Las negociaciones entre clubes y jugadores de la liga siguen sin rendir frutos después de una nueva reunión de cinco horas entre ambas partes.
Con el fracaso de la reunión de cinco horas en Nueva York por un nuevo acuerdo laboral se arruinan las esperanzas de que la temporada regular de 82 partidos pueda salvarse.
David Stern, comisionado de la NBA, decretó después de la fracasada reunión la cancelación de más partidos. "Teníamos la esperanza común de poder salvar toda la temporada. Pero después de que las conversaciones se hayan roto, no es posible de ningún modo que haya una campaña completa", dijo Stern la noche del viernes.
La primera vez que hubo una temporada recortada fue la de 1998/99, cuando en lugar de 82 partidos, la campaña regular tuvo sólo 50 por equipo y comenzó a principios de febrero.
Stern ya había suspendido el 10 de octubre los primeros 100 partidos, previstos del 1 al 14 de noviembre, por lo que son ya 202 los encuentros anulados.
Con la cancelación de la segunda quincena del mes próximo, las pérdidas económicas para cada parte alcanzan los 350-400 millones de dólares. La falta de encuentros de pretemporada supone otros 200 millones.
El jueves, clubes y jugadores habían acercado sus posturas, pero el viernes todo se encalló de nuevo. "Simplemente hoy no era el día de cerrar el asunto", dijo el presidente del sindicato de profesionales y jugador de Los Angeles Lakers, Derek Fisher.
De nuevo el principal punto de fricción es el reparto de los ingresos totales de 4.300 millones de dólares. Los clubes ofrecen una división al 50 por ciento, pero los profesionales no quieren bajar del 52. "Los jugadores nos han dicho que no están dispuesto a bajar ni un centavo del 52 por ciento", dijo Stern.
Cada punto porcentual está valorado en unos 40 millones de dólares, por lo que están separados por 80 millones. Aún no está fijada la próxima reunión.
Con motivo de la reducción de la temporada, los ingresos también se verán recortados, por lo que Stern ya dejó claro que no habrá otra oferta del 50-50. "Ahora hay que ver lo graves que son los daños y calcular todo de nuevo", advirtió el comisionado.
"Ambos salimos muy dañados", admitió Stern. "La próxima oferta reflejará las extraordinarias pérdidas que se están acumulando", agregó. Los jugadores recibían desde 2005 el 57 por ciento de los ingresos, cifra que ahora verán muy reducida.
Los profesionales ya han cedido al admitir contratos más cortos, un impuesto de lujo más alto y otras medidas que recortan los gastos de los clubes, que aseguran haber tenido un total de 300 millones de pérdidas la campaña pasada.
El director ejecutivo del sindicato de jugadores, Billy Hunter, abandonó la reunión antes del final. "No vamos a aceptar el 50-50 con todas las concesiones que hemos hecho. Les dijimos que queríamos tener algunos dólares", dijo sarcástico Hunter, que también se opone a un drástico límite salarial.
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