lunes, 4 de octubre de 2010

Checho: "España nos robó la esencia y hay que recuperarla"


TOKIO.- Se pasea por el lobby del hotel Hyatt Regency con total naturalidad. Paso cansino, teléfono en mano y mucha calma. Su actitud no se corresponde con la vorágine que esta ciudad propone a cada paso. Alejado de la histeria que suele rodear al seleccionado argentino, el técnico del conjunto albiceleste se muestra tal cual es, según él mismo se encarga de explicar. "Mi viejo [José], si me agrandaba, me daba un bife. ¿Y sabés dónde me tiraba? La humildad, para mi familia, siempre fue lo primero. Nunca me vas a escuchar que fui campeón del mundo; nunca", dice Sergio Batista, mientras con un prolijo inglés pide un café. "¿Vos querés uno? Ojo que acá la taza de café es una bañadera", advierte el seleccionador nacional.  
Aprovechó estos días para programar el juego del próximo viernes ante el seleccionado local; buscó el campo de entrenamiento para que los muchachos pudieran entrenarse desde la madrugada de la Argentina y descansó después de una semana de mucha actividad en Europa.  
Pero también visitó algunos lugares e hizo algunas compras en ese universo electrónico que se despliega en la zona de Akihabara. El Checho acepta el diálogo sin demasiados rodeos, aunque sabe muy bien qué decir, cómo hacerlo. En definitiva, un especialista en ese arte de la diplomacia de la palabra.  
-¿Estás ansioso por que se defina tu continuidad o no en el cargo?  
-Estoy tranquilo, porque sé cómo son las cosas. Hasta fines de octubre no van a resolver el tema del técnico. Está claro que tengo la ansiedad lógica que puede tener cualquiera en este caso, pero estoy calmo sabiendo que las cosas van bien, que no dependo de estos partidos, que si gano o no.  
-Decís que los resultados no condicionan, pero así como se fortaleció tu imagen después de ganar ante Irlanda y España, ¿una eventual derrota con Japón y Brasil te podría debilitar?  
-No creo. No me parece que los directivos evalúen en ese sentido. Porque el argumento que podría esgrimirse de mi lado es que el balance nos daría 2 a 2. Creo que ellos miran cómo me manejo con el grupo, cómo trabajo, si tácticamente uno plantea bien los partidos.  
-Que Grondona dé señales de que podés ser confirmado; que Bilardo también lo haga y que hasta Messi se pronuncie en tu favor, ¿potencia tu ansiedad?  
-Yo tengo la ilusión de quedarme; trabajo para eso. El apoyo de los jugadores es muy importante quizá para la determinación final. Que los jugadores se sientan cómodos es valioso, lo mismo que ellos ven que uno los trata bien? Pero como ya dije, me pone contento que ellos estén felices y que disfruten de venir a la selección. De todas maneras, tengo los pies sobre la tierra, porque sé que las determinaciones las toman otros.  
-¿Y te da más confianza que Bilardo ahora te tenga dentro de una lista de cuatro entrenadores para presentar ante la comisión que se va a formar?  
-La ventaja que tengo es que estoy acá adentro y Carlos sabe cómo trabajo. Me pone bien si estoy entre sus candidatos.  
-Mucho se habló en este último tiempo de tu relación con Bilardo. ¿Cómo se llevan?  
-Muy bien, sin problemas. Lo que nosotros queremos acá es que no haya problemas. Con Carlos charlamos mucho. Yo sé cuál es su función y él sabe cuál es la mía, eso está claro. A Carlos le dije las cosas que me parecían mal y él me dijo las cosas que no le gustaban de mí y listo. Ahora la idea es trabajar juntos, sin pensar ni en Bilardo ni en Batista, sino en la selección nacional.  
-¿Que tenés vos para ofrecerle a la selección?  
-La experiencia de haber vivido ocho años acá en la selección. Uno sabe lo que es la alegría y el sufrimiento; un campeonato del mundo y un subcampeonato va más allá de lo que uno puede ofrecer en cuanto al juego. Pero lo más importante es que los jugadores entiendan que es necesario ganar títulos importantes. Hace 17 años que no se ganan. Queremos darle una identidad de juego al equipo; que se vea lo que yo quiero.  
-Te preocupa eso: que el equipo defina una identidad...  
-Yo tengo una forma de pensar, no estoy preocupado. Es lo que siento. Quiero un equipo con respeto por la pelota, que sea protagonista. Que no sea rápido, que tenga más control, con menos vértigo. Que juegue con el balón desde nuestra área y arriesgue.  
-Imitando el estilo España o el de Barcelona...  
-Yo creo que España nos robó la esencia y debemos recuperarla. Ese estilo que tenía hace años la Argentina. Saber manejar los tiempos y tener vértigo cuando es necesario. Yo quiero volver a eso, que no haya tanta intranquilidad por llegar al arco rival. Es un modelo para copiar el de España. Uno busca jugadores que no corran tanto; quizá, tener jugadores lentos de piernas, pero rápidos de cabeza. Se puede ganar con jugadores lentos; sin tanto vértigo, podés ganar partidos. Que aun sabiendo el rival cómo jugamos nosotros, le ganemos los partidos por el peso mismo del estilo.  
-¿No es un poco peligroso que el rival se preocupe por nosotros y no nosotros de ellos?  
-Te puedo cambiar el esquema con un enganche, nada más, que también entra dentro del funcionamiento que uno pretende imponer. Pero de otra forma, no. Si vos me decís que tengo que cambiar el esquema en función del rival, te digo que no. Quiero que el rival sepa que la Argentina juega de memoria y que los jugadores lo sientan así, y ganarles a todos. Voy a tratar de que los jugadores se acostumbren a la idea; de que, por ejemplo, D´Alessandro pueda jugar en algunos puestos de la mitad de la cancha, pero siempre a través de la defensa del trato del balón; que pueda ser enganche o número ocho.  
-¿A Pastore también lo ubicás en ese escenario de jugador versátil?  
-Es un enganche, media punta, que juega bárbaro. Con mucho futuro, que encaja en nuestra idea. Me encanta. Quizás algunos se equivocan por el problema del Sub 20, que fue ajeno a nosotros y que entendimos a Huracán por lo que pasó. Pero, pensando en el futuro, es un jugador que juega bárbaro, pero me gustaría que también se pueda adaptar a otras funciones.  
-¿Pensás en Riquelme?  
-Román sabe muy bien que me gusta mucho, que encaja en el esquema. Como juega él es como pretendo yo que juegue todo el equipo.  
-También mucho se habló de la relación de Riquelme con el grupo?  
-Yo conviví 30 días con ellos y nunca hubo un problema de nada.  
-Por tu experiencia, ¿él podría encajar con este grupo?  
-Sin ningún problema. Lo digo porque ya lo viví. La comunicación es fundamental y la selección está por encima de todo. Y si hubo algún problema en el pasado, buscaremos que ahora se pueda tener la mejor relación posible entre todos; que los jugadores que están lesionados para esta convocatoria tengan ganas de venir para acá, para estar con el grupo, te marca cómo está todo entre ellos. Quiere decir que la cosa está encaminada...  
-En este contexto, ¿cómo tomás o qué sentís cuando Maradona dice todo lo que dice de vos?  
-De ese tema no opino. No opino.  
-¿Te duele?  
-Es un tema del que no opino. No me hace bien. Prefiero no opinar.  
-Pero vas a seguir recibiendo críticas...  
-Es parte del juego. No quiero hablar.  
-De 1 a 10, ¿hoy cuántas chances creés que tenés?  
-Creo que estoy bien parado. Estoy muy bien.  

MESSI Y EL FUTURO TECNICO
"NO DEPENDE DE MÍ"  

MADRID.- Con un par de frases fijó su postura y se alejó de las polémicas. La posible confirmación de Sergio Batista como entrenador de la selección argentina y la campaña que lanzó Diego Maradona para retomar el cargo no son temas que se entremezclen en la agenda de Lionel Messi. Con diplomacia, el astro de Barcelona, que mañana se sumará al grupo con miras al partido del próximo viernes ante Japón, en Saitama, se despegó de cualquier controversia, hizo una finta ante la pregunta sobre qué opinaba acerca del posible regreso de Maradona al puesto que tuvo hasta la eliminación en el Mundial de Sudáfrica. "No soy yo quien lo decide. Quien esté me parece bien. Es algo que no depende de mí", dijo, tras recibir los trofeos que le otorgó el diario Marca como mejor jugador y mejor goleador de la última Liga española.  

EL RECUERDO DE SU PASO POR EL FUTBOL JAPONES
LA PACIENCIA ORIENTAL, UN LEGADO MUY VALIOSO  

TOKIO (De un enviado especial).- Conoce muy bien este país el entrenador argentino. Aquí Batista encontró paz en medio de un momento muy complejo en su carrera deportiva. Cinco años jugando en la Liga japonesa, en el Tosu Futures, le permitieron adquirir ciertos conocimientos que resultaron fundamentales en la vida.  
Ya 30 años tenía Checho cuando desembarcó en estas tierras acompañado de su esposa, Marcela. Prefiere no recordar los motivos que lo trajeron por aquí (la adicción a las drogas) y asegura que es un tema del que prefiere no hablar.  
De todas maneras, se advierte que aquí pudo encontrar muchas herramientas que repararon su vida: "Te puedo decir que es un país que me ayudó a crecer como persona, quizá le deba la tranquilidad que tengo ahora. El japonés te dice ni, no afirma ni tampoco niega. Piensa y nunca te dice la determinación que tomó. Y eso me lo enseñaron acá. No ir a la disputa, esa paciencia oriental que hay que tener para decidir cosas. Antes explotaba. El respeto que hay por el otro es la clave de todo", dice Checho, que aquí vivió en tres ciudades distintas: Hamamatsu, Fukuoka y Osaka.  

LA PRIMERA PRACTICA
CON LOS ADELANTADOS, EN EL ESTADIO NACIONAL  

Hoy comenzará la actividad más importante para el seleccionado. A Tevez y Heinze, los dos primeros en desembarcar, vía París, en esta ciudad, se les sumarán, al cierre de esta edición, Javier Pastore y Mario Bolatti. Además, en la madrugada de la Argentina, el equipo se entrenará por primera vez en el estadio Nacional de Tokio. Mañana se completará el plantel con los hombres de Barcelona: Messi, Mascherano y Gabriel Milito.  

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