NUEVA YORK -- El debate sólo puede ser definido como fascinante. ¿Qué debe primar para otorgar el premio Cy Young? ¿La cuenta de ganados y perdidos o la suma de las estadísticas que reflejan el verdadero dominio de un lanzador?
En una época en la que la responsabilidad del lanzador abridor ha cambiado sustancialmente, en el que las cuentas de pitcheos se llevan meticulosamente y el juego completo pasó a ser la excepción en vez de la regla, el énfasis a la cantidad de victorias no tiene el mismo peso de antes.
Esto desemboca en la discusión sobre quién debe ser consagrado como el mejor pitcher de la Liga Americana de 2010.
Hernández
Félix Hernández lidera casi todos los renglones estadísticos en cuanto a efectividad (2.27), ponches (232) e innings lanzados (250). Pero su marca reza 13-12.
El derecho venezolano no es el culpable que esté con los Marineros de Seattle, el equipo con la peor ofensiva de los 30 en las Grandes Ligas. Seattle apenas ha fabricado 507 carreras y está a punto de convertirse en el conjunto con menos anotaciones en la Americana desde que se introdujo el bateador designado en 1973.
Todo lo contrario ocurre con CC Sabathia y David Price, los respectivos ases de los Yankees de Nueva York y los Rays de Tampa Bay, el primero con 21 triunfos y el segundo con 19. Los Yankees han anotado 843 carreras.
Pero los argumentos a favor del "Rey Félix" son irrefutables a partir de la misma concepción de un premio que se otorga al mejor lanzador y a su excelencia en el montículo. Además, es un acto de pereza el sólo revisar la columna de ganados para darle el trofeo a alguien.
Aquí la evidencia que respalda al venezolano:
Sabathia
• Mientras Sabathia se daba gusto con rivales fáciles (10-1 contra Seattle, Baltimore y Kansas City), Hernández demostraba sus quilates (5-1 y 0.63 de efectividad) contra equipos del Este de la Americana, la división más fuerte de las mayores. Le fue mejor contra los Yankees (3-0, 0.35 de efectividad y dos juegos completos).
• Su total de 30 aperturas de calidad, es decir seis innings con tres o menos carreras permitidas, es algo que sólo seis lanzadores han conseguido desde 1980.
• Es casi un milagro que tenga 13 victorias, ya que los Marineros apenan promedian algo más de tres carreras en cada una de sus aperturas. Se trata del peor respaldo ofensivo para un pitcher en la Americana.
El que Hernández obtenga el premio no debe asombrar a nadie si se toma los últimos patrones en las votaciones. Zack Greinke de Kansas City ganó el premio de la Americana con sólo 16 victorias y Tim Lincecum de San Francisco lo hizo en la Nacional con apenas 15.
"Las victorias no están bajo mi control", dijo Hernández esta semana. "Tengo los demás número, creo que tengo una posibilidad".
Esta discusión es lo mejor para una temporada en la que los pitchers se robaron el protagonismo, incluyendo dos juegos perfectos y cinco sin hits.
Los demás:
Halladay
CY YOUNG NACIONAL
Roy Halladay, Filis de Filadelfia. El cambio de liga resultó tal y como se pronosticó, con marca de 21-10, 2.44 de efectividad. Es el líder en las mayores en innings lanzados (250 y un tercio), juegos completos (nueve) y blanqueadas (cuatro). Apenas concedió 30 bases por bolas. Es uno de los autores de los dos juegos perfectos. La carrera fue pareja. El dominicano Ubaldo Jiménez mandó el comienzo, después fue Josh Johnson hasta que se lesionó y luego apareció Adam Wainwright. Pero Halladay tiene al alcance convertirse en el quinto lanzador en ganar el premio en ambas ligas, emulando a Pedro Martínez, Roger Clemens, Randy Johnson y Gaylord Perry.
Hamilton
JUGADOR MÁS VALIOSO AMERICANA
Josh Hamilton, Vigilantes de Texas. Complicado dilema, ya que Miguel Cabrerade Detroit, José Bautista de Toronto y Robinson Canó de Nueva York también hicieron méritos. Hamilton tenía el premio sentenciado, pero el jardinero se perdió casi todo septiembre al fracturarse un par de costillas al chocar contra un muro. Pese a la ausencia, Hamilton acabó como líder de bateo (.359), OPS (1.043) y slugging (.631). Su principal aporte fue ser el baluarte ofensivo de un equipo que va a los playoffs por primera vez de 1999. El venezolano Cabrera dio 38 jonrones -- el mayor total de su carrera -- y lideraba en impulsadas (126), redimiéndose tras el escándalo del final de la pasada temporada cuando el gerente del equipo tuvo que irlo a buscar a un cuartel de policía tras verse implicado en un incidente de violencia doméstica y borracho.
El dominicano Bautista es el líder de jonrones (54), mientras que su compatriota Canó puede presumir que fue la única pieza ofensiva consistente en los Yankees.
Votto
JUGADOR MÁS VALIOSO NACIONAL
Joey Votto, Rojos de Cincinnati. Lo curioso es que Votto y su competencia --Carlos González (Colorado) y Albert Pujols (San Luis) -- apuntaron a la Triple Corona. El primera base marca diferencias por ser el responsable de que los Rojos ganasen su primer título de división desde 1995. Su apellido aparece entre los tres mejores en las principales categorías, segundo en bateo (.323), tercero en jonrones (37), tercero en remolcadas (112), además de liderar en embasado (.423) y OPS (1.021).
Feliz
NOVATO DEL AÑO AMERICANA
Neftalí Feliz, Vigilantes de Texas. El cerrador dominicano debe imponerse con cómodo margen sobre Austin Jackson, jardinero central de Detroit. Logró el rescate en 39 de 42 oportunidades y 2.77 de efectividad. Batió el récord de 37 salvamentos para un novato que Kazuhiro Sasaki fijó en 2000 con Seattle.
NOVATO DEL AÑO NACIONAL
Buster Posey, Gigantes de San Francisco. Posey fue subido a fines de mayo y no tardó en apoderarse de la titularidad del puesto de catcher, provocando la salida del puertorriqueño Bengie Molina. No es ninguna casualidad que los Gigantes consiguieron el mejor récord en su división desde el 29 de mayo. Acumula .309 de promedio, 17 jonrones, 66 impulsadas y .866 de OPS en 106 juegos. Es una lástima que sólo se pueda seleccionar a uno porque la zafra de novatos en el Viejo Circuito es inmensa: Jason Heyward, Jaime García, Starlin Castro, Gaby Sánchez, John Axford, Mike Stanton, Ike Davis y Neil Walker.
MANAGER DEL AÑO AMERICANA
Ron Gardenhire, Mellizos de Minnesota. Ya es hora que le toque después de quedar segundo cinco veces en ochos años. Pese a perder al cerrador Joe Nathan antes que comenzara la campaña y luego al artillero Justin Morneau desde julio por lesiones, los Mellizos arrasaron en la segunda mitad para revalidar el título de la división Central. Joe Maddon (Tampa Bay), Ron Washington (Texas) y Terry Francona (Boston) también se destacan.
MANAGER DEL AÑO NACIONAL
Bud Black, Padres de San Diego. Los Padres se desinflaron en el último mes y medio, pero Black hizo maravillas con un equipo que empezó el año con la segunda nómina más barata de las mayores y peleando por los playoffs en el último fin de semana. Bobby Cox, en su último año, mantuvo a flote a Atlanta tras la lesión de Chipper Jones. ¿Alguien pensaba que los Rojos iban a poder con San Luis en la Central? Pues Dusty Baker le ganó la pulseada a Tony La Russa.
Premios del año
Ceremonia para los ganadores del JMV, JMI, Cy Young, Cy Yuk, novatos y managers
Odio tener que darte la noticia, pero ya llegó el mes de octubre. Y si es octubre, debe ser hora de entregar esos grandes -- y no tan grades -- premios del final de la temporada. Una vez más este año, Charlize Theron, Queen Latifah y Tina Fey no estaban disponibles para asistir a la prestigiosa gala de Rumblings and Grumblings. Así que si yo tengo que presentar todos estos premios por mí mismo, más vale que comience ya. Los resultados, por favor…
JMV Liga Nacional: Joey Votto, Rojos de Cincinnati
Otto Greule Jr/Getty Images
Antes era reconocido como el mejor jugador del béisbol del que nadie había escuchado nada. Pero ya no se puede decir eso con toda seguridad del señor Joseph D. Votto. Desde el momento en que los Rojos se colocaron en primer lugar en mayo, Votto ha sido su mayor propulsor. Carlos González y Troy Tulowitzkinecesitaban cargar a los Rockies hasta octubre si querían ganar este premio, así que están afuera. Se puede hacer un buen argumento a favor del gran Adrián González, pero no es necesario. Y también hay argumentos para las credenciales de JMV de Albert Pujols todos los años. Lo siento, pero este es el año de Joey Votto. Está entre los primero tres en casi todas las estadísticas ofensivas que me interesan. Y está primero en seis de las categorías que más me importan -- embasamiento, OPS, OPS-Plus, carreras generadas, promedio ofensivo de victorias y Probabilidad de Triunfo Agregada (Win Probability Added). Pero lo que en realidad me convence de este tipo es que, mientras más crucial es el momento, más produce: .374 con hombres en base, .369 con corredores en posición de anotar, .355 en las entradas tardías de los juegos cerrados, .357 a partir de la séptima entrada, .336 desde el receso del Juego de Estrellas y 27 jonrones que han empatado juegos, dado ventaja, puesto el marcador a una carrera de desventaja o decidido abiertamente un partido en el que los Rojos contaban con una sola carrera de ventaja. Pero lo más que hay que recordar es que lo ha hecho para un equipo que no ha ganado un juego de postemporada en 15 años. Y no existiría oportunidad alguna para los Rojos de transformar esa verdad si Joey Votto no hubiese explotado como estrella cuando más lo necesitaban.
Le pedimos indulgencias a: Pujols, Carlos González, Adrián González, Tulowitzki, Buster Posey, Roy Halladay, Brian McCann, Ryan Zimmerman, Andrés Torres.
JMV Liga Americana: Josh Hamilton, Vigilantes de Texas
Jeff Hanisch/US Presswire
Érase una vez en que esta sección del JMV de la Americana era considerada la parte más fácil para escribir esta columna. Luego Hamilton tuvo que pegarle con las costillas a una cerca de Minnesota. Y desde entonces he pasado las últimas cuatro semanas haciéndome esta pregunta: ¿Puede realmente un tipo ganar el premio del JMV si sólo tiene seis apariciones en el plato en septiembre? Bueno, obviamente, por el título anterior, tú ya sabes que yo he decidido que la respuesta es sí. Pero no es fácil. Yo sé, gracias al Elias Sports Bureau, que no hay ningún jugador de posición que haya ganado el premio del JMV en una temporada sin huelga sin haber jugado al menos 10 partidos del 1 de septiembre en adelante. (Dick Groat fue el único JMV con 10 juegos, y eso fue hace 50 años.) Pero yo también reconozco que el gran año de Miguel Cabrera ha sido un poco devaluado, para propósitos del JMV, por la desaparición de su equipo de la contienda desde hace dos meses. Y mientras más reflexionaba sobre la candidatura de Hamilton, más pensaba en Joe Mauer. Fue Mauer quien ganó este mismo premio del JMV el año pasado. Puede ser que te acuerdes. Y, en lo que resulta ser una coincidencia increíble, Mauer también se perdió un mes de juegos durante su temporada de más valioso. Nadie lo culpó de haberse perdido el primer mes, no el último mes. ¿Pero sabes qué? ¿Sabes cuántos partidos jugó Mauer el año pasado? ¿Qué tal 138? Y si Hamilton juega los dos partidos del fin de semana (como se espera), terminará en un vecindario muy similar con 133. Y los números de Hamilton son comparables, o mejores, en varios otros departamentos puntuales. Por ejemplo:
Increíblemente cercanos. Y así como los Mellizos ganaron la Central de la Americana durante los últimos cinco meses del año pasado -- en otras palabras, los cinco meses en los que jugó Mauer -- los Vigilantes aseguraron el Oeste de la Americana este año durante los primeros cinco meses, los meses en los que jugó Hamilton. Ya tenían una ventaja de nueve juegos cuando Hamilton y sus costillas abandonaron aquel juego en Minnesota. Así que él hizo lo que tenía que hacer, ellos hicieron lo que tenían que hacer, y esta carrera del JMV se decidió para entonces. Nosotros simplemente no lo sabíamos aún.
Le pedimos indulgencias a: Cabrera, Robinson Canó, Mauer, Evan Longoria, Paul Konerko,José Bautista, Carl Crawford, Adrián Beltré, CC Sabathia.
JMI Liga Nacional (Jugador Más Invalioso): Manny Ramírez, Dodgers de Los Ángeles
Cary Edmondson/US Presswire
Si tú simplemente miras los números en la vieja hoja de estadísticas, uno se preguntaría cómo el gran Manny podría llevarse el JMI. Después de todo, en los 65 partidos que pudo jugar cuando estaba con los Dodgers esta temporada, bateó una línea ofensiva de .311/.405/.510. Pero esto no se trata de los números. Se trata de darle a un tipo un salario de $20 millones (aunque la mayoría es dinero diferido) y asumir que se lo tomará en serio, al menos un poco en serio, ya que se lo ha ganado. Pero cuando los Dodgers construyeron su alineación alrededor de Manny, ellos se pasaron el verano aprendiendo que habían cometido un graaaaaan error. Es difícil decir exactamente cuándo este hombre perdió el interés en esta campaña. Pero esto sí lo sabemos: Él básicamente dejó de ser un jugador diario después de la tercera semana de abril. Desde el 22 de abril, sólo dos veces jugó como titular por más de cuatro juegos consecutivos. Trabajó como bateador designado por una semana durante los juegos interligas, pero pasó muchas semanas sin jugar como titular más de dos juegos consecutivos en el jardín izquierdo. Y la ofensiva de los Dodgers se convirtió en una zona de desastre sin él. Sus otros jugadores de cuarto bate marcaron slugging por debajo de .400 (¿qué tal .395?), con unos ridículos 14 jonrones y 53 remolques en 115 partidos. Y eso siguió sucediendo mientras Manny hacía tres paradas en la lista de lesionados y su equipo comenzó a comprender que él no estaba exactamente obsesionado con una misión para regresar. Dio igual, al final de todo, porque cuando regresó, su momento especial fue el lograr que lo expulsaran del partido luego de ver un solo lanzamiento en su poco grandioso acto de cierre con los Dodgers. Luego de eso lo enviaron a Chicago tan rápidamente que uno pensaría que era radioactivo. En su momento, este hombre era el alcalde de ese pueblo. Recibió $45 millones gracias a esa relación de amor. Desafortunadamente, lo único que los Dodgers consiguieron fue una educación práctica del poder de las drogas para la fertilidad femenina.
JMI de la Liga Americana: Todos los bateadores de los Marineros no llamados Ichiro Suzuki
Para la época del receso del Juego de Estrellas, yo le entregué el prestigioso JMI de medio año a Chone Figgins. Pero al reflejar un poco más, mi conclusión fue que no era justo señalar a un solo bateado en lo que ahora podemos declarar como La Peor Alineación de la Liga Americana de los Tiempos Modernos. Lo que logró el club de los Marineros de 2010, fue un logro de grupo. Así que vamos a reseñar su genial habilidad para evitar llegar al plato -- y otras hazañas espectaculares: Le tomó a los Marineros unos 151 juegos para anotar 481 carreras. Esa fue la cantidad de carreras que marcaron los Medias Rojas antes del Juego de Estrellas. Los Marineros tenían 507 carreras con tres partidos por jugar. Así que a menos que tengan promedio de ocho carreras este fin de semana, ellos se convertirán en el primer equipo de la Americana que anota menos de 530 carreras en una temporada sin huelga desde que se inventó el bateador designado en 1973 -- y sólo el tercer equipo que no llega a 550 anotadas. También necesitan un juego más con pobreza ofensiva para convertirse en el primer equipo de la Americana en la era del bateador designado que anota tres carreras o menos en 100 partidos en una temporada. (Tienen 99.) Y este establo también tiene un promedio chiflado de .235 con .298 de embasamiento, lo que rebasaría todos los récords de la Americana en la era del designado en esos departamentos. Y esto es lo más increíble: Los Marineros han logrado todo esto incluso cuando tienen en su alineación a un muchachito que es líder de la liga en hits (el único y sin igual, Ichiro). Al menos eso ayuda a explicar cómo un tipo puede ser líder de la Liga Americana en hits y de alguna manera logra anotar menos carreras (72) que el hombre que está último en la Liga Nacional en hits (Mark Reynolds con .198, ha anotado 79 carreras), entre los candidatos al título de bateo. Y si eso no califica al resto de esta alineación para JMI, ¿entonces qué?
Relevo de culpas para: Figgins, Milton Bradley, Brandon Wood.
Cy Young Liga Nacional: Roy Halladay, Filis de Filadelfia
Christopher Szagola/Icon SMI
En Filadelfia, la gente piensa que no existe otro posible candidato a Cy Young que Doc Halladay. Pero están muy equivocados. Tal vez Adam Wainwright no tomó ventaja sobre Halladay la semana pasada, pero fue una carrera muy cerrada. Y cualquier votante racional que no calcule el factor Coors Factor al considerar a Ubaldo Jiménez es un simple vago. Pero una vez Halladay (21-10, 2.44 ERA) acumuló otra blanqueada magistral de dos hits el lunes, en el partido en que su equipo aseguró el primer lugar, el debate se acabó. Yo recuerdo estar sentado junto a un grupo de cazatalentos en abril que predijeron que, ahora que Halladay estaba en la Nacional, podría terminar la temporada sin derrotas. Bueno, eso no lo pudo hacer -- pero si no él no hubiese tenido que batallar durante ocho entradas en las que los Filis anotaron una carrera o ninguna mientras estaba en la lomita, uno nunca sabe. Y en un marco amplio, el no haber terminado la temporada sin derrotas podría ser la única expectativa que no pudo cumplir. Es líder en victorias, entradas lanzadas, blanqueadas, juegos completos, tasa de ponches/pasaportes, menos pasaportes por cada nueve entradas, y la sagrada trinidad de las estadísticas sabermétricas -- VORP, Victorias Sobre Jugador Reemplazo y Probabilidad de Triunfo Agregada. Compiló 7.3 ponches por cada boleto gratis, la mejor tasa de ponches/pasaportes desde 1900 entre los lanzadores que trabajaron al menos 250 entradas. Y lo hizo mientras a la misma vez fue el pitcher que más bateadores enfrentó en la liga. (Rayos, sólo seis tipos se le acercaron a una diferencia de 100 en cantidad de bateadores enfrentados.) Sólo cuatro lanzadores en la historia han ganado el Cy Young en ambas ligas -- Randy Johnson, Roger Clemens, Pedro Martínez y Gaylord Perry. Pero por ahí viene el No. 5, tan pronto terminen de contar los votos el mes que viene.
Le pedimos indulgencias a: Wainwright, Jiménez, Tim Hudson, Josh Johnson.
Cy Young Liga Americana: Félix Hernández, Marineros de Seattle
Kirby Lee/Image of Sport/US Presswire
En 1987, una leyenda viviente llamada Nola Ryan fue líder de su liga en efectividad y ponches (¿qué tal 270 abanicadas en 211.2 entradas?) -- y fue premiado por ello con exactamente cero votos para el primer lugar en el Cy Young. ¿Por qué pasó eso? Porque su récord fue de 8-16 para un equipo (los Astros) que nunca anotaba carreras en sus partidos. ¿Y por qué otra razón sucedió eso? Porque era 1987, y nadie se dio cuenta de esa injusticia. Bueno, ya no vivimos en 1987. Vivimos en una era en que tenemos más información para evaluar casi cualquier cosa que se nos antoje sobre la historia de la humanidad. Así que me gustaría pensar que los votantes del Cy Young de 2010 usarán esa información, y harán lo correcto y le darán a Hernández el premio Cy Young que se merece. Yo no apostaría mi casa de playa a ello (posiblemente porque no tengo una casa de playa). Pero me gustaría pensar que así será. Si un ganador de 15 partidos (Tim Lincecum) pudo ganar este premio el año pasado, ¿por qué no puede ganarlo un pitcher con 13 victorias este año? Hernández (13-12, 2.27) es líder de la Americana en efectividad y entradas, segundo en ponches, y todos los lanzadores que han estado en primer lugar en esas tres categorías han ganado el Cy Young. También es líder de la liga en todas las estadísticas sabermétricas importantes de las que Abner Doubleday nunca escuchó -- Victorias Sobre Jugador Reemplazo, Probabilidad de Triunfo Agregada, Efectividad+ Ajustada y VORP -- lo que definitivamente nos dice que ha sido el mejor lanzador en este campo. Cierto, el Rey Félix no lanza en el Este de la Liga Americana. Pero tiene efectividad de 0.54 contra los Yankees y los Medias Rojas. Sí, él no lanza para un equipo de playoffs. Pero tiene efectividad de 2.47 en 14 salidas contra los equipos que van a la postemporada. Sí, él tiene ocho victorias menos que CC Sabathia. Pero la efectividad de Félix en 21 salidas que noganó es casi tan baja como la efectividad general de CC (3.18). Entonces, ¿qué otra cosa se supone que haga este hombre? Hernández lanza para el Peor Equipo Ofensivo de la Liga Americana en Tiempos Modernos. ¿He mencionado eso en los últimos cuatro párrafos? Salió de siete de sus últimas 14 salidas en la séptima entrada o después con cero carreras de apoyo a su favor en el marcador. Y su respaldo ofensivo (3.06 por juego) no es sólo el peor en el béisbol este año. Es el peor del milenio. Y según Elias, es el segundo peor respaldo ofensivo durante toda la era del bateador designado para un lanzador de la Liga Americana con efectividad bajo 2.50. Y el único que recibió un peor respaldo ofensivo (Jon Matlack) fue para 1978. Así que si Félix no ha ganado 20 partidos, no es su culpa. Pero si los que votamos no le damos este premio Cy Young, esa sí será culpa nuestra.
Cy Yuk Liga Nacional: Oliver Pérez, Mets de Nueva York
Nick Laham/Getty Images
No fue fácil entregarle el popular premio Cy Yuk a alguien que no trabaja para los Piratas, con el primer cuerpo de lanzadores desde los A's de 1946 que producen tres abridores con al menos 10 derrotas sin más de tres victorias. Pero cuando Pérez sigue en las mayores, bajo un salario de $12 millones al año, es muy difícil que el comité del premio Cy Yuk no lo tome en cuenta. Fue un año muy interesante para Ollie, por supuesto. Apareció en la ficha de juegos en 16 partidos. Los Mets ganaron uno de ellos -- el 27 de abril, en un juego en el que Pérez fue apaleado en la cuarta entrada. Pero esto fue sólo el comienzo para este tipo en picada hacia uno de los desastres verdaderamente históricos del año. Su récord: 0-4. Su WHIP: un horripilante 2.02. Su efectividad: una revoloteada hasta 6.65. Su tasa de ponches/pasaportes: un horror de 36 ponches por cada 39 pasaportes. ¿Así que cuántos otros lanzadores desde 1900 que hicieron tantas aperturas y lanzaron tantas entradas como Ollie llegaron a alcanzar un WHIP y una efectividad tan mala como la de este hombre sin ganar un partido, aunque fuera por accidente? Exactamente uno -- Jim Converse, de los Marineros de 1994 (0-5, 8.69). Pero esos números sólo cuentan la historia sobre la debacle de Pérez en el terreno. Fuera del terreno, lució igual de inspirado. Él fue tan insistente al rechazar ser enviado a las menores para mejorar su mecánica, que los Mets tuvieron que inventarse una lesión para colocarlo en opción de rehabilitación. Cuando regresó, fue uno de los tres Mets que faltaron a un compromiso del equipo para visitar a los veteranos heridos en el Centro Médico Walter Reed del Ejército de Estados Unidos. Y su equipo estuvo tan impresionado con sus destrezas, que los Mets pasaron 25 partidos en agosto sin pedirle un solo lanzamiento, aunque estaba en el roster activo. Ningún otro pitcher de ningún club puede capturar la esencia real del Cy Yuk. Pero Ollie Pérez -- él se lo merece. De más de una manera.
Cy Yuk Liga Americana: Scott Kazmir, Angelinos de Los Ángeles
Harry How/Getty Images
No fue hace mucho que Kazmir fue líder de ponches en la Americana. Y llegó a participar en dos ediciones del Juego de Estrellas. Y casi logra que botaran a toda la gerencia de una franquicia de Nueva York, sólo por haber tenido la temeridad de cambiarlo. ¿Qué pasó con aquel Scott Kazmir, después de todo? ¿Quién rayos es este impostor? Este Scott Kazmir se convirtió en el primer pitcher de los Angelinos que pierde 15 juegos o más con efectividad sobre 5.50 (su récord es de 9-15, 5.94). En 28 salidas, este Scott Kazmir sólo tiene cuatro aperturas de calidad -- la menor cantidad de cualquier lanzador al que se le haya permitido hacer tantas salidas desde Sid Hudson con los Senadores de 1948. Este Scott Kazmir logró rebasar la sexta entrada sólo cuatro veces en todo el año. Este Scott Kazmir no tuvo una sola apertura, desde el cuarto partido de la temporada, en la que haya tenido más ponches que entradas lanzadas. Así que tal vez te preguntaste en agosto de 2009 por qué un equipo como los Rays podía entregar un zurdo de 25 años con poder y un contrato barato. Bueno, ahora lo sabes. Y ahora este Scott Kazmir tiene un Cy Yuk en su repertorio.
Novato del Año Liga Nacional: Buster Posey, Gigantes de San Francisco
Jayne Oncea/Icon SMI
Advertencia pública: Yo tengo que votar por este premio. Así que siéntanse en libertad de enviarme una simpática postal, porque esto es imposible. ¿Cómo no puedo votar por Jason Heyward, cuyo embasamiento de .394 sería el sexto mejor de la historia para un jugador de su edad? ¿Cómo no puedo votar por Jaime García, el hombre que permitió tres carreras o menos (en cinco entradas o más) en las primeras 15 aperturas de su carrera, la racha más larga en los últimos 35 años? ¿Y cómo podría olvidar por completo a los fenómenos como Gaby Sánchez,Chris Johnson, Jonny Venters, John Axford, Neil Walker, Mike Stanton y Starlin Castro en esta votación? Yo tampoco me sentía muy tranquilo con todo este panorama. Pero si crees que es difícil votar por sólo tres de todos estos candidatos, intenta decidir quién debe terminar primero. Eso hace lucir al Laberinto Gris como Tic-Tac-Toe. He cambiado de parecer sobre este premio en tres ocasiones -- este mes. Pero finalmente me decidí por Posey, y esta es la razón: Porque, desde el día en que llegó a las mayores (el 29 de mayo), Posey no sólo ha sido el mejor novato de la liga. También ha sido uno de sus mejores jugadores, y punto, en esta liga. Los únicos jugadores de la Nacional que pueden igualar su promedio de bateo de .313 y slugging de .511 desde entonces son Albert Pujols, Carlos González, Joey Votto y Matt Holliday. Los únicos cinco novatos de la Nacional en los últimos 45 años con esos números, en una temporada de 400 apariciones en el plato o más, son Pujols (2001), Todd Helton (1998), Mike Piazza (1993), Ryan Braun (2007) y Hunter Pence (2007). El único catcher novato que lo ha superado, desde que el béisbol definió qué significaba ser un "novato", en 1957, fue Piazza. Finalmente, cuando agregas ese factor, lo que todo eso -- para no mencionar el desarrollo de este tipo a nivel defensivo y de liderato -- ha significado para el limitado equipo de Posey en estos últimos cuatro meses, impulsa a este jugador justo al frente del grupo. Puede haber ocho novatos que merezcan este premio, pero es Buster Posey quien se lo merece -- por un poquito.
Le pedimos indulgencias a: Heyward, García, Sánchez, Axford.
Novato del Año Liga Americana: Neftalí Feliz, Vigilantes de Texas
AP Photo/Mark Duncan
Esta es otra de esas preguntas sin una contestación certera. De un lado, es difícil no favorecer a Austin Jackson de Detroit. Todavía tiene chance de batear para promedio de .300, con más de 100 carreras anotadas, 25 robos y 185 imparables. Y el único novato en la historia con un año similar fue Ichiro Suzuki, quien ganó el trofeo de Novato del Año por ello. Yo he estado a favor de Jackson durante varias semanas. Pero luego me di cuenta que me había hecho prisionero de mi propia lógica. Si mi razón para votar por Buster Posey en la Liga Nacional fue que es uno de los mejores jugadores -- novatos y veteranos -- en su liga, parecería un hipócrita si no uso el mismo proceso mental en la Americana, ¿correcto? Y ese proceso me llevó a Feliz. Él no ha sido simplemente el cerrador novato más dominante de la Americana. Él ha sido el cerrador más dominante de la liga, por encima de todos -- incluyendo a Mariano Rivera. No estoy abrumado porque Feliz acaba de quebrar una marca de salvamentos de novatos que a nadie le importa (con 39). Pero lo que sí significa algo es que todos esos 39 salvamentos fueron vitales para el bienestar del liderato de su equipo. Y sólo ha desperdiciado tres salvamentos en todo el año, lo que lo convierte en uno de sólo tres cerradores de la Americana que logran salvar al menos el 90 por ciento de sus oportunidades. (Los otros son: Joakim Soria y Rafael Soriano.) Y si ignoras la columna de salvamentos, lo que siempre resulta ser una buena idea, encontrarás que solamente dos lanzadores han logrado mantener a los bateadores contrarios a un promedio de bateo tan mermado (.177), embasamiento (.248) y slugging (.272) como Feliz. (Esos son Billy Wagnery Soriano.) Así que aunque Jackson ha tenido un gran año, es difícil argumentar que ha sido uno de los tres o cuatro mejores jugadores de su posición. Pero sí puedes argumentar a favor de Feliz. Yo lo acabo de hacer.
Managers del Año: Bud Black y Ron Gardenhire
No fue nada divertido tratar de analizar esto en la Nacional, donde Charlie Manuel, Bobby Cox, Bruce Bochy y Dusty Baker hicieron una labor fabulosa. Pero yo sigo pensando en esto: ¿Dónde están todos los Nostradamus del béisbol que anticiparon que los Padres pasarían 131 días en primer lugar? Yo no conozco a ninguno -- fuera de la familia Hairston, al menos. Así que aunque esta temporada puede tener un final triste para los Padres, Black se merece el mayor de los reconocimientos por crear una atmósfera que habilitó al equipo a producir más de lo esperado para pasar seis meses de sorpresa en sorpresa ante el mundo. Y en la Liga Americana, el manager más subestimado, Gardenhire, ha hecho su mejor trabajo hasta la fecha. ¿Cómo exactamente es que los Mellizos logran tener el mejor récord de la Liga Americana después del receso del Juego de Estrellas, mientras reconstruyeron su rotación de abridores a la carrera, y reemplazaron a un cerrador por segunda vez en el año, y aprendieron a jugar en los exteriores en su nuevo estadio con alineaciones que no incluían al JMV de la primera mitad (Justin Morneau)? ¿Cómo? Porque Ron Gardenhire es uno de los mejores líderes del deporte. Así es cómo.
Le pedimos indulgencias a: Manuel, Cox, Bochy, Baker, Ron Washington, Joe Maddon, Terry Francona.
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