"Estoy perfecto, me encuentro muy bien, pero no quiero que me pase lo del año pasado", comentó Nadal en una rueda de prensa que se celebró en el RCT Barcelona-1899 y que levantó una gran expectación.
Se esperaba que el pentacampéon del Godó aludiera a algún problema físico, a alguna lesión, quizá a la reaparición de la tendinitis crónica que afecta desde hace tiempo a sus maltrechas rodillas, pero nada de eso.
Nadal calificó de "barbaridad" pensar que puede estar lesionado después de adjudicarse, con la autoridad que lo hizo (cediendo sólo 14 de 74 juegos disputados) su sexto título en Montecarlo el domingo pasado.
Precisamente por eso, porque se encuentra en un momento muy dulce, porque está jugando "a un grandísimo nivel", quiere que dure el máximo tiempo posible, cosa que pasa por mimar su cuerpo, "Para que mi tenis esté bien tengo que estar físicamente bien y es el objetivo principal", ha apuntado.
Rafa Nadal, que siempre se mostró muy crítico con el calendario diseñado por la ATP, sobre todo en lo referente a la temporada europea de tierra, quiso dejar claro que renunciar a jugar en Barcelona no fue una decisión premeditada.
"No lo tenia previsto, que quede claro. El tenis no es como el fútbol. Tú no sabes los partidos que vas a jugar, y planificas el calendario en base a los partidos no a los torneos. Si hubiese llegado en Montecarlo y perdido el miércoles, lo normal es que mañana hubiera jugado aquí", argumentó.
El mallorquín recordó que el año pasado encadenó con éxito los torneos de Montecarlo, Barcelona y Roma y, en Roland Garros, empezó un declive físico que lo llevó a estar más de dos meses parado y le impidió defender el título de Wimblendon.
En el principado monegasco, Nadal volvió a saborear la victoria 350 días después y esa sensación que ya no recordaba lo obliga a ahora "a ser cauto", porque el objetivo es "mantener el nivel".
"No es una pose, ni mucho menos. Para mí, no jugar aquí es un golpe duro. Es mi club, es Barcelona, estoy en mi casa y he ganado cinco años aquí. Pero uno, con los años se conoce más, va teniendo más experiencia, la del año pasado fue una experiencia desagradable y creo que jugar tres semanas seguidas no es lo mejor para mí", explicó.
El tenista que levantó el Trofeo Conde de Godó en las últimas cinco ediciones, el hombre que lleva ganados los últimos 25 partidos disputados en Barcelona, se dedicará estos días a preparar el Masters 1000 de Roma de la semana que viene, pero promete volver a la capital catalana en 2011.
"El año que viene el calendario será mucho más favorable -habrá una semana de descanso entre Barcelona y Roma- y jugaré aquí", adelantó Nadal, que en principio también tiene previsto disputar el Masters 1000 de Madrid -otro torneo obligatorio- antes de iniciar la reconquista del Gran Slam parisino.
Sin Nadal, Davydenko, Del Potro, Stepanek, Nalbandian y Berdych, el cuadro principal de este edición del Godó no es ni mucho menos el mejor de los últimos años, pero el cuatro veces campeón de Roland Garros le restó importancia a este hecho.
"Un torneo como Barcelona no depende ni del uno, ni del dos, ni del tres ni del cuatro del mundo. Un torneo como Barcelona tiene una historia muy grande detrás, tiene importancia por sí mismo. El Godó siempre ha tenido grandísimos jugadores y seguirá teniéndolos", dijo el balear, quien añadió que "este año se han juntado muchísimas desgracias", pero que el cuadro sigue siendo "de gran nivel".
Mientras atendía a la prensa, Nadal permanecía escoltado por Albert Costa, director técnico del torneo, y Albert Agustí, presidente del RCT Barcelona-1899. Ambos agradecieron al ex número uno mundial que haya querido estar presente en el Godó para explicar en primera persona los motivos de su renuncia.
"Está claro que el hecho de que Rafa no pueda jugar es un golpe para el torneo, pero el Godó tiene un grupo de grandes jugadores a los que ahora se les abre el camino y seguro que van a estar muy motivados para conquistar el título. Estoy convencido de que esta semana veremos un gran espectáculo", concluyó Costa.
Precisamente por eso, porque se encuentra en un momento muy dulce, porque está jugando "a un grandísimo nivel", quiere que dure el máximo tiempo posible, cosa que pasa por mimar su cuerpo, "Para que mi tenis esté bien tengo que estar físicamente bien y es el objetivo principal", ha apuntado.
Rafa Nadal, que siempre se mostró muy crítico con el calendario diseñado por la ATP, sobre todo en lo referente a la temporada europea de tierra, quiso dejar claro que renunciar a jugar en Barcelona no fue una decisión premeditada.
"No lo tenia previsto, que quede claro. El tenis no es como el fútbol. Tú no sabes los partidos que vas a jugar, y planificas el calendario en base a los partidos no a los torneos. Si hubiese llegado en Montecarlo y perdido el miércoles, lo normal es que mañana hubiera jugado aquí", argumentó.
El mallorquín recordó que el año pasado encadenó con éxito los torneos de Montecarlo, Barcelona y Roma y, en Roland Garros, empezó un declive físico que lo llevó a estar más de dos meses parado y le impidió defender el título de Wimblendon.
En el principado monegasco, Nadal volvió a saborear la victoria 350 días después y esa sensación que ya no recordaba lo obliga a ahora "a ser cauto", porque el objetivo es "mantener el nivel".
"No es una pose, ni mucho menos. Para mí, no jugar aquí es un golpe duro. Es mi club, es Barcelona, estoy en mi casa y he ganado cinco años aquí. Pero uno, con los años se conoce más, va teniendo más experiencia, la del año pasado fue una experiencia desagradable y creo que jugar tres semanas seguidas no es lo mejor para mí", explicó.
El tenista que levantó el Trofeo Conde de Godó en las últimas cinco ediciones, el hombre que lleva ganados los últimos 25 partidos disputados en Barcelona, se dedicará estos días a preparar el Masters 1000 de Roma de la semana que viene, pero promete volver a la capital catalana en 2011.
"El año que viene el calendario será mucho más favorable -habrá una semana de descanso entre Barcelona y Roma- y jugaré aquí", adelantó Nadal, que en principio también tiene previsto disputar el Masters 1000 de Madrid -otro torneo obligatorio- antes de iniciar la reconquista del Gran Slam parisino.
Sin Nadal, Davydenko, Del Potro, Stepanek, Nalbandian y Berdych, el cuadro principal de este edición del Godó no es ni mucho menos el mejor de los últimos años, pero el cuatro veces campeón de Roland Garros le restó importancia a este hecho.
"Un torneo como Barcelona no depende ni del uno, ni del dos, ni del tres ni del cuatro del mundo. Un torneo como Barcelona tiene una historia muy grande detrás, tiene importancia por sí mismo. El Godó siempre ha tenido grandísimos jugadores y seguirá teniéndolos", dijo el balear, quien añadió que "este año se han juntado muchísimas desgracias", pero que el cuadro sigue siendo "de gran nivel".
Mientras atendía a la prensa, Nadal permanecía escoltado por Albert Costa, director técnico del torneo, y Albert Agustí, presidente del RCT Barcelona-1899. Ambos agradecieron al ex número uno mundial que haya querido estar presente en el Godó para explicar en primera persona los motivos de su renuncia.
"Está claro que el hecho de que Rafa no pueda jugar es un golpe para el torneo, pero el Godó tiene un grupo de grandes jugadores a los que ahora se les abre el camino y seguro que van a estar muy motivados para conquistar el título. Estoy convencido de que esta semana veremos un gran espectáculo", concluyó Costa.
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