Desde el día en que pisó por primera vez un terreno de Grandes Ligas, el venezolano Miguel Cabrera le dejó en claro al mundo que estábamos en presencia de un bateador fuera de liga, de esos que salen muy de tarde en tarde.
En la semana del domingo 18 al sábado 24, Cabrera simplemente confirmó lo que ya se sabía: con el madero en la mano es de lo mejor que existe en la actualidad en las Mayores.
El primera base de los Tigres de Detroit disparó en ese período 11 hits en 30 turnos, para average de .367, con cuatro carreras anotadas y 11 impulsadas.
De sus 11 imparables, nueve fueron extravases: dos bambinazos y siete dobletes, para un slugging de .800.
Cabrera sencillamente estuvo intratable en la caja de bateo y dejó sin opciones a otros candidatos al Jugador Latino de la Semana en la Liga Americana.
Uno que disfrutó de una buena semana, tras un inicio lento de temporada, fue el primera base cubano de los Angelinos de Los Angeles, Kendry Morales.
En 25 visitas a la caja, Morales sonó diez hits, de los cuales dos se fueron sobre las cercas, al tiempo que anotó seis carreras y remolcó siete, con un slugging de .640.
El cubano ha entendido a la perfección su nueva misión dentro del equipo, tras la partida del dominicano Vladimir Guerrero hacia los Rangers de Texas.
Y como tal se está comportando, con un bateo tórrido desde ambos lados del plato, demostrando que sus números del pasado año, primero en que jugó como titular, no fueron obra de una racha de buena suerte.
Y uno que le está callando la boca a los escépticos es el segunda base venezolano de los Reales de Kansas City, Alberto Callaspo.
Durante los últimos días de los entrenamientos de primavera se especuló sobre si Callaspo debía o no ser el titular de la posición, a pesar de que en el 2009 tuvo una actuación más que convincente.
Esta semana, el venezolano pegó nueve hits en 26 turnos, para promedio de .346, con tres anotadas y siete empujadas.
Callaspo sonó un biangular y un par de cuadrangulares y su slugging fue de .615 puntos.
En el pitcheo, el panameño Mariano Rivera está confirmando por qué se le señala como el cerrador más efectivo y confiable de todos los tiempos.
En la semana, Rivera trabajó tres innings en blanco, para mantener inmaculado su promedio de efectividad de 0.00, al tiempo que salvó dos partidos y llegó a seis rescates en lo que va de temporada.
Frío, frío
Sigue sin salir del congelador David Ortiz, el bateador designado de los Medias Rojas de Boston.
En la semana, el Big Papi disparó un hit (que fue jonrón) en diez turnos al bate, para anémico average de .100.
Y otro que está frío, frio es el mexicano Carlos Quentin, de los Medias Blancas de Chicago, que en el período apenas ligó un imparable en 17 turnos, para .058 de average.
Para esta selección se tomaron las estadísticas desde el domingo 18 de abril hasta el sábado 24 de abril.
En la semana del domingo 18 al sábado 24, Cabrera simplemente confirmó lo que ya se sabía: con el madero en la mano es de lo mejor que existe en la actualidad en las Mayores.
El primera base de los Tigres de Detroit disparó en ese período 11 hits en 30 turnos, para average de .367, con cuatro carreras anotadas y 11 impulsadas.
De sus 11 imparables, nueve fueron extravases: dos bambinazos y siete dobletes, para un slugging de .800.
Cabrera sencillamente estuvo intratable en la caja de bateo y dejó sin opciones a otros candidatos al Jugador Latino de la Semana en la Liga Americana.
Uno que disfrutó de una buena semana, tras un inicio lento de temporada, fue el primera base cubano de los Angelinos de Los Angeles, Kendry Morales.
En 25 visitas a la caja, Morales sonó diez hits, de los cuales dos se fueron sobre las cercas, al tiempo que anotó seis carreras y remolcó siete, con un slugging de .640.
El cubano ha entendido a la perfección su nueva misión dentro del equipo, tras la partida del dominicano Vladimir Guerrero hacia los Rangers de Texas.
Y como tal se está comportando, con un bateo tórrido desde ambos lados del plato, demostrando que sus números del pasado año, primero en que jugó como titular, no fueron obra de una racha de buena suerte.
Y uno que le está callando la boca a los escépticos es el segunda base venezolano de los Reales de Kansas City, Alberto Callaspo.
Durante los últimos días de los entrenamientos de primavera se especuló sobre si Callaspo debía o no ser el titular de la posición, a pesar de que en el 2009 tuvo una actuación más que convincente.
Esta semana, el venezolano pegó nueve hits en 26 turnos, para promedio de .346, con tres anotadas y siete empujadas.
Callaspo sonó un biangular y un par de cuadrangulares y su slugging fue de .615 puntos.
En el pitcheo, el panameño Mariano Rivera está confirmando por qué se le señala como el cerrador más efectivo y confiable de todos los tiempos.
En la semana, Rivera trabajó tres innings en blanco, para mantener inmaculado su promedio de efectividad de 0.00, al tiempo que salvó dos partidos y llegó a seis rescates en lo que va de temporada.
Frío, frío
Sigue sin salir del congelador David Ortiz, el bateador designado de los Medias Rojas de Boston.
En la semana, el Big Papi disparó un hit (que fue jonrón) en diez turnos al bate, para anémico average de .100.
Y otro que está frío, frio es el mexicano Carlos Quentin, de los Medias Blancas de Chicago, que en el período apenas ligó un imparable en 17 turnos, para .058 de average.
Para esta selección se tomaron las estadísticas desde el domingo 18 de abril hasta el sábado 24 de abril.
Adrián González fue el Latino de la Semana en la LN, siendo puntal en la racha de SD
Gran ayuda con el bate
No fue esta una semana especialmente sobresaliente para los peloteros latinos en la Liga Nacional, aunque siempre hubo quien se destacó, ya con el bate, ya desde la lomita.
Uno de estos fue el mexicano Adrián González, de los Padres de San Diego, quien resultó un pilar fundamental en la racha de victorias que lleva su equipo y que ya se extiende a ocho partidos.
González sonó seis hits en 20 turnos, para average de .300, con cuatro carreras anotadas, siete impulsadas, tres vuelacercas y slugging de .750.
Pero lo que hizo al primera base de los Padres el Jugador Latino de la Semana en la Liga Nacional, más allá de la frialdad de las estadísticas, fue la oportunidad con que produjo, pues en tres ocasiones impulsó carreras que significaron la ventaja o la victoria de su equipo.
Uno cuya carrera parecía ir en declive y que está reverdeciendo laureles en este inicio de campaña es el campocorto dominicano Rafael Furcal, de los Dodgers de Los Angeles.
En la semana, Furcal se fue de 28-9 para .321 de promedio, con seis anotadas e igual número de remolques, un doblete, dos triples y slugging de .500.
Al quisqueyano de 32 años se le ve desplegando nuevamente su acostumbrada velocidad en el corrido de las bases y sobre todo, vuelve a ser la amenaza para la defensa rival cuando entra en circulación.
De ser uno de los mejores robadores de bases en el viejo circuito desde que debutó en el 2000, Furcal había dejado de estafar, al extremo de que en los dos últimos años apenas se llevó 20 almohadas.
Este año ya suma ocho y va en paso de la que podría ser su mejor campaña en ese departamento, fundamentalísimo en el ataque de un equipo y que, lamentablemente, pocos usan con acierto.
Uno que siguió esta semana el buen desempeño que empezó la pasada fue el también dominicano Ubaldo Jiménez, de los Rockies de Colorado.
Jiménez cerró la pasada semana con el primer no hit-no run en la historia de los Rockies y esta semana enfrentó en duelo de lanzadores al cubano Liván Hernández, quien venía de lanzar 16 innings sin permitir anotaciones.
Las expectativas se concentraban en ver si el quisqueyano lograba igualar la hazaña de Johnny Vander Meer, que en 1938 lanzó no juegos seguidos sin hits, ni carreras.
Pero aunque el sueño se rompió en el mismo primer inning al soportar un doblete, de todos modos Jiménez trabajó siete entradas y un tercio en blanco y extendió a 16.1 innings su cadena de ceros, rebajando a 0.95 su efectividad, al tiempo que consiguió su cuarto triunfo de la campaña, que lo iguala a los superastros Tim Lincecum y Roy Halladay.
Frío, frío
Los bates de dos dominicanos estelarísimos se congelaron esta semana, para confirmar aquello de que sólo los grandes bateadores caen en slumps.
Uno de ellos fue Albert Pujols, de los Cardenales de San Luis.
"La Máquina" Pujols se desajustó y en la semana consiguió apenas tres imparables en 25 turnos, para average de .120, con dos anotadas y apenas un remolque, producto de un cuadrangular, al tiempo que se tragó cinco ponches.
El otro fue Hanley Ramírez, de los Marlins de la Florida, que ligó solamente cuatro imparables, todos sencillos, en 23 visitas al plato, para un anémico promedio de .173, con una anotada, una impulsada y cuatro abanicados.
Para esta selección se tomaron las estadísticas entre el domingo 18 de abril y el sábado 24 de abril.
Uno de estos fue el mexicano Adrián González, de los Padres de San Diego, quien resultó un pilar fundamental en la racha de victorias que lleva su equipo y que ya se extiende a ocho partidos.
González sonó seis hits en 20 turnos, para average de .300, con cuatro carreras anotadas, siete impulsadas, tres vuelacercas y slugging de .750.
Pero lo que hizo al primera base de los Padres el Jugador Latino de la Semana en la Liga Nacional, más allá de la frialdad de las estadísticas, fue la oportunidad con que produjo, pues en tres ocasiones impulsó carreras que significaron la ventaja o la victoria de su equipo.
Uno cuya carrera parecía ir en declive y que está reverdeciendo laureles en este inicio de campaña es el campocorto dominicano Rafael Furcal, de los Dodgers de Los Angeles.
En la semana, Furcal se fue de 28-9 para .321 de promedio, con seis anotadas e igual número de remolques, un doblete, dos triples y slugging de .500.
Al quisqueyano de 32 años se le ve desplegando nuevamente su acostumbrada velocidad en el corrido de las bases y sobre todo, vuelve a ser la amenaza para la defensa rival cuando entra en circulación.
De ser uno de los mejores robadores de bases en el viejo circuito desde que debutó en el 2000, Furcal había dejado de estafar, al extremo de que en los dos últimos años apenas se llevó 20 almohadas.
Este año ya suma ocho y va en paso de la que podría ser su mejor campaña en ese departamento, fundamentalísimo en el ataque de un equipo y que, lamentablemente, pocos usan con acierto.
Uno que siguió esta semana el buen desempeño que empezó la pasada fue el también dominicano Ubaldo Jiménez, de los Rockies de Colorado.
Jiménez cerró la pasada semana con el primer no hit-no run en la historia de los Rockies y esta semana enfrentó en duelo de lanzadores al cubano Liván Hernández, quien venía de lanzar 16 innings sin permitir anotaciones.
Las expectativas se concentraban en ver si el quisqueyano lograba igualar la hazaña de Johnny Vander Meer, que en 1938 lanzó no juegos seguidos sin hits, ni carreras.
Pero aunque el sueño se rompió en el mismo primer inning al soportar un doblete, de todos modos Jiménez trabajó siete entradas y un tercio en blanco y extendió a 16.1 innings su cadena de ceros, rebajando a 0.95 su efectividad, al tiempo que consiguió su cuarto triunfo de la campaña, que lo iguala a los superastros Tim Lincecum y Roy Halladay.
Frío, frío
Los bates de dos dominicanos estelarísimos se congelaron esta semana, para confirmar aquello de que sólo los grandes bateadores caen en slumps.
Uno de ellos fue Albert Pujols, de los Cardenales de San Luis.
"La Máquina" Pujols se desajustó y en la semana consiguió apenas tres imparables en 25 turnos, para average de .120, con dos anotadas y apenas un remolque, producto de un cuadrangular, al tiempo que se tragó cinco ponches.
El otro fue Hanley Ramírez, de los Marlins de la Florida, que ligó solamente cuatro imparables, todos sencillos, en 23 visitas al plato, para un anémico promedio de .173, con una anotada, una impulsada y cuatro abanicados.
Para esta selección se tomaron las estadísticas entre el domingo 18 de abril y el sábado 24 de abril.
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