lunes, 11 de octubre de 2010

A romper el molde En esta época, siempre se acostumbra a abundar en análisis sobre favoritos al título en NBA. Bruno Altieri, en tanto, esquiva el tema y trae seis posibles sorpresas para 2010-11.


Seis posibles sorpresas

Un panorama de las franquicias que pueden esquivar la pesadilla en la NBA 2010-11

BUENOS AIRES -- En los días que corren, todos quieren probarse el saco que Oklahoma City Thunder hizo brillar en la temporada pasada.
Las franquicias se ilusionan con sumar al próximo Kevin Durant y una sinfonía de acompañamiento de primera línea, para, al menos, bordear el éxito gracias a un grupo de prodigios con las valijas sin desarmar en las puertas de la Liga.
Pero para pasar de vivir en un monoambiente a descansar en una mansión, se requieren varios años de trabajo. Ganar la lotería -literalmente, si nos referimos al Draft- no siempre garantiza el éxito inmediato. Hemos visto numerosos casos en los últimos años que parecían ser y nunca terminaron siendo. Nadie puede conseguir músculos de acero si no se tiene un esqueleto previo que los sostenga.
En la entrega de esta semana, pretendemos anticipar seis posibles sorpresas de cara a la temporada 2010-11. Una pizca de confianza a tiempo puede hacer saltar a estos equipos a la estratósfera, pero un paso en falso puede hundirlos en un pozo profundo y oscuro.
Sin medias tintas, vayamos a conocer en detalle el porqué de los elegidos.

CHICAGO BULLS

Ya hemos calentado bastante la lengua para hablar de los Bulls durante septiembre. Pero si tuvieramos que elegir una serie de equipos de mejora, sería realmente curioso no elegir a Chicago.
Quizás la expectativa esté volando por encima de la media, pero no podemos culpar a los fanáticos de los Bulls que todavía recuerdan los vuelos de MJ en la década de los '90. Desde aquí, nuestra obligación es zamarrearlos para que se despierten a tiempo.
Empecemos por decir que estos Bulls no tienen nada que ver con aquel equipo de Chicago. Nada. Y eso no significa que vayan a ser mucho peores, sino simplemente lo que decimos: que son diferentes en su esencia.
Si bien en el verano se escapó el tren que llevaba el oro, la plata y el bronce (LeBron James, Dwyane Wade y Chris Bosh), lograron traer a Carlos Boozer en la pintura, renovar a Joakim Noah y fortalecer el perímetro con Kyle Korver, Ronnie Brewer y C.J. Watson. En el camino, perdieron a Kirk Hinrich y Brad Miller, entre otros.
Anoten el nombre del centro turco Omer Asik, quien hoy por hoy vuela bajo el radar pero que le dará soluciones a Chicago en la zona de postes. Ni hablar de Taj Gibson cuando le toque saltar desde el banco.
Quizás el valor adicional más importante de los Bulls haya estado en el cambio de coach. Si Tom Thibodeau logra imponer su espíritu defensivo, este equipo de Chicago puede ser letal, sobre todo por su energía. Preocupa la salud de Boozer, pero imaginemos un escenario ideal: Rose, Korver, Deng, Boozer y Noah.
¿Suena, no? Ya imagino el espíritu festivo en el United Center. Sobre todo, si se tiene en cuenta lo que logró Vinnny Del Negro el año pasado pese a pelearse con John Paxson en medio de la temporada. Es obvio decirlo, pero no puede ser peor para Chicago en 2010-11. De ninguna manera.

MILWAUKEE BUCKS

En el medio de una tormenta sin precedentes, que incluyó la baja de su gigante Andrew Bogut en el último tramo de temporada regular y la de su alero estrella Michael Redd durante toda la campaña, los Bucks lograron ganar 46 partidos en 2009-10.
Y ahora, de cara a la temporada 2010-11, conservaron lo que tenían y sumaron más profundidad de plantel.
La mirada sobre Milwaukee es altamente positiva. Es un equipo que ha hecho su reconstrucción desde la defensa, conformando un roster sólido, de buenas variantes ofensivas y de conducta posición a posición.
Para los apocalípticos, se notará bastante la baja de Luke Ridnour en el traslado, sobre todo porque el combo formado por Kenyon Dooling y Earl Boykins no alcanza ni siquiera a pararse al pie del poster que traia el ex base armador de la franquicia.
Pero muchachos, no sean tan pesimistas. Los Bucks incorporaron a Chris Douglas-Roberts, Corey Maggette y Drew Gooden -en el combinado perímetro-pintura- y renovaron a Carlos Delfino y John Salmons, entre otros.
Creo que sería una catástrofe si Milwaukee no alcanza los playoffs en el Este. Tienen un coach que intenta jugar defensa -Scott Skiles- y un equipo que, además de darle el gusto a su entrenador, tiene numerosas armas ofensivas para quemar redes.
El punto crucial de este equipo tiene que ver con la salud de Bogut. Si el centro australiano regresa en condiciones, serán una de las grandes sorpresas de la temporada. Tómenme la palabra.

SACRAMENTO KINGS

Entramos en el terreno de las apuestas fuertes. Debo ser uno de los pocos analistas que creen que los Kings pueden tener un año de despegue interesante.
Créanme, tengo razones para pensar en positivo.
En principio, me gustó el año de transición de Sacramento en la temporada pasada. El trabajo del coach Paul Westphal fue realmente bueno y si bien los Kings no pasaron de cenicienta a primera dama, se vieron indicios de reconstrucción positivos de cara a las temporadas que vienen.
Veamos, han tenido el Novato del año (Tyreke Evans) y ahora ha llegado DeMarcus Cousins, uno de los rookies más talentosos del mercado, y están rodeados de jugadores en crecimiento como Omri Casspi, Jason Thompson y Donte Greene. Ni hablar que, con la llegada de Samuel Dalembert, la pintura se hace más que respetable.
Por lo tanto, no veo por qué los Kings no pueden sorprender en esta campaña. Son jóvenes, desfachatados y muy talentosos, aunque deben mejorar su defensa y los lanzamientos a distancia. Quizás la pregunta de la mayoría es si pueden dar el gran salto en este momento. Déjenme recordar que decían lo mismo de Oklahoma City Thunder.
Aquí, el que no apuesta no gana. Y Sacramento es, quizás, la apuesta más fuerte de esta temporada baja.

NEW YORK KNICKS

Todavía me pregunto qué hago escribiendo sobre un equipo con un entrenador que no le gusta defender. Pero aquí me tienen, tan entusiasmado como ustedes por lo que se viene en la Gran Manzana.
Donnie Walsh y Mike D'Antoni se perdieron el plato principal llamado LeBron James, pero agarraron, quizás, la entrada más deliciosa -y picante- del restaurante NBA: Amare Stoudemire.
Los Knicks serán realmente mejores respecto a la temporada pasada -y mucho más jóvenes-. De eso se trata la evolución, pensar en ganar ahora con el valor añadido de poder ganar después. Incorporaron a Anthony Randolph en la pintura (uno de los grandes proyectos de la Liga), y en ese apartado lucen parejos al ex combo de internos David Lee-Al Harrington.
Considero que tienen un gran recambio en la pintura con Ronnie Turiaf y Timothy Mozgov, y han evolucionado en grande en la base, ya que la llegada de Raymond Felton le da orden y defensa a la primera línea de traslado.
Creo que New York, si hace una buena temporada, puede soñar con un octavo puesto de playoffs. Será difícil con tantas caras nuevas, pero son jóvenes, veloces y con ganas de progresar. Volvemos al principio: mejorarán su defensa pero no serán buenos defensores. Se puede llegar a playoffs con una defensa bajo la media, pero no se puede pasar más de allí sin jugar un básquetbol superior sin pelota.
Las pruebas están a la vista. Lo lamento amigos neoyorquinos, pero la única verdad es la realidad.

NEW JERSEY NETS

Okey, empezaré diciendo que no enloquecí. Ya lo sé, ningún loco ha logrado, en la historia de la humanidad, convencer a sus interlocutores de que no está fuera de sus cabales. Pero haré el intento por demostrar que aún corren chispazos de razón por mi cerebro.
Los Nets fueron el hazmerreír de la NBA en la temporada pasada. El bufón de la serie regular con su interminable cadena de derrotas, una obra de teatro tragicómica con varias aristas de despegue para la charla de café. Pero muchas cosas han cambiado hoy en día, sobre todo con la llegada de su nuevo dueño, el multimillonario ruso Mikhail Prokhorov.
Tras fracasar en la llegada de LeBron James -y de cualquier otra estrella del mercado, incluyendo a Carmelo Anthony- New Jersey volvió a ser noticia en gris oscuro para los periódicos estadounidenses.
Pero, todos sabemos, el mundo suele vivir equivocado. La llegada de Avery Johnson es una buena noticia para los Nets, sobre todo si se tiene en cuenta el conocimiento del base Devin Harris -figura de la franquicia, a quien dirigió en Dallas Mavericks- y que será clave para que pueda recuperar su brillo. Trajeron como segundo base a Jordan Farmar, y a decir verdad debe ser uno de los puestos mejores cubiertos de la NBA.
New Jersey sorprendió incorporando en el Draft a Derrick Favors en lugar de DeMarcus Cousins, pero puede ser que el tiempo le de la razón a la franquicia de New Jersey. Quizás el manotazo de ahogado haya sido Travis Outlaw, quien llegó casi con contrato de estrella, pero que, recuerden, terminará siendo importante por su experiencia en el puesto de equilibrio. Y quizás, la movida del verano para los Nets, haya sido la llegada de Anthony Morrow, uno de los francotiradores de mayor proyección en toda la Liga.
Está claro que los Nets estarán cortos de personal en el banco de suplentes. Pero considero que en esta temporada volverán a ser respetables, sobre todo si Johnson logra inculcar la idea de la defensa en el perímetro con Harris y en la pintura con Brook Lopez. Sigamos a este equipo de cerca. Si se logra combinar las fuerzas jóvenes en los distintos puestos, podemos ver uno de los rebotes de temporada más ilógicos de la historia de la Liga.

WASHINGTON WIZARDS

Si me preguntan por la pretemporada de NBA, diré que no soy creyente. Creo que cada entrenador hace un buen uso de los juegos de ensayo, que sólo sirven para probar jugadores, defensas, ofensivas, y ver cómo se pueden mejorar de cara a la temporada regular, que es lo que realmente importa.
De todos modos, me ví obligado a hacer una excepción a la regla en esta temporada baja. Llamémosla John Wall. El nivel del base armador en los juegos de ensayo me hizo pensar que el renacimiento de los Wizards en la NBA -tras el escándalo de Gilbert Arenas con las armas en el vestuario en la temporada pasada- podía ser posible.
Borrón y cuenta nueva, revolución y nuevo gobierno. Algo ya tenemos bien claro: este equipo no es más el equipo de Arenas. Por varias razones, este es el equipo de Wall. Para compañeros, jugadores y fanáticos de la franquicia, que necesitan un lavado de cara urgente.
Wall no estará solo en su camino. La llegada de Kirk Hinrich como compañero en la base será crucial para su desarrollo. Hay jugadores interesantes, incluso, que forman parte del plantel, como por ejemplo Josh Howard -quien volvió a firmar-, Al Thornton, Andray Blatche, el mencionado Arenas, Yi Jianlian (¿Podrá despegar de una buena vez?) y Hilton Armstrong, quien llega como sustituto en el puesto de centro, detrás de JaVale McGee.
Para Flip Saunders no será nada fácil este camino. Pero ya está acostumbrado a navegar un barco que ha conocido la ruina producto de sus propios tripulantes. Desarrollar a los novatos Wall, Kevin Seraphin y Trevor Booker es una de las materias a cumplir a rajatabla. Se notan cambios, es tiempo de ver si los propios Wizards quieren darse una oportunidad.
Lo que se dice, estar tan lejos... y tan cerca al mismo tiempo.

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