lunes, 18 de octubre de 2010

Peligro de oscuridad Se acerca el comienzo de la temporada 2010-11 de la NBA y pese al entusiasmo general, algunos equipos podrían fallar en su intento de grandeza. Opina Bruno Altieri.


Cinco posibles decepciones

Un panorama de las franquicias que pueden rendir menos de lo que se espera en NBA

-- Cuando hablamos sobre las posibles sorpresas, nos pusimos del lado del haber en la línea que separa lo bueno de lo malo en NBA.
En este caso, saltaremos la línea de cal y nos meteremos en el jardín de tierras oscuras.
Antes de que la pelota se envíe hacia arriba en el primer salto de la temporada entre los internos de Heat y Celtics, todas las franquicias están en cuclillas, ilusionadas, esperando el disparo inicial.
El mismo entusiasmo, las mismas ganas y la misma emoción corre por las venas de los protagonistas. Pero no todos podrán brindar con vino al cierre de temporada, emulando Las Bodas de Caná. El trago de maravilla sólo queda para unos pocos, la vidriera, como en la vida, separa los que disfrutan de los que se quedan con ganas de disfrutar.
Aquí apuntaremos al segundo grupo. Los que hicieron el esfuerzo por sentarse con los poderosos pero que, por algunas cuestiones que veremos a continuación, podrían colapsar antes de la primera curva.
Sin más palabras previas, pasemos al detalle.

MIAMI HEAT

Algunos dirán que esto es una locura, pero yo no dejo de pensar que a este equipo le falta un base de experiencia -Carlos Arroyo es el único armador natural y le falta peso en la Liga para poder ordenar a los flamantes Beach Boys- y un centro de jerarquía. Sé que detrás de todo esto están Dwyane Wade, LeBron James y Chris Bosh, pero el básquetbol es un deporte grupal, no de acumulación de figuras.
Veamos, ¿qué sería un fracaso para el Heat? No ganar el campeonato. O ni siquiera llegar a la Final de Liga. Con esto aclaramos que su lugar en los playoffs es una obviedad, no esperen menos que eso, de ninguna manera.
De todos modos, con una inversión semejante, no puede haber metas más livianas para el equipo de Eric Spoelstra. Podemos ser dóciles como un cachorrito y palmear la espalda si no se consigue, pero en el fondo todos sabemos que una inversión semejante trae un cartel colgado en la espalda: éxito o fracaso, sin medias tintas.
En definitiva, déjenme dudar de un equipo que debe prenderle velas a sus tres figuras, rogando que no haya una lesión. Sobre todo de Chris Bosh, porque no tiene una figura de peso que lo respalde, ya que Joel Anthony y el veterano Zydrunas Ilgauskas son más actores de reparto que protagonistas principales.
Por lo tanto, para cerrar, este equipo de Miami es, al menos, dudoso. La columna vertebral -base, centro- tiene algunas grietas y eso puede conducir a problemas. Sobre todo en momentos calientes de postemporada, cuando la pelota quema.

PHOENIX SUNS

Si a un cocinero de elite le cambian los ingredientes clave a último momento, es difícil que logre realizar la misma receta. Al menos, desde un punto de vista empírico, necesitará de ensayo y error en gran cantidad de oportunidades para encontrar lo que la gente busca.
Creo que eso es exactamente lo que le pasará a Alvin Gentry en Phoenix Suns. Si uno piensa en el perímetro, no existe problema para que el equipo del Desierto esté entre los mejores de la NBA (Steve Nash, Goran Dragic, Jason Richardson, Hedo Turkoglu, Josh Childress, etc).
El problema, entonces, está en la pintura. La pérdida de Amare Stoudemire le quita todos los puntos en la zona de postes al conjunto de Gentry. Y también le saca el compañero estelar de pick and roll de Nash por años. No estamos diciendo que el combo de Hakeem Warrick y Robin Lopez no vaya a funcionar, pero nos vemos obligados a ir al principio: es un experimento con ingredientes nuevos que puede tardar mucho tiempo en consolidarse.
La idea de equipo veloz y atractivo dependerá de los rebotes que tomen los internos, pero, a ciencia cierta, creo que Phoenix está en una etapa de reconstrucción. Veremos qué depara el destino para este roster, pero en la previa luce como un año de transición, no de espíritus ganadores.

DENVER NUGGETS

¿Cómo hacer un año de cosas grandes con tu máxima estrella -Carmelo Anthony- pensando más en la puerta de salida que en la de entrada? Muy, muy difícil.
Fue un verano de mucho rumor en el territorio de Denver, pero finalmente parece que Melo se quedará en el equipo. Al menos en el inicio de temporada. De todos modos, la palabra clave en los Nuggets tiene que ver con la salud.
George Karl, coach de Denver, estará en el banco de suplentes pese a recuperarse de un cáncer de cuello y garganta que lo tuvo fuera del equipo en momentos trascendentales de la temporada pasada. Y si bien Al Harrington llegó para apoyar en la pintura, la salud de Kenyon Martin, Chris Andersen y Nené Hilario penden de un hilo.
Debo ser sincero, creo que este equipo no está bien desde lo psicológico para poder marcar diferencias en esta temporada. No es, ni por asomo, el conjunto que luchó ante Lakers en semifinales de conferencia a capa y espada. Será un año para que los Nuggets se planteen cosas. No esperemos demasiado, el Oeste está demasiado salvaje como para pensar en un halo brillante alrededor de esta franquicia.

NEW ORLEANS HORNETS

Este caso es bastante parecido al anterior. Lo que pasó con Carmelo Anthony, sucedió antes con Chris Paul.
Está claro que los reportes coinciden que ahora está feliz, pero esperemos un par de resultados negativos a ver cómo el cielo se transforma en infierno. Los Hornets tienen un nuevo entrenador -Monty Williams- luego de que se frustrara la llegada de Tom Thibodeau, quien dirigirá a Chicago Bulls.
Es cierto que el quinteto luce atractivo -Paul, Marco Belinelli, Trevor Ariza, David West y Emeka Okafor-, pero no me convence el banco de suplentes. La impresión es que hay poco recambio estelar, sobre todo en la posición de armador tras la salida de Darren Collison (okey, lo admito, Mustafa Shakur me transmite más peligro que una granada sin seguro).
No creo que los Hornets logren un puesto de playoffs en esta temporada 2010-11. Además de lo mencionado anteriormente, les falta algo de peso en la pintura. Creo que este año será clave en la mente de CP3. No esperemos que los Hornets se diviertan como en la era de Byron Scott. No es un año para pasarla tan bien, créanme.

CHARLOTTE BOBCATS

Lo más divertido que le pasó a los Bobcats en el verano fue tener a Michael Jordan de dueño mayoritario. Y también lo más peligroso.
El equipo que tiene Charlotte me da un poco de miedo. Digamos, no se exactamente que se les cruzó por la cabeza para intercambiar a Tyson Chandler y Alexis Ajinca a Dallas por Matt Carroll, Eduardo Najera, Erick Dampier -a quien cortaron de inmediato por el límite salarial- y dinero.
Una de las tantas locuras que no tienen explicación. Si pensamos que también dejaron ir a Raymond Felton a los Knicks -okey, entiendo, no podían estar a la altura de ese contrato- y que trajeron a Kwame Brown -vaya ironía, MJ junto a Brown de nuevo tras el fiasco de Washington- no puedo sentir más que escalofríos.
Por lo tanto, puede haber un plan de fondo que aún no vemos, sobre todo con Larry Brown como coach. Pero en lo inmediato, olvídense de los playoffs: no habrá ni rastros del equipo explosivo de la temporada que pasó, sobre todo porque será muy difícil que Gerald Wallace y Stephen Jackson repitan la increíble Liga 2009-10 que tuvieron.

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