BUENOS AIRES -- Boca Juniors se quedó en su cancha con el clásico de la fecha al vencer por 2-0 a San Lorenzo de Almagro con goles de Matías Giménez y Martín Palermo, después de sendas precisas habilitaciones de su conductor Juan Román Riquelme.
En un partido que sólo por momentos alcanzó pasajes de interés y que sobre el final se hizo accidentado por la falta de energía del árbitro Gabriel Favale, Boca marcó la diferencia con las apariciones de Riquelme y con la mayor determinación de sus delanteros frente a un San Lorenzo que por momentos pareció controlar el juego, pero al que le costó encontrar el camino hacia el arco del adversario.
Boca golpeó muy pronto, a los 2 minutos, a través de un tiro de esquina que Riquelme puso en la cabeza de Giménez, quien apareció sin marca en el palo más cercano y definió con precisión.
La ventaja tranquilizó al equipo local, que permitió que su adversario tuviera la pelota por largos pasajes, pero contó con algunas oportunidades a favor de los espacios que se le abrían.
Las más claras fueron un remate de Critian Chávez a los 25 que Pablo Migliore salvó con un pie después de una buena combinación entre Riquelme y Palermo y un cabezazo de Ezequiel Muñoz en el techo del arco, tras centro de Nicolás Gaitán, a los 36.
San Lorenzo por momentos logró llevar el juego a las cercanías del área rival y adelantó muchos futbolistas, pero sólo alcanzó alguna profundidad con aisladas intervenciones de Alejandro Gómez.
Sobre los 24 hubo un agarrón de Muñoz a José Luis Palomino en el área, no sancionado, y Javier García respondió con acierto ante dos disparos del Papu Gómez, a los 37 y 42.
San Lorenzo comenzó el segundo capítulo tomando la iniciativa con mayor precisión y pareció ganar agresividad con el ingreso de Juan Carlos Menseguez ante un Boca que lo dejó hacer por lo menos hasta la cercanía del área.
Sin embargo, al cuadro visitante le siguió costando elaborar el juego y como situaciones cercanas al gol sólo pueden mencionarse un cabezazo de Fabián Bordagaray que se desvió en Palermo a los 7 minutos y un remate del mismo delantero por encima del arco a los 20, después de una gruesa falla de Hugo Ibarra.
La primera vez que Boca elaboró bien una acción ofensiva, a los 24, Riquelme, volcado sobre la izquierda, recibió de Fabián Monzón y colocó un exacto pase al medio para la llegada de Palermo, quien de zurda y a la carrera venció a Migliore.
Por eso el cotejo quedó prácticamente definido y sólo quedaron para mencionar un incidente entre Riquelme y Cristian González y otro entre Migliore y el chileno Gary Medel, a los que se sumaron varios de los jugadores, pero en cuanto al fútbol ya había quedado todo dicho.
En un partido que sólo por momentos alcanzó pasajes de interés y que sobre el final se hizo accidentado por la falta de energía del árbitro Gabriel Favale, Boca marcó la diferencia con las apariciones de Riquelme y con la mayor determinación de sus delanteros frente a un San Lorenzo que por momentos pareció controlar el juego, pero al que le costó encontrar el camino hacia el arco del adversario.
Boca golpeó muy pronto, a los 2 minutos, a través de un tiro de esquina que Riquelme puso en la cabeza de Giménez, quien apareció sin marca en el palo más cercano y definió con precisión.
La ventaja tranquilizó al equipo local, que permitió que su adversario tuviera la pelota por largos pasajes, pero contó con algunas oportunidades a favor de los espacios que se le abrían.
Las más claras fueron un remate de Critian Chávez a los 25 que Pablo Migliore salvó con un pie después de una buena combinación entre Riquelme y Palermo y un cabezazo de Ezequiel Muñoz en el techo del arco, tras centro de Nicolás Gaitán, a los 36.
San Lorenzo por momentos logró llevar el juego a las cercanías del área rival y adelantó muchos futbolistas, pero sólo alcanzó alguna profundidad con aisladas intervenciones de Alejandro Gómez.
Sobre los 24 hubo un agarrón de Muñoz a José Luis Palomino en el área, no sancionado, y Javier García respondió con acierto ante dos disparos del Papu Gómez, a los 37 y 42.
San Lorenzo comenzó el segundo capítulo tomando la iniciativa con mayor precisión y pareció ganar agresividad con el ingreso de Juan Carlos Menseguez ante un Boca que lo dejó hacer por lo menos hasta la cercanía del área.
Sin embargo, al cuadro visitante le siguió costando elaborar el juego y como situaciones cercanas al gol sólo pueden mencionarse un cabezazo de Fabián Bordagaray que se desvió en Palermo a los 7 minutos y un remate del mismo delantero por encima del arco a los 20, después de una gruesa falla de Hugo Ibarra.
La primera vez que Boca elaboró bien una acción ofensiva, a los 24, Riquelme, volcado sobre la izquierda, recibió de Fabián Monzón y colocó un exacto pase al medio para la llegada de Palermo, quien de zurda y a la carrera venció a Migliore.
Por eso el cotejo quedó prácticamente definido y sólo quedaron para mencionar un incidente entre Riquelme y Cristian González y otro entre Migliore y el chileno Gary Medel, a los que se sumaron varios de los jugadores, pero en cuanto al fútbol ya había quedado todo dicho.
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