El club ya baraja varios nombres del agrado de Guardiola. De acuerdo a las necesidades y exigencias del entrenador se abren varias vías de acción, y todas para el verano de 2011, porque salvo lesión de gravedad, el Barça no tiene previsto acudir al mercado de invierno, a pesar de que la supresión de la norma de los cinco partidos abrirá nuevas opciones: hasta ahora, los futbolistas que habían jugado en Primera cinco partidos o más, no podían fichar por otro ‘Primera’ en invierno.
El Barça irá al mercado con al menos 66,5 millones de euros: 50 millones, más los 16,5 que el club no invirtió en verano. A esa cantidad habría que añadir la que se pueda obtener por la venta de algún jugador del primer equipo.
A la hora de fichar, la prioridad sigue teniendo nombre y apellidos, Cesc Fàbregas. El centrocampista del Arsenal será el objetivo número uno del Barça el próximo verano: para entonces, las relaciones entre ambos clubes estarán plenamente normalizadas, después del malestar de los gestores ingleses con algunos detalles de la negociación por parte de la junta directiva de Joan Laporta, y el deseo del jugador podrá hacerse realidad. Se trata de una negociación que ahora parece lejana en el tiempo, pero en la que ya se trabaja para asegurar la llegada del jugador en verano, después de su fichaje frustrado en la pasada pretemporada.
Cesc pertenece a esa categoría de jugadores con ‘perfil Barça’ que no abundan en el mercado. De hecho, el club calcula que tan sólo un cinco por ciento de los jugadores de primer nivel se adaptarían sin problemas al estilo del equipo. Uno de ellos sería David Silva, delantero del Manchester City, buen conocedor de la Liga española y amigo de varios integrantes del vestuario del Camp Nou gracias a su paso por la selección española. El Barça está muy atento a la adaptación de Silva a la Premier League para intentar su incorporación si se dan las circunstancias adecuadas.
Tampoco se descuida la posición de delantero centro: el estilo del Barça demanda delanteros de un perfil muy concreto, rápidos, con movilidad y desmarque, pero el cuerpo técnico contempla la posibilidad de incorporar a un jugador distinto, con más envergadura, ideal para desarrollar el ‘plan B’ en algunos partidos atascados. Fernando Llorente cumpliría a la perfección esas necesidades: delantero de referencia, excelente cabeceador, hábil en el remate al primer toque y capaz de generar segundas jugadas frente a una defensa muy cerrada. Su fichaje, sin embargo, no sería una operación fácil: tiene contrato hasta 2013 y una cláusula de 36 millones de euros.
La defensa y la portería también necesitarán refuerzos: en la línea de centrales se estudiará la posibilidad de que un jugador de la casa se pueda consolidar en el primer equipo, con Andreu Fontàs como futbolista con más opciones y Marc Muniesa y Marc Bartra en la recámara, o bien un fichaje contrastado, ya que Gabi Milito termina contrato en junio de 2012 y Carles Puyol, presumiblemente, irá dosificando sus titularidades cada vez más.
Una duda similar surge en la portería. Con Víctor Valdés como titular indiscutible, Guardiola y la secretaría técnica ya estudian el nombre ideal para ser el guardameta suplente, teniendo en cuenta que ésta es la última temporada de Pinto en el primer equipo. El nombre de Gorka Iraizoz está en la agenda del Barça: el portero del Athletic tiene contrato hasta junio de 2011 y por lo tanto, podría regresar a Barcelona (ya jugó en el Espanyol entre 2005 y 2007) totalmente gratis. Es una opción más factible que la de David de Gea, otro de los candidatos, porque el portero del Atlético protagoniza una progresión imparable y difícilmente aceptaría ser el segundo de Víctor Valdés.
La cantera también ofrece la atractiva opción de Rubén Miño, titular en la ida de la Supercopa de España en el Pizjuán ante el Sevilla e internacional con la selección sub-21, donde curiosamente espera su oportunidad ante la titularidad de De Gea.
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