Clubes, creemos que ese gran partido será una realidad", y finaliza informando que a la brevedad viajará a Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Venezuela para culminar con las consultas.
EN LA UEFA SE OFICIALIZA LA COPA INTERCONTINENTAL
En las reuniones de la UEFA el Dr. Havelange informó verbalmente la situación planteada en América del Sur, coincidiendo con el tenor de la carta oficial que semanas después, llegaría a manos de la UEFA. Es así como el Dr. Havelange fue el portador del planteo de América del Sur favorable para que "los respectivos vencedores se encuentren en un match intercontinental", según lo informó un cable de AP del 19 de octubre. La noticia agregaba que "José Crabay, de Bélgica, que presidía las deliberaciones elogió públicamente al Dr. Havelange destacando las gestiones que pueda hacer la CBD para concretar ese proyecto". Agrega que "la idea suscitó el mayor interés en la prensa deportiva londinense".
También recogió declaraciones del Dr. Havelange. "Estoy verdaderamente halagado por las cortesías de que soy objeto por parte de los dirigentes futbolistas de Europa y del estímulo que encontramos los sudamericanos en la prensa especializada para la realización del proyectado torneo anual. Agradecería especialmente las manifestaciones de los presidentes de los clubes españoles, Santiago Bernabeu del Real Madrid y Javier Barroso, del Atlético, que expresaron que consideran un honor para su respectivos clubes encontrarse con campeones sudamericanos. Después del mundial reservado a los equipos representativos de naciones, estas copas de clubes campeones, en el plano internacional, representan un progreso y un redoblamiento del interés de la competición deportiva en todos los países involucrados".
MARZO DE 1959: CONGRESO DE LA CSF EN BUENOS AIRES
Coincidiendo con la disputa del Campeonato Sudamericano de 1959 se llevó a cabo el Congreso de la CSF en la AFA. Inicialmente existió un ambiente difícil debido al planteo de Colombia, Ecuador y Venezuela, que protestaron porque no fueron invitados a participar en el torneo debido a que "económicamente no interesaban".

El matutino Clarín, de Buenos Aires, anuncia el Congreso del día siguiente y el Orden del Día (04.03.1959).
 
En "El País" de Uruguay, Bernardo Garros escribió proféticas palabras sobre este tema: "Sin haber arrojado al rincón el idealismo deportivo, el fútbol actualmente no se nutre de ideales, sino de dinero. Es la ley inexorable del profesionalismo (...) No es sin dolor que escribimos estas líneas, pero nos rompe los ojos la realidad. Probablemente este Campeonato Sudamericano sea el último que se dispute con participación de seleccionados. Podrá sustituirse en el futuro, con un Torneo donde intervinieran los clubs campeones de los respectivos países afiliados a la Confederación. El viejo ideal de Don Roberto Espil se pondría en marcha..."
El 31 de marzo se consideró la creación de la Copa de Campeones de América, teniendo como base un informe favorable de la Comisión de Asuntos Internacionales de la CSF redactado luego de estudiar la idea de Chile que el presidente saliente, Prof. Ramos de Freitas, bajó al papel articulando el proyecto y dando vida a lo que la prensa llamó la propuesta "brasileño-chilena". El mismo señalaba que "aunque en general es considerado antieconómico desde el punto de vista deportivo se considera viable". Durante la discusión, la delegación de Uruguay integrada por Saturno González, Wáshington Cataldi, Juan Barbaruk y Justino Carrera Sapriza, realizó un alegato en contra del proyecto. Ante la negativa de los orientales el tema quedó sin definición siendo rechazado. El peso político de Uruguay imponía respeto.
El domingo 5 de abril de 1959, se efectuó la sesión de clausura del congreso de la CSF, resolviéndose convocar un nuevo encuentro de los países para el mes de julio, en Caracas, para considerar el siguiente temario: 1) reestructuración de la forma de disputa de los Campeonatos Sudamericanos de selecciones; 2) creación de la Copa de Clubes Campeones de América y 3) ratificación de la realización del Sudamericano Extraordinario en Guayaquil para fines de este año 1959.

Próxima nota: La historia jamás contada del nacimiento de la Copa de Clubes Campeones, Libertadores de América.


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