jueves, 22 de abril de 2010

Con sabor a poco en la Champions

Inter-Barcelona prometió más de lo que brindó y Bayern-Lyon careció de ritmo
PARÍS -- La ida de las semifinales de la UEFA Champions League me dejó con sabor a poco. El Bayern Munich-Lyon nunca terminó de agarrar ritmo y el Inter-Barcelona, más allá de los goles, no estuvo a la altura de mis expectativas.
En columnas previas les decía, comentando los partidos entre Inter y Barcelona de la fase de grupos, que no habían sido los grandes duelos que uno esperaba. Y ahora, a pesar de los goles y del monopolio del balón al que nos tiene acostumbrados Barcelona, me volví a quedar con apetito y les cuento por qué.
INTER-BARCELONA: EL TRIUNFO TÁCTICO DE LOS ITALIANOS
El culpable de mi decepción, si puede llamársela así, fue el Inter, aunque culpable en el buen sentido del término.
Lo que puede ofrecer cada equipo lo sabemos muy bien, dado que tienen dos maneras opuestas en el pensamiento y aplicación, cuando se tiene la posesión, de llegar a la victoria. El asunto era, en Milán, quién de los dos llegaba a aplicar mejor su método o libreto.
Todo comenzó lentamente, con un Barcelona que trataba de monopolizar el balón, siendo silbado por los interistas. En los primeros 15 minutos nada, apenas un remate de Eto'o desde afuera del area que Valdés rechazó para que luego Diego Milito rematara cruzado afuera.
En el minuto 18, luego de muchísimos toques en espacios reducidos, Maxwell llegó hasta el fondo para centrar a ras del piso, donde desde los 11 metros Pedro cruzó el remate para poner al frente del marcador al visitante con un gol que tuvo todo el sello del Barcelona.
Enseguida me pregunté: ¿Barcelona seguirá pensando en el arco de enfrente o tratará de calmar el juego controlando el balón? El rumbo del partido podía cambiar dependiendo de qué actitud tomara.
En el minuto 26, otra vez Milito remata cruzado afuera como para decirle al Barca "atención".
Y en el minuto 29, tras una recuperación de Lucio con falta sobre Messi no otorgada, la salida rápida vía Eto'o por afuera se convirtió en centro para Milito, que controló, giró y le dio el balón a Sneijder completamente solo (porque Valdés se cerró demasiado), y el holandés con mucha tranquilidad remató al primer palo para empatar el match.
A partir de ahí, Inter intentó pero no pudo, al no tener mucha creatividad en su juego. Apenas una salvada de Valdés ante Lucio en el minuto 40.
Pero el primer tiempo ya había dejado un punto digno de remarcar: Barcelona había pateado solamente una vez al arco, en la jugada del gol.
Los segundos 45 minutos fueron mejores, pero por los goles y no por el desarrollo del juego de uno u otro.
Apenas comenzó la segunda etapa, el Inter tuvo una opción clara, como anunciándole al Barca que no estaba bien parado en el fondo aun teniendo en poder el balón, una situación muy importante para tener en cuenta cuando se juega o se intenta jugar como Barcelona.
Así fue que en el minuto 3, del contragolpe vía Milito por afuera llegó otro centro para Maicon, que había cedido originalmente para Milito, y el brasileño controló y convirtió.
A partir de ahí Inter trato de presionar más arriba, cosa que no pudo llegar a hacer, mientras que Barcelona se repetía con Xavi, que no encontraba ni a Messi ni a Ibrahimovic.
Tal es así que Messi recién remató al arco en el minuto 52, obligando a Julio Cesar a rechazar para asegurar. Fue sólo el tercer remate al arco de Barcelona.
Y como para terminar de hundir a un Barca que no encontraba el rumbo, llegó el tercero del Inter. Milito, en función de asistente en los primeros dos, esta vez convirtió él mismo, tras un centro de la derecha y un cabezazo cruzado de Sneijder que lo encontró solo en el segundo palo (en offside).
Y aquí se puede analizar punto interesante: los tres goles del Inter vinieron por la derecha, donde los zurdos Maxwell y Keita juegan muy bien, pero cuando tienen que defender se nota que esa no es su primera cualidad.
En conclusión, Inter, en su cancha, por más que empezó un gol abajo, terminó jugando como le gusta. No tuvo que monopolizar el balón, sino que hizo que el adversario lo tenga, para obligarlo a jugar en su campo, o sea en 30 metros, y que así no encuentre la profundidad y el espacio para sus atacantes, para que cuando se recupera sea el Inter quien tenga esos espacios para contragolpear y hacer daño.
Miren si habrá sido exitoso el planteamiento del Inter que logró lo que nadie hasta entonces: ganarle por más de un gol al equipo de Guardiola.
Lo poco que mostró el Barcelona se vio cuando Xavi, desesperado, tocaba y tocaba, pero se notó mucho la ausencia de su compadre Iniesta para tratar de encontrar una solucion cercana o dentro del área con sus milimétricos pases. El problema fue, como les dije más arriba, que no vinieron Ibrahimovic y Messi a la cita.
Como disculpa, no puede dejar de decirse que enfrentaron a Julio Cesar, Lucio y Maicon, componentes de la mejor defensa a nivel de selección del mundo. Súmenle a Zanetti, recordman y capitán del Inter, y para terminar a Walter Samuel, el mejor número 6 del mundo.
Linda apuesta tendrán todos ellos dentro de una semana en Cataluña: conservar la ventaja de dos goles ante un equipo que tiene siempre al arco contrario entre ceja y ceja.
BAYERN MUNICH-LYON: UN PARTIDO SIN DEMASIADO RITMO
Siempre creemos que el espectáculo esta en el campo de juego, pero en este Bayern-Lyon estuvo antes del match, en las tribunas, con una coreografía extraordinaria. Me puse a soñar si alguna vez en nuestra querida Argentina o incluso en algún lugar de Latinoamérica podremos llegar a hacer lo mismo con las 70.000 personas que había en el estadio.
Para que se den una idea de lo que despertaba el partido, Bayern recibió 400.000 pedidos de compras de entradas para esta semifinal.
Pasemos al desarrollo de un match que casi nunca llegó a tener ritmo, a volar, como me gusta decir, y eso a pesar de que el Bayern intentó imponer su presión, sin llegar a siquiera incomodar a Lyon. Recien a partir de los 15 minutos, y hasta los 25, el Bayern consiguió procurarse un par de situaciones. Pero a partir de ahí fue incluso Lyon quien pasó a tener una pequena supremacía en el juego. Hasta tuvo un par de ocasiones, y en una de ellas Demichelis, casi de casualidad, se llevó el balon por delante evitando la caída de su arco.
Los nervios son los nervios, y en una acción desafortunada, en la que se le adelantó el balon a la salida de un dribbling, Ribery, uno de los hombres más importantes de su equipo, le metió un planchazo a Lisandro Lopez, haciéndose expulsar estúpidamente. Gran dilema para el Bayern: tenía que encontrar una solución de local pero con un jugador menos.
La solución llegó en el comienzo del segundo tiempo gracias a uno de los jugadores mas importantes de Lyon, Toulalan, titular de su selección y un hombre con mucha experiencia. En los primeros siete minutos hizo dos faltas tontas en la mitad de la cancha para dejar a los dos en el mismo nivel cuantitativo. A esto yo lo llamo darle de comer en la boca al adversario.
Y ahi sí, Bayern comenzó a presionar: entró Gómez por Pranjic, y ya con tres puntas, el equipo alemán no dejó que Lyon saliera de su campo.
Se comenzó a ver mucho mas a Schweinsteiger, a Robben, a Müller, a Olic y al ya nombrado Gómez, pero ni siquiera así, con el campo inclinado hacia Lloris, fue capaz el Bayern de generar muchas situaciones claras como para merecer ir ganando tranquilamente. Como muestra les digo que hubo un remate cruzado de Robben, un cabezazo de Gomez a las manos de Lloris y basta.
La semana pasada les dije (y si no me creen, por favor vayan a leerlo) que si Robben se hubiera quedado en el Real Madrid, tal vez con sus goles los merengues estarían ahora en las semifinales.
Traigo esto a colación porque cuando Bayern no encontraba la solución, dado que Lyon pensó categoricamente a defenderse sin llegar nunca más al arco de enfrente, hubo una jugada con el sello de ''made in zurdos que juegan a la derecha''. Robben enfrentó a su rival y se fue para adentro en diagonal, amagando hasta encontrar el espacio, para desde 25 metros rematar y sacar un remate que le viboreó al arquero, para abrir y cerrar el score. Aunque si me preguntan, para mí fue gol de Müller, porque el balon le rozó la cabeza.
Miren cómo habrá sido el dominio alemán que entre los minutos 65 y 80, Bayern controló el juego el 80% del tiempo. Igualmente, hasta el final no se vio nada más, terminando la ida con un justo 1-0 para Bayern Munich.
Les tengo que ser sinceros: a Lyon lo veo en una posicion más difícil que la que vivió en cuartos de final contra Real Madrid. ¿Por qué?
Primero, porque perdió más Lyon con la expulsión de Toulalan que Bayern con la de Ribery.
Y lo más importante, no veo a los franceses convirtiéndole tres goles a los alemanes. No crean que enloquecí al decir tres. Les cuento: en todos sus partidos de visitante en la Champions, Bayern convirtió al menos un gol, como se los había dicho antes de los cuartos contra Manchester United (ahí anotó dos). Si anota uno en Francia, obliga al Lyon a marcar esos tres que les digo.
Por eso pienso que tenemos que ir palpitando una final con Bayern Munich de protagonista.
Del otro lado, a pesar del 3-1 de la ida para el Inter, el campeón del mundo Barcelona merece que todavía se le otorgue crédito.
Nos estamos encontrando la semana próxima para ver cuánto acerté o me equivoqué, y seguramente para chatear y repasar lo que hayan dejado las semifinales.

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