(Global: 2-3)
El Barcelona no podrá reeditar título después de ganar por la mínima a un Inter que aguantó gran parte del encuentro con un jugador menos. De esta forma Inter y Bayern se jugarán la UEFA Champions League en el Estadio Santiago Bernabéu el próximo 22 de mayo.
El FC Barcelona no podrá reeditar su corona de campeón. El equipo azulgrana lo intentó todo para remontar su eliminatoria ante el FC Internazionale Milano, pero fue incapaz de romper el muro defensivo transalpino. A pesar de la ausencia de ocasiones, el Camp Nou se esperanzó con la expulsión de Thiago Motta en el 28' pero el Inter demostró su condición de aspirante al título con un brillante repliegue defensivo, incluso con un jugador menos. Gerard Piqué puso al Barcelona a un tanto de la gran final en el 84', pero los azulgranas no pudieron culminar su remontada. De esta manera el FC Internazionale Milano y el FC Bayern München disputarán la próxima final de la UEFA Champions League el 22 de mayo en el Estadio Santiago Bernabéu.
Para levantar el 3-1 adverso que el Inter arrancó de Italia el Barça se encomendó a Xavi Hernández y Lionel Messi, catalizadores del juego azulgrana. Sin embargo, y como es habitual en las grandes citas, Josep Guardiola se guardó un as en la manga con la alineación: Yaya Touré sustituyó al sancionado Carles Puyol y Gabriel Milito se movió al lateral izquierdo, dos acciones que facilitaban 'a priori' el movimiento de balón para de nutrir balones al tridente Messi – Pedro Rodríguez - Zlatan Ibrahimović. El Inter, por el contrario, apostó sobre seguro e intentó repetir la misma alineación que tan buen resultado le dio en Italia con Diego Milito y Samuel Eto'o como principales amenazas, pero en el calentamiento se lesionó Goran Pandev y le sustituyó Cristian Chivu.
En la rueda de prensa previa al encuentro, Guardiola apeló al calor del público para intentar la remontada y la respuesta de la grada fue contundente. Un ambiente espectacular rodeó unos primeros compases que comenzaron con la misma tónica que el partido de ida: un Barça dueño del balón ante un Inter resguardado en su área. Pedro fue el primero en probar fortuna con un disparo escorado en el 3', pero a pesar de la necesidad de goles, el Barcelona no dejó guiarse por la angustia o las prisas incluso cuando el Inter intentó llevar el encuentro a su terreno con constantes interrupciones.
A los pocos minutos el Barça se percató de su desafío. Tenía que dar la vuelta a la eliminatoria pero para ello debía romper la seguridad defensiva de un Inter que comenzaba a clavar el mismo planteamiento que en el partido de ida. Los jugadores azulgranas siempre recibieron el esférico rodeado por jugadores interistas, que conformaron dos líneas muy juntas que dificultaron la creación de ocasiones. No fue hasta mediado el primer tiempo cuando el Barça dispuso de una nueva oportunidad, otra vez en los pies de Pedro.
La situación cambió completamente en el minuto 28, cuando el Inter se quedó con diez hombres por la expulsión por roja directa de Thiago Motta, jugador crecido en las categorías inferiores azulgranas. La acción animó a la grada y al Barça que se volcó en busca de un esperanzador primer tanto. Messi rozó el tanto con un disparo desde la frontal que rechazó a córner Júlio César con una gran estirada, pero el Inter no perdió la compostura y se fue al descanso con el empate a cero.
Tras la reanudación y con la inferioridad numérica el Inter se olvidó del ataque y centró sus esfuerzos en el repliegue defensivo mientras el Barça buscó una mayor profundidad en banda izquierda con la entrada de Maxwell por Milito. Nada de esto funcionó para el Barça, que siguió chocando contra el muro transalpino. Lo intentó de todas las maneras, pero el Inter estuvo impecable, muy ordenado en defensa y con los jugadores muy involucrados en tareas defensivas, en especial sus hombres más adelantados: Wesley Sneijder, Milito y Eto'o.
Touré y Dani Alves lo intentaron desde la distancia, pero el ataque azulgrana no carburaba, por lo que Guardiola se lo jugó todo con la entrada de Bojan Krkić por un combativo Ibrahimović y de Jeffren Suárez por Sergio Busquets. Cambio de hombres pero misma dinámica, ya que el Barcelona no encontró un resquicio por donde doblegar la defensa visitante. Bojan pudo meter al Barça en la eliminatoria con un cabezazo que se escapó rozando el palo en el 82', pero dos minutos después Gerard Piqué, en funciones de delantero centro, enmendó el error de su compañero para dar esperanzas a la grada.
En los últimos instantes el Barça se volcó en busca del milagro, pero al final será el Inter el que dispute la gran final de la UEFA Champions League que se celebrará el próximo día 22 de mayo en el Estadio Santiago Bernábeu. Entonces luchará ante el FC Bayern München por un título que no conquista desde hace más de cuatro décadas.
Para levantar el 3-1 adverso que el Inter arrancó de Italia el Barça se encomendó a Xavi Hernández y Lionel Messi, catalizadores del juego azulgrana. Sin embargo, y como es habitual en las grandes citas, Josep Guardiola se guardó un as en la manga con la alineación: Yaya Touré sustituyó al sancionado Carles Puyol y Gabriel Milito se movió al lateral izquierdo, dos acciones que facilitaban 'a priori' el movimiento de balón para de nutrir balones al tridente Messi – Pedro Rodríguez - Zlatan Ibrahimović. El Inter, por el contrario, apostó sobre seguro e intentó repetir la misma alineación que tan buen resultado le dio en Italia con Diego Milito y Samuel Eto'o como principales amenazas, pero en el calentamiento se lesionó Goran Pandev y le sustituyó Cristian Chivu.
En la rueda de prensa previa al encuentro, Guardiola apeló al calor del público para intentar la remontada y la respuesta de la grada fue contundente. Un ambiente espectacular rodeó unos primeros compases que comenzaron con la misma tónica que el partido de ida: un Barça dueño del balón ante un Inter resguardado en su área. Pedro fue el primero en probar fortuna con un disparo escorado en el 3', pero a pesar de la necesidad de goles, el Barcelona no dejó guiarse por la angustia o las prisas incluso cuando el Inter intentó llevar el encuentro a su terreno con constantes interrupciones.
A los pocos minutos el Barça se percató de su desafío. Tenía que dar la vuelta a la eliminatoria pero para ello debía romper la seguridad defensiva de un Inter que comenzaba a clavar el mismo planteamiento que en el partido de ida. Los jugadores azulgranas siempre recibieron el esférico rodeado por jugadores interistas, que conformaron dos líneas muy juntas que dificultaron la creación de ocasiones. No fue hasta mediado el primer tiempo cuando el Barça dispuso de una nueva oportunidad, otra vez en los pies de Pedro.
La situación cambió completamente en el minuto 28, cuando el Inter se quedó con diez hombres por la expulsión por roja directa de Thiago Motta, jugador crecido en las categorías inferiores azulgranas. La acción animó a la grada y al Barça que se volcó en busca de un esperanzador primer tanto. Messi rozó el tanto con un disparo desde la frontal que rechazó a córner Júlio César con una gran estirada, pero el Inter no perdió la compostura y se fue al descanso con el empate a cero.
Tras la reanudación y con la inferioridad numérica el Inter se olvidó del ataque y centró sus esfuerzos en el repliegue defensivo mientras el Barça buscó una mayor profundidad en banda izquierda con la entrada de Maxwell por Milito. Nada de esto funcionó para el Barça, que siguió chocando contra el muro transalpino. Lo intentó de todas las maneras, pero el Inter estuvo impecable, muy ordenado en defensa y con los jugadores muy involucrados en tareas defensivas, en especial sus hombres más adelantados: Wesley Sneijder, Milito y Eto'o.
Touré y Dani Alves lo intentaron desde la distancia, pero el ataque azulgrana no carburaba, por lo que Guardiola se lo jugó todo con la entrada de Bojan Krkić por un combativo Ibrahimović y de Jeffren Suárez por Sergio Busquets. Cambio de hombres pero misma dinámica, ya que el Barcelona no encontró un resquicio por donde doblegar la defensa visitante. Bojan pudo meter al Barça en la eliminatoria con un cabezazo que se escapó rozando el palo en el 82', pero dos minutos después Gerard Piqué, en funciones de delantero centro, enmendó el error de su compañero para dar esperanzas a la grada.
En los últimos instantes el Barça se volcó en busca del milagro, pero al final será el Inter el que dispute la gran final de la UEFA Champions League que se celebrará el próximo día 22 de mayo en el Estadio Santiago Bernábeu. Entonces luchará ante el FC Bayern München por un título que no conquista desde hace más de cuatro décadas.
Orgulloso pero decepcionado
Josep Guardiola alabó a sus jugadores el esfuerzo realizado ante un Inter que aguantó con diez hombres casi todo el partido. Por ello, Mourinho pidió a sus aficionados el respaldo a sus futbolistas.
El vigente campeón, el FC Barcelona, no podrá defender su título de campeón de la UEFA Champions League en el Estadio Santiago Bernabéu el 22 de mayo tras ganar sólo por 1-0 al FC Internazionale Milano y caer eliminado en el global de la eliminatoria por un 3-2 en favor de los italianos. En un dramático choque disputado en el Camp Nou, el conjunto de Josep Guardiola lo intentó de todas las maneras ante un Inter que se defendió como puedo tras quedarse en el minuto 28 con un hombre menos tras la expulsión de Thiago Motta. Finalmente, Gerard Piqué, en el minuto 84 logró el único gol del partido tras una buena acción individual y el Barça busca la fortuna sin éxito hasta el final. Josep Guardiola, entrenador del Barcelona, se mostró triste por la eliminación mientras que su homólogo en el Inter, José Mourinho, pidió a su afición que reciba a los jugadores en el aeropuerto.
Josep Guardiola, entrenador del FC Barcelona
Josep Guardiola, entrenador del FC Barcelona
Quiero dar las gracias a todos y estoy orgulloso de pertenecer a este club. Lo hemos intentado, pero no ha sido posible llegar a Madrid. Y quiero felicitar al Inter por clasificarse para la final. Nos ha faltado continuidad en el juego. Con nueve jugadores defendiendo ha sido difícil. A veces es mucho más difícil atacar que defender. Lo hemos intentando, pero ellos han estado muy bien en defensa.
Hemos hecho una buena Champions League. Es un éxito. Y nos tenemos que recuperar. Ahora tenemos un partido muy complicado contra el Villarreal CF en la Liga. No hay nada más que decir. Lo hemos dado todo. Recordaré este día con tristeza, pero estoy muy agradecido a la gente. Me sabe mal por no haberlo conseguido. Somos un equipo que quiere atacar y nos ha costado mucho el uno contra uno.
Quizás con la expulsión el comportamiento del rival hubiera sido diferente. Hemos intentado abrir el campo en la segunda parte, pero han estado muy fuertes. Pensaba que íbamos a lograr la clasificación, pero no ha podido ser.
José Mourinho, entrenador del FC Internazionale Milano
Hemos hecho una buena Champions League. Es un éxito. Y nos tenemos que recuperar. Ahora tenemos un partido muy complicado contra el Villarreal CF en la Liga. No hay nada más que decir. Lo hemos dado todo. Recordaré este día con tristeza, pero estoy muy agradecido a la gente. Me sabe mal por no haberlo conseguido. Somos un equipo que quiere atacar y nos ha costado mucho el uno contra uno.
Quizás con la expulsión el comportamiento del rival hubiera sido diferente. Hemos intentado abrir el campo en la segunda parte, pero han estado muy fuertes. Pensaba que íbamos a lograr la clasificación, pero no ha podido ser.
José Mourinho, entrenador del FC Internazionale Milano
Mi equipo es un conjunto de héroes. Los jugadores se han dejado su sangre en el campo esta noche. Quiero alabar a todos, a los que jugaron y a los que no lo hicieron. Y también a los aficionados que nos han apoyado y a los que han estado en casa. Espero que estén en el aeropuerto para recibirnos. Es una noche de fiesta. Se que es duro porque mañana trabajan, pero los pido que vengan a esperar a estos chicos.
Sé lo complicado que ha sido llegar hasta aquí. Contra el Barcelona es difícil cuando tienes once jugadores, es decir, con diez el mérito aún es mayor. Con Júlio César que ha estado muy bien ha parecido que estuviéramos con once. Esta es la mejor derrota de mi vida. Es una lástima que no haya podido jugar este partido. Lo habría dado todo en el campo y me habría dejado la sangra como lo han hecho ellos.
He ganado la Champions League antes, pero hasta el último no estaba seguro de que fuéramos a pasar la eliminatoria. Para llegar aquí he tenido que jugar cuatro veces contra el Barça y dos contra el Chelsea. Si el Inter no gana esta vez, lo hará el próximo año. Pensé que nunca podría tener un cariño como el que tengo con los aficionados del Chelsea, pero probablemente ahora sea mejor con los del Inter.
Sé lo complicado que ha sido llegar hasta aquí. Contra el Barcelona es difícil cuando tienes once jugadores, es decir, con diez el mérito aún es mayor. Con Júlio César que ha estado muy bien ha parecido que estuviéramos con once. Esta es la mejor derrota de mi vida. Es una lástima que no haya podido jugar este partido. Lo habría dado todo en el campo y me habría dejado la sangra como lo han hecho ellos.
He ganado la Champions League antes, pero hasta el último no estaba seguro de que fuéramos a pasar la eliminatoria. Para llegar aquí he tenido que jugar cuatro veces contra el Barça y dos contra el Chelsea. Si el Inter no gana esta vez, lo hará el próximo año. Pensé que nunca podría tener un cariño como el que tengo con los aficionados del Chelsea, pero probablemente ahora sea mejor con los del Inter.
Inter y Bayern jugarán una final inédita
MADRID -- El estadio Santiago Bernabéu de Madrid acogerá, el próximo 22 de mayo, una final inédita, entre Inter Milán y Bayern Munich, dos equipos históricos, dos gigantes que recuperan en esta ocasión un lugar preponderante en el escenario principal del fútbol internacional.
Bayern e Inter son dos viejos campeones. Entidades de referencia que han formado parte importante, en distintas épocas, del lustre adquirido en el trayecto competitivo del Viejo Continente. Y que se enfrentarán por vez primera en una final europea.
En sus respectivos trayectos por los distintos torneos continentales, sólo en una ocasión el equipo italiano y el alemán cruzaron sus caminos. Fue en la entonces denominada Copa de la UEFA de la temporada 1988-89. Salió airoso el Bayern, que perdió en la ida por 0-2 pero superó al Inter en la vuelta por 1-3.
Tal y como reconoció este martes el preparador, el portugués Jose Mourinho, la final de la Champions League es un sueño para el Inter, que no se encuentra en esta situación desde hace treinta y ocho años, cuando perdió ante el Ajax en Rotterdam y entonces la competición se denominaba Copa de Europa.
Pero también lo es para el Bayern, que nueve temporadas después pretende ampliar su cosecha de éxitos.
A pesar de su leyenda, el conjunto alemán ha sido uno de los tapados del torneo. Sometido a la crisis del fútbol germano, el Bayern ha tardado en salir a flote. De la mano del holandés Louis Van Gaal, que afrontará en Madrid su tercera final de Champions League/Copa de Europa tras las dos que jugó el Ajax, con un triunfo, en 1995, y una derrota, en 1996, ha reconducido su situación.
No entraba entre los aspirantes el equipo bávaro, desplazado, incluso del dominio de la Bundesliga. En este curso, ha recuperado su preponderancia en el torneo alemán, que ahora domina, y su progresión le ha trasladado hasta la final continental.
Es la octava ocasión en la que Bayern estará a orillas del éxito. Hasta ahora su historia resplandece con cuatro títulos de la Liga de Campeones/Copa de Europa (1973-74, 1974-75, 1975-76 y 2000-01), que añade a las dos Copas Intercontinentales (1976, 2001), una Recopa (1966-67) y una Copa de la UEFA (1995-96).
Inter está ante su gran oportunidad. A la sombra del gran Milán e, incluso, de los buenos tiempos de Juventus, la entidad neoazzurri hace tiempo que ha recuperado el primer lugar en Italia. Acostumbrado a las conquistas ligueras en los tiempos recientes -2006, 2007, 2008 y 2009-, el Inter agota sus esfuerzos en el premio continental.
Es su auténtico anhelo. Veintiocho años le separan de su última cita. En Rotterdam, donde perdió contra el Ajax. Antes, en 1967 perdió el título a manos del Celtic, en Lisboa. No logra el título desde hace cuarenta y cinco años, cuando jugó ante el Benfica en San Siro en 1965. Un año antes lo había logrado en Viena, donde superó al histórico Real Madrid.
Su peso internacional se completa con dos Copas Intercontinentales (1964 y 1965) y tres Copas de la UEFA (1991, 1994 y 1998).
Jose Mourinho, que cumple su segunda temporada en Milán, fue contratado por Inter para eso. El luso ya sabe lo que es ganar la Liga de Campeones. Lo consiguió con el Oporto en el 2004, cuando superó al Mónaco en Alemania.
Ahora, treinta y ocho años después, ha llevado a Inter a la final de Champions League. Lo hace bajo la propiedad y presidencia de un Massimo Moratti (Massimo) hijo de Angelo, el propietario y máximo dirigente de la entidad interista en 1965, cuando el club conquistó sus anteriores dos máximos entorchados continentales.
En sus respectivos trayectos por los distintos torneos continentales, sólo en una ocasión el equipo italiano y el alemán cruzaron sus caminos. Fue en la entonces denominada Copa de la UEFA de la temporada 1988-89. Salió airoso el Bayern, que perdió en la ida por 0-2 pero superó al Inter en la vuelta por 1-3.
Tal y como reconoció este martes el preparador, el portugués Jose Mourinho, la final de la Champions League es un sueño para el Inter, que no se encuentra en esta situación desde hace treinta y ocho años, cuando perdió ante el Ajax en Rotterdam y entonces la competición se denominaba Copa de Europa.
Pero también lo es para el Bayern, que nueve temporadas después pretende ampliar su cosecha de éxitos.
A pesar de su leyenda, el conjunto alemán ha sido uno de los tapados del torneo. Sometido a la crisis del fútbol germano, el Bayern ha tardado en salir a flote. De la mano del holandés Louis Van Gaal, que afrontará en Madrid su tercera final de Champions League/Copa de Europa tras las dos que jugó el Ajax, con un triunfo, en 1995, y una derrota, en 1996, ha reconducido su situación.
No entraba entre los aspirantes el equipo bávaro, desplazado, incluso del dominio de la Bundesliga. En este curso, ha recuperado su preponderancia en el torneo alemán, que ahora domina, y su progresión le ha trasladado hasta la final continental.
Es la octava ocasión en la que Bayern estará a orillas del éxito. Hasta ahora su historia resplandece con cuatro títulos de la Liga de Campeones/Copa de Europa (1973-74, 1974-75, 1975-76 y 2000-01), que añade a las dos Copas Intercontinentales (1976, 2001), una Recopa (1966-67) y una Copa de la UEFA (1995-96).
Inter está ante su gran oportunidad. A la sombra del gran Milán e, incluso, de los buenos tiempos de Juventus, la entidad neoazzurri hace tiempo que ha recuperado el primer lugar en Italia. Acostumbrado a las conquistas ligueras en los tiempos recientes -2006, 2007, 2008 y 2009-, el Inter agota sus esfuerzos en el premio continental.
Es su auténtico anhelo. Veintiocho años le separan de su última cita. En Rotterdam, donde perdió contra el Ajax. Antes, en 1967 perdió el título a manos del Celtic, en Lisboa. No logra el título desde hace cuarenta y cinco años, cuando jugó ante el Benfica en San Siro en 1965. Un año antes lo había logrado en Viena, donde superó al histórico Real Madrid.
Su peso internacional se completa con dos Copas Intercontinentales (1964 y 1965) y tres Copas de la UEFA (1991, 1994 y 1998).
Jose Mourinho, que cumple su segunda temporada en Milán, fue contratado por Inter para eso. El luso ya sabe lo que es ganar la Liga de Campeones. Lo consiguió con el Oporto en el 2004, cuando superó al Mónaco en Alemania.
Ahora, treinta y ocho años después, ha llevado a Inter a la final de Champions League. Lo hace bajo la propiedad y presidencia de un Massimo Moratti (Massimo) hijo de Angelo, el propietario y máximo dirigente de la entidad interista en 1965, cuando el club conquistó sus anteriores dos máximos entorchados continentales.
Messi no puede con Mourinho
BARCELONA -- El argentino Lionel Messi no pudo romper con el maleficio que le afecta contra los equipos que entrena el portugués Jose Mourinho, y en el séptimo pulso ante un rival dirigido por el luso volvió a marcharse de vacío.
El Barcelona le ganó al Inter (1-0), pero fue insuficiente para remontar el 3-1 del partido de ida en Milán, donde los de Mourinho fueron mejor equipo. En ambos, Messi acabó con su cuenta de goles a cero.
El máximo goleador de la Liga de Campeones, con ocho dianas, el máximo anotador de la Liga, con 27, y, claro está, el mejor artillero del Barça, con 40 en todas las competiciones, volvió a firmar un partido contra un once que dirige Jose Mourinho sin marcar.
Y ya van siete partidos los que Messi acabó sin goles contra un equipo de Mourinho, aunque este año ya ha sumado tres; el empate a cero en la fase de grupos contra el Inter, el de la semifinal en San Siro (3-1) y el de esta noche en el Camp Nou.
Tampoco le fue nada bien al joven jugador argentino cuando Mourinho entrenó al Chelsea, ya que, si bien el Barcelona arrancó buenos resultados, Messi también acabó sin marcar, ni en los dos partidos de octavos de final de la temporada 2005-06, ni en los dos de la fase de grupos de la 2006-07.
El Barcelona le ganó al Inter (1-0), pero fue insuficiente para remontar el 3-1 del partido de ida en Milán, donde los de Mourinho fueron mejor equipo. En ambos, Messi acabó con su cuenta de goles a cero.
El máximo goleador de la Liga de Campeones, con ocho dianas, el máximo anotador de la Liga, con 27, y, claro está, el mejor artillero del Barça, con 40 en todas las competiciones, volvió a firmar un partido contra un once que dirige Jose Mourinho sin marcar.
Y ya van siete partidos los que Messi acabó sin goles contra un equipo de Mourinho, aunque este año ya ha sumado tres; el empate a cero en la fase de grupos contra el Inter, el de la semifinal en San Siro (3-1) y el de esta noche en el Camp Nou.
Tampoco le fue nada bien al joven jugador argentino cuando Mourinho entrenó al Chelsea, ya que, si bien el Barcelona arrancó buenos resultados, Messi también acabó sin marcar, ni en los dos partidos de octavos de final de la temporada 2005-06, ni en los dos de la fase de grupos de la 2006-07.
Robben y Sneijder se citan en Madrid
MADRID -- Los holandeses Arjen Robben y Wesley Sneijder, componentes del Bayern Múnich y del Inter Milán, respectivamente, con un reciente pasado madridista, regresarán al estadio Santiago Bernabeu, que fuera su casa hasta hace unos meses, para disputarse la gloria de la Liga de Campeones.
Robben y Sneijder, compatriotas y amigos, compañeros hasta el último julio, serán rivales el 22 de mayo en la búsqueda de un objetivo para el que fueron fichados por el Real Madrid hace varias campañas, pero al que nunca se aproximaron mientras formaron parte de la entidad madrileña.
Y, por curiosidades del destino, lo harán en un madridista Santiago Bernabéu, del que salieron, quizás, por "la puerta de atrás".
Robben y Sneijder, compatriotas y amigos, compañeros hasta el último julio, serán rivales el 22 de mayo en la búsqueda de un objetivo para el que fueron fichados por el Real Madrid hace varias campañas, pero al que nunca se aproximaron mientras formaron parte de la entidad madrileña.
Y, por curiosidades del destino, lo harán en un madridista Santiago Bernabéu, del que salieron, quizás, por "la puerta de atrás".
En su trayecto, el delantero Robben y el centrocampista Sneijder disfrutaron en Madrid de vidas paralelas. Ambos irrumpieron en Madrid en junio del 2007 como contrataciones de relumbrón del entonces presidente Ramón Calderón.
El centrocampista, llegó procedente del Ajax. El atacante, promesa electoral que tardó dos años en ser cumplida, vino desde el Chelsea a cambio de una muy importante cantidad económica.
Robben y Sneijder, víctimas de los vaivenes institucionales y en el banquillo, mostraron su talento con cuentagotas. Wesley Sneijder, tras un año brillante, padeció un bajón notable en el segundo curso.
Robben, que durante momentos sostuvo al conjunto blanco, fue víctima de las numerosas lesiones que prolongaron sus penurias. No tuvo continuidad.
El cambio de rumbo en la institución madrileña, con la llegada a la presidencia por segunda vez de Florentino Pérez, supuso el final de la estancia de ambos holandeses en el Real Madrid. Con una Liga y una Supercopa Española como único resplandor añadido en las vitrinas del club, dejaron la entidad el pasado verano.
Se fueron pese a que, al menos públicamente, el técnico madridista Manuel Pellegrini -recién llegado- dijo que deseaba la continuidad de ambos.
Pero se marcharon y han triunfado fuera de Madrid. Sneijder, empleado por la nueva directiva como forma de generar ingreso tras el fuerte desembolso en otras estrellas, dejó el club en junio. Robben forzó su salida ante la mala perspectiva deportiva que le ofrecía la nueva 'galaxia' y a cambio de unos 25 millones de euros.
Robben y Sneijder lucharán ahora entre sí por hacerse con la Liga de Campeones 2009-10. Han liderado el devenir de sus respectivos equipos. El atacante ha sido determinante en el resurgir del Bayern. El centrocampista es el alma del Inter del portugués Jose Mourinho.
El Bernabeu contemplará su pasado reciente. Pero también otros más lejanos: el camerunés Samuel Etoo y el portugués Luis Figo forman parte del club transalpino. Y mirarán hacia el palco, donde Florentino Pérez formará parte de la presidencia de la final.
Etoo, criado en las divisiones inferiores del Real Madrid y que llegó a jugar con el primer equipo de la entidad, se reencontrará con el hombre que, en su primera época facilitó su salida ya que le cedió al Real Mallorca y, después, le traspasó al Barcelona vía equipo mallorquín.
Figo aún es el símbolo de la 'galaxia' que, a golpe de talonario, gestó Florentino Pérez en su primer proyecto al frente del Real Madrid. Fue la gran baza para que alcanzara la presidencia del club por vez primera y, además, sirvió para asestar un "golpe mortal" a su eterno rival, al "robarlo" al Barcelona merced al pago de la cláusula de rescisión.
El 22 de mayo, el Bernabéu, pues, acogerá a cuatro de sus "hijos pródigos": Robben, Sneijder y Etoo estarán sobre el terreno de juego, Figo seguro que en el banquillo interista como delegado. De ellos, el camerunés ya sabe lo que es ganar en dos ocasiones (Barcelona) la competición, el portugués en una como jugador madridista.
El centrocampista, llegó procedente del Ajax. El atacante, promesa electoral que tardó dos años en ser cumplida, vino desde el Chelsea a cambio de una muy importante cantidad económica.
Robben y Sneijder, víctimas de los vaivenes institucionales y en el banquillo, mostraron su talento con cuentagotas. Wesley Sneijder, tras un año brillante, padeció un bajón notable en el segundo curso.
Robben, que durante momentos sostuvo al conjunto blanco, fue víctima de las numerosas lesiones que prolongaron sus penurias. No tuvo continuidad.
El cambio de rumbo en la institución madrileña, con la llegada a la presidencia por segunda vez de Florentino Pérez, supuso el final de la estancia de ambos holandeses en el Real Madrid. Con una Liga y una Supercopa Española como único resplandor añadido en las vitrinas del club, dejaron la entidad el pasado verano.
Se fueron pese a que, al menos públicamente, el técnico madridista Manuel Pellegrini -recién llegado- dijo que deseaba la continuidad de ambos.
Pero se marcharon y han triunfado fuera de Madrid. Sneijder, empleado por la nueva directiva como forma de generar ingreso tras el fuerte desembolso en otras estrellas, dejó el club en junio. Robben forzó su salida ante la mala perspectiva deportiva que le ofrecía la nueva 'galaxia' y a cambio de unos 25 millones de euros.
Robben y Sneijder lucharán ahora entre sí por hacerse con la Liga de Campeones 2009-10. Han liderado el devenir de sus respectivos equipos. El atacante ha sido determinante en el resurgir del Bayern. El centrocampista es el alma del Inter del portugués Jose Mourinho.
El Bernabeu contemplará su pasado reciente. Pero también otros más lejanos: el camerunés Samuel Etoo y el portugués Luis Figo forman parte del club transalpino. Y mirarán hacia el palco, donde Florentino Pérez formará parte de la presidencia de la final.
Etoo, criado en las divisiones inferiores del Real Madrid y que llegó a jugar con el primer equipo de la entidad, se reencontrará con el hombre que, en su primera época facilitó su salida ya que le cedió al Real Mallorca y, después, le traspasó al Barcelona vía equipo mallorquín.
Figo aún es el símbolo de la 'galaxia' que, a golpe de talonario, gestó Florentino Pérez en su primer proyecto al frente del Real Madrid. Fue la gran baza para que alcanzara la presidencia del club por vez primera y, además, sirvió para asestar un "golpe mortal" a su eterno rival, al "robarlo" al Barcelona merced al pago de la cláusula de rescisión.
El 22 de mayo, el Bernabéu, pues, acogerá a cuatro de sus "hijos pródigos": Robben, Sneijder y Etoo estarán sobre el terreno de juego, Figo seguro que en el banquillo interista como delegado. De ellos, el camerunés ya sabe lo que es ganar en dos ocasiones (Barcelona) la competición, el portugués en una como jugador madridista.
Laporta: "Vivimos la crueldad del fútbol"
BARCELONA -- El presidente de Barcelona, Joan Laporta, lamentó que a su equipo le haya tocado vivir ante Inter de Milán "la crueldad del fútbol", tras caer eliminado en las semifinales de la Champions League pese a dominar ampliamente el partido (1-0).
"Hoy nos ha tocado a nosotros vivir esa cara cruel del fútbol", ha comentado el presidente, "pero ahora nos toca levantar la moral y pensar en la Liga. Tenemos un partido fundamental en Villarreal para tener una alegría en la Liga".
Laporta ha reclamado el apoyo de la afición al equipo pese a la eliminación europea y dijo: "El equipo merece una ovación y todo nuestro agradecimiento. Se merecen nuestro aplauso porque los jugadores han dado la cara en todo momento".
Resignado a quedarse fuera de la final de Madrid -"son cosas que pasan, no ha podido ser"-, Laporta ha insistido en que los momentos posteriores a la eliminación "no son agradables, pero en la vida hay cosas peores".
"Ahora nos toca recuperarnos, subir la moral y darle ánimos al equipo para que se centre en la Liga. Ahora más que nunca, hay que estar con este equipo", ha añadido.
Laporta, además, ha admitido que en el barcelonismo "ya se esperaba un Inter tan a la defensiva", situación que ha complicado el juego del Barça. "Ha sido muy difícil romper sus dos líneas defensivas. Nos lo han puesto muy complicado", ha dicho.
Laporta ha reclamado el apoyo de la afición al equipo pese a la eliminación europea y dijo: "El equipo merece una ovación y todo nuestro agradecimiento. Se merecen nuestro aplauso porque los jugadores han dado la cara en todo momento".
Resignado a quedarse fuera de la final de Madrid -"son cosas que pasan, no ha podido ser"-, Laporta ha insistido en que los momentos posteriores a la eliminación "no son agradables, pero en la vida hay cosas peores".
"Ahora nos toca recuperarnos, subir la moral y darle ánimos al equipo para que se centre en la Liga. Ahora más que nunca, hay que estar con este equipo", ha añadido.
Laporta, además, ha admitido que en el barcelonismo "ya se esperaba un Inter tan a la defensiva", situación que ha complicado el juego del Barça. "Ha sido muy difícil romper sus dos líneas defensivas. Nos lo han puesto muy complicado", ha dicho.
Mourinho: "Nunca dirigiré a Barça"
BARCELONA -- El entrenador de Inter de Milán, el portugués Jose Mourinho, que este miércoles apeó al Barcelona de la final de la Champions League al perder por la mínima en el Camp Nou (1-0), cada vez tiene más claro que no se sentará nunca en el banquillo del club azulgrana, con el que protagonizo un nuevo episodio de su largo desencuentro.
"Tampoco soy tan estúpido para pensar que este odio se puede transformar en amor. Yo respeto mucho al Barça, nunca olvidaré lo que me dio los cuatro años que estuve aquí, pero se ha creado alrededor mío algo que ya creo que es imposible transformar en positivo, y está claro que acabaré mi carrera sin entrenar al Barça", sentenció a la conclusión del partido.
Mourinho ironizó sobre la animadversión que el aficionado del Barcelona tiene hacia su persona: "Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo, porque ahora el enemigo público número uno soy yo".
En lo referente al partido, el entrenador portugués calificó la derrota que este miércoles sufrió su equipo (1-0), como la más dulce de su carrera, ya que ésta le clasifica para la final que se disputará en el madrileño estadio Santiago Bernabeu.
"Es la derrota más bonita de mi vida, aunque creo que mis jugadores merecían un 0-0, porque han hecho un partido espectacular desde el punto de vista de la organización defensiva", manifestó.
Mourinho excusó el inexistente juego ofensivo de su equipo, en la lesión de Pandev, primero, y en la expulsión de Motta, después: "Tuve que poner a Chivu, que es más defensivo, porque Pandev no estaba en condiciones de jugar, y sin él equipo pierde peso ofensivo. Luego, con diez hombres, lógicamente nuestras posibilidades de crear y marcar prácticamente se habían reducido a cero".
El técnico de Inter destacó que, ante tanta adversidad "cualquier otro equipo sin organización ni espíritu táctico habría sufrido cuatro o cinco goles" contra un equipo como Barcelona, y explicó por qué sus hombres renunciaron a cualquier posibilidad de elaborar algo de juego ofensivo.
"Nosotros no queremos la pelota, porque el Barcelona presiona, cuando presiona, recupera, y cuando la recupera, tu ya has perdido la posesión", argumentó.
El preparador portugués restó importancia a los incidentes del final del partido entre algunos de sus jugadores y los de Barcelona y también a su celebración, que fue recriminada por el portero local, Víctor Valdés.
En este sentido, Mourinho apuntó que "quien gana tanto, no sabe perder" y dejó claro que en ningún momento se dirigió a la afición azulgrana tras finalizar el partido. "Valdés pensaba que lo estaba festejando de manera negativa contra el público, pero yo lo estaba celebrando con los aficionados del Inter que estaba en aquella zona", se justificó.
Mourinho ironizó sobre la animadversión que el aficionado del Barcelona tiene hacia su persona: "Figo ya puede venir a Barcelona tranquilo, porque ahora el enemigo público número uno soy yo".
En lo referente al partido, el entrenador portugués calificó la derrota que este miércoles sufrió su equipo (1-0), como la más dulce de su carrera, ya que ésta le clasifica para la final que se disputará en el madrileño estadio Santiago Bernabeu.
"Es la derrota más bonita de mi vida, aunque creo que mis jugadores merecían un 0-0, porque han hecho un partido espectacular desde el punto de vista de la organización defensiva", manifestó.
Mourinho excusó el inexistente juego ofensivo de su equipo, en la lesión de Pandev, primero, y en la expulsión de Motta, después: "Tuve que poner a Chivu, que es más defensivo, porque Pandev no estaba en condiciones de jugar, y sin él equipo pierde peso ofensivo. Luego, con diez hombres, lógicamente nuestras posibilidades de crear y marcar prácticamente se habían reducido a cero".
El técnico de Inter destacó que, ante tanta adversidad "cualquier otro equipo sin organización ni espíritu táctico habría sufrido cuatro o cinco goles" contra un equipo como Barcelona, y explicó por qué sus hombres renunciaron a cualquier posibilidad de elaborar algo de juego ofensivo.
"Nosotros no queremos la pelota, porque el Barcelona presiona, cuando presiona, recupera, y cuando la recupera, tu ya has perdido la posesión", argumentó.
El preparador portugués restó importancia a los incidentes del final del partido entre algunos de sus jugadores y los de Barcelona y también a su celebración, que fue recriminada por el portero local, Víctor Valdés.
En este sentido, Mourinho apuntó que "quien gana tanto, no sabe perder" y dejó claro que en ningún momento se dirigió a la afición azulgrana tras finalizar el partido. "Valdés pensaba que lo estaba festejando de manera negativa contra el público, pero yo lo estaba celebrando con los aficionados del Inter que estaba en aquella zona", se justificó.
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