Leo Messi ha logrado llegar al estatus de quien asume cada partido como una nueva posibilidad de romper un récord. El argentino del Barça llega al encuentro de ida de los cuartos de final como máximo goleador de la Champions, con doce goles, y además de confirmar su condición de Pichichi del torneo por cuarto año consecutivo, un registro inédito en la historia de la Copa de Europa.
Pero además, Messi puede convertirse esta misma noche, en un escenario tan mítico como San Siro, en el primer jugador que iguala los 14 goles del italobrasileño José Altafini en una misma temporada en la máxima competición europea. Lo hizo con el Milan, que acabaría ganando la final ante el Benfica. Altafini, hoy colaborador de una televisión italiana, aún presume de ser el mejor goleador en una temporada de la Copa de Europa, la 1962-63, en la que anotó 14 goles, en un camino paralelo al de Messi: también anotó cinco goles en un partido, ante el Unión Luxemburgo, en un partido que el Milan ganó 8-0.
Algo especialmente extraño debería ocurrir para que Messi no rompa este año el récord de Altafini: el argentino tiene al menos dos partidos asegurados, ante el Milan, y tendrá dos más si el Barça se cuela en las semifinales. Altafini, por cierto, redondeó sus 14 goles de la mejor manera, con un doblete en la final jugada en Wembley frente a un Benfica que llegaba como vigente campeón. Esa es otra de las escasas asignaturas pendientes de Leo, marcar más de un gol en una final de Champions, aunque ya vio puerta en Roma (2009) y Wembley (2011).
Messi empezó el curso con un total de 37 goles en la historia de la Champions League y ahora ya suma 49. Su salto de calidad, especialmente tras los cinco goles que marcó ante el Bayer Leverkusen, es más que notable porque ha pasado de la parte media-baja del top ten de goleadores históricos a la zona noble. El argentino, de hecho, tiene a tiro el podio de anotadores de la historia de la Copa de Europa, con Raúl González como gran objetivo. El ex del Madrid, ahora en el Schalke 04 y que este año no ha disputado la Champions, lidera la tabla con 71 goles. Le siguen Ruud van Nistelrooy, con 56 y Thierry Henry, con 50, solo un gol por delante de un Messi que tiene todos los números para acabar, tarde o temprano, siendo el líder goleador de la historia de la Copa de Europa. De momento, ha dejado atrás a jugadores de la talla de Inzaghi (46), Del Piero (42), Shevchenko (48) o incluso a un histórico como Eusebio (46).
La historia de la Copa de Europa, convertida en Champions League en 1993, no ha conocido nunca un dominio tan abrumador de un goleador: Gerd Müller fue el Pichichi de la competición en tres temporadas consecutivas (1972-73, 73-74 y 74-75) al frente del potente Bayern de Múnich de la época, pero a la cuarta cedió el trono ante un compatriota, Jupp Heynckes. Eso sí, Müller volvió a ser el máximo goleador de la Copa de Europa en la temporada 1976-77. Pero ningún jugador ha logrado encadenar cuatro temporadas como máximo goleador del torneo: Messi lo tiene a tiro.
Especialista en goles importantes en Italia
El mapamundi goleador de Leo Messi comprende países de todo tipo y en varios continentes, pero había dos, muy futboleros, que se le resistían. Ni Italia ni Inglaterra habían visto demasiados goles del ‘10’, pero cuando pudo anotarlos en su lista, lo hizo a lo grande. En el caso de Inglaterra, marcando en la final de Wembley del año pasado, y en el caso de Italia, marcando el 2-0 en la final de Roma ante el Manchester United, el broche de oro a la temporada 2008-09. San Siro era uno de esos estadios míticos que también se le resistían, pero Messi se quitó la espina en la fase de grupo, al marcar desde el punto de penalti un gol decisivo para que el Barça ganase 2-3. El currículum goleador de Messi en Europa también contempla el Santiago Bernabéu, el campo del Celtic de Glasgow (Celtic Park) y, entre otros, el Saint Jakob Park de Basilea, un estadio de especial relevancia en el imaginario histórico blaugrana.
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