El técnico portugués recuerda la final de Copa del 97, cuando era traductor del Barça: "Le ganamos al Betis en el Bernabéu y entonces lo entendí todo. Parecía que habíamos conquistado la Copa del Mundo".
El entrenador portugués del Inter de Milán, Jose Mourinho, ha manifestado hoy que, mientras para su equipo jugar la final de la Liga de Campeones en el Bernabéu es "un sueño", para el Barcelona es "una obsesión".
Mourinho cree que la diferencia entre una y otra palabra radica en que, "el sueño es más puro" y que lo del Barça "no es un sueño, sino antimadridismo".
El preparador portugués ha recordado que, en 1997, cuando era ayudante del técnico barcelonista Bobby Robson, comprobó de primera mano la "obsesión" del equipo azulgrana por ganar un título en el estadio del eterno rival.
"Jugamos la final de Copa en el Santiago Bernabéu ante el Betis. Yo la viví como traductor, pero entendí todo el significado de aquel partido. Parecía que habían ganado la Copa del Mundo, sacar la ''senyera'' en el Bernabéu, que sonara allí el himno del Barça por primera vez, les reportaba una alegría increíble", ha relatado.
Como "el Barcelona ya cumplió su sueño en París y Roma", según ha recordado Mourinho, el técnico del conjunto italiano cree que ahora le toca disfrutar a su Inter.
"Yo ya gané la Liga de Campeones con el Oporto. Si la vuelvo a ganar, bien, pero esta generación de interistas nunca la ha ganado.
Hace más de 40 años (la última fue en 1965) que no la ganan, y si puedo ayudar a que se cumpla el sueño de toda esta gente y rememorar los tiempos gloriosos del Inter, sería muy feliz", ha argumentado.
Tras el 3-1 de la ida, Mourinho lo ve más cerca, pero ha advertido que "sólo se ha jugado la primera parte de la eliminatoria y el fútbol está lleno de ejemplos de equipos que perdían 3-1 al descanso y que han acabado ganando el partido".
Precisamente por eso, "porque sólo es un partido de fútbol", el entrenador del conjunto italiano no entiende toda la atmósfera que se ha creado en Barcelona en torno al partido, ni las declaraciones del azulgrana Gerard Piqué, pidiendo al público del Camp Nou que hagan odiar la profesión a los jugadores del Inter durante 90 minutos.
"El mejor equipo del mundo tiene que remontar un 3-1 ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el drama? No es ninguna guerra; no hay necesidad de todo esto", se ha lamentado con su habitual ironía.
Aunque el resultado conseguido en Milán invita a pensar que el Inter podría jugar con un equipo más defensivo en el Camp Nou, Mourinho ha recordado que su filosofía en los últimos partidos de la Liga de Campeones es "no hacer muchos cambios a menos que algún futbolistas necesite descanso por llevar muchos kilómetros en sus piernas".
Por eso, no ha tenido inconveniente en adelantar parte del once que jugará, algo que se está convirtiendo en habitual: "Jugarán Julio César, Maicon, Samuel, Zanetti, Cambiasso, Sneijder, Eto'o y Milito. ¿Cuántos he dicho? Bueno, todos no, no os voy a dar la alineación completa".
Respecto a Wesley Sneijder y sus molestias musculares, Jose Mourinho ha asegurado que el internacional holandés jugará de inicio, "aunque ya veremos si aguanta los noventa minutos".
Tampoco se ha escapado de sus ácidos comentarios la cuestión arbitral. "No me preocupa el colegiado, sino los jugadores que quieren complicarle la vida. Por eso le he dicho a los míos que tienen que ayudarlo", ha explicado ''Mou'', quien de esta forma daba la razón al centrocampista del Inter Thiago Motta, que minutos antes había acusado a los futbolistas azulgranas de "tirarse a la piscina".
Mourinho cree que la diferencia entre una y otra palabra radica en que, "el sueño es más puro" y que lo del Barça "no es un sueño, sino antimadridismo".
El preparador portugués ha recordado que, en 1997, cuando era ayudante del técnico barcelonista Bobby Robson, comprobó de primera mano la "obsesión" del equipo azulgrana por ganar un título en el estadio del eterno rival.
"Jugamos la final de Copa en el Santiago Bernabéu ante el Betis. Yo la viví como traductor, pero entendí todo el significado de aquel partido. Parecía que habían ganado la Copa del Mundo, sacar la ''senyera'' en el Bernabéu, que sonara allí el himno del Barça por primera vez, les reportaba una alegría increíble", ha relatado.
Como "el Barcelona ya cumplió su sueño en París y Roma", según ha recordado Mourinho, el técnico del conjunto italiano cree que ahora le toca disfrutar a su Inter.
"Yo ya gané la Liga de Campeones con el Oporto. Si la vuelvo a ganar, bien, pero esta generación de interistas nunca la ha ganado.
Hace más de 40 años (la última fue en 1965) que no la ganan, y si puedo ayudar a que se cumpla el sueño de toda esta gente y rememorar los tiempos gloriosos del Inter, sería muy feliz", ha argumentado.
Tras el 3-1 de la ida, Mourinho lo ve más cerca, pero ha advertido que "sólo se ha jugado la primera parte de la eliminatoria y el fútbol está lleno de ejemplos de equipos que perdían 3-1 al descanso y que han acabado ganando el partido".
Precisamente por eso, "porque sólo es un partido de fútbol", el entrenador del conjunto italiano no entiende toda la atmósfera que se ha creado en Barcelona en torno al partido, ni las declaraciones del azulgrana Gerard Piqué, pidiendo al público del Camp Nou que hagan odiar la profesión a los jugadores del Inter durante 90 minutos.
"El mejor equipo del mundo tiene que remontar un 3-1 ¿Dónde está el problema? ¿Cuál es el drama? No es ninguna guerra; no hay necesidad de todo esto", se ha lamentado con su habitual ironía.
Aunque el resultado conseguido en Milán invita a pensar que el Inter podría jugar con un equipo más defensivo en el Camp Nou, Mourinho ha recordado que su filosofía en los últimos partidos de la Liga de Campeones es "no hacer muchos cambios a menos que algún futbolistas necesite descanso por llevar muchos kilómetros en sus piernas".
Por eso, no ha tenido inconveniente en adelantar parte del once que jugará, algo que se está convirtiendo en habitual: "Jugarán Julio César, Maicon, Samuel, Zanetti, Cambiasso, Sneijder, Eto'o y Milito. ¿Cuántos he dicho? Bueno, todos no, no os voy a dar la alineación completa".
Respecto a Wesley Sneijder y sus molestias musculares, Jose Mourinho ha asegurado que el internacional holandés jugará de inicio, "aunque ya veremos si aguanta los noventa minutos".
Tampoco se ha escapado de sus ácidos comentarios la cuestión arbitral. "No me preocupa el colegiado, sino los jugadores que quieren complicarle la vida. Por eso le he dicho a los míos que tienen que ayudarlo", ha explicado ''Mou'', quien de esta forma daba la razón al centrocampista del Inter Thiago Motta, que minutos antes había acusado a los futbolistas azulgranas de "tirarse a la piscina".
Sneijder se entrenó y jugaría la semi
ROMA -- Los problemas del centrocampista holandés del Inter Wesley Sneijder parecen disiparse y este martes se volvió a entrenar con el resto de sus compañeros, lo que indica que José Mourinho podrá contar con él para el partido contra el Barcelona.
La gran duda que se cernía sobre la participación del ex madridista, uno de los inamovibles de Mourinho, parece resolverse después de que el holandés entrenara con normalidad.
El club milanés había confirmó que Sneijder sufrió en el último encuentro liguero un estiramiento en el recto femoral de la pierna izquierda, pero no informó sobre la gravedad de la lesión, dejando abierta la posibilidad de que el ex madridista pueda recuperarse.
Tras dos días de sesiones de fisioterapia, el holandés parece recuperado y listo para saltar al campo en el esperado encuentro de vuelta de semifinales de Liga de Campeones.
De esta manera, el técnico portugués podrá contar con todos sus hombres para el choque en el "Nou Camp", a excepción del serbio Dejan Stankovic, que se perderá el partido por sanción.
Tras el entrenamiento de este martes, el Inter saldrá hacia Barcelona.
La gran duda que se cernía sobre la participación del ex madridista, uno de los inamovibles de Mourinho, parece resolverse después de que el holandés entrenara con normalidad.
El club milanés había confirmó que Sneijder sufrió en el último encuentro liguero un estiramiento en el recto femoral de la pierna izquierda, pero no informó sobre la gravedad de la lesión, dejando abierta la posibilidad de que el ex madridista pueda recuperarse.
Tras dos días de sesiones de fisioterapia, el holandés parece recuperado y listo para saltar al campo en el esperado encuentro de vuelta de semifinales de Liga de Campeones.
De esta manera, el técnico portugués podrá contar con todos sus hombres para el choque en el "Nou Camp", a excepción del serbio Dejan Stankovic, que se perderá el partido por sanción.
Tras el entrenamiento de este martes, el Inter saldrá hacia Barcelona.
Guardiola: "Voy a disfrutar ante Inter"
BARCELONA -- "No sé ustedes o la gente, pero yo voy a disfrutarlo, fijo", ha comentado el entrenador del Barcelona, Josep Guardiola, sobre el partido de vuelta de la Champions League que su equipo disputará mañana ante el Inter de Milán.
El técnico azulgrana quiere transmitir a su plantilla precisamente ese sentimiento de "felicidad enorme" de "placer indescriptible" por jugar un encuentro de estas características: "Quiero que sientan que es un honor, un privilegio, porque no saben si en un futuro volverán a verse en una de éstas".
En la misma línea, Guardiola ha pedido al público que llene el Camp Nou que venga "a disfrutar de una fiesta" y se ha mostrado convencido de que la afición culé se dedicará "a animar, no a ir en contra de un equipo o de un entrenador".
Por eso, ha salido en defensa de Gerard Piqué, quien ayer pidió al público del Camp Nou que logre que los jugadores del Inter "odien su profesión" durante los noventa minutos que, a priori, durará el encuentro.
"Los jugadores del Inter no van a odiar esta profesión, porque es cojonuda. Sé que Gerard dijo esta frase y que después la matizó en el buen sentido. Él se refería a que queremos meterle mucho ritmo al partido, remontarlo y que ellos sientan que les va a costar. Hay pocos jugadores que respeten al oponente tanto como Gerard", ha asegurado.
El 3-1 de la ida, que el Barcelona tendrá que revertir mañana en su estadio, "demanda que el partido tenga un punto de ansiedad", según Guardiola, pero el técnico catalán ha adelantado que ya se encargará de que sus jugadores no la sufran sobre el terreno de juego.
"Sabemos el deseo que tiene la gente de ayudarnos, de estar con el equipo, y al final, esas son las cosas que te quedan como profesional, además de los títulos. Pero la afición no nos tiene que agradecer nada. Ellos nunca, nunca, nos han de dar nada nosotros; somos nosotros los que debemos darles a ellos", ha argumentado.
Por eso, Guardiola quiere que sus hombres corresponda con buen fútbol el apoyo de sus aficionados: "No sé si estaremos en el Bernabéu, pero sí que lo vamos a intentar hasta el final, jugando bien al fútbol, corriendo hasta que no podamos más, cogiendo la pelota y moviéndola muy rápido, para crear ocasiones de gol y atacar lo máximo posible".
El entrenador del Barça sabe que su equipo no puede especular esta vez con el resultado -"si metemos el primero tenemos que ir a por el segundo, algo que no hicimos en Milán", ha apuntado- y que el éxito de la remontada pasa por no perder la identidad que le ha llevado a ganarlo todo.
"No importa el Inter, ni su gran entrenador, ni sus maravillosos jugadores. Lo único que importa es que seamos nosotros mismos", ha destacado.
Y, si al final, pasa el conjunto italiano, "el jueves, esta plantilla seguirá formando una generación inolvidable de futbolistas, no sólo para los barcelonistas, sino para toda la gente del fútbol", ha sentenciado Josep Guardiola.
En la misma línea, Guardiola ha pedido al público que llene el Camp Nou que venga "a disfrutar de una fiesta" y se ha mostrado convencido de que la afición culé se dedicará "a animar, no a ir en contra de un equipo o de un entrenador".
Por eso, ha salido en defensa de Gerard Piqué, quien ayer pidió al público del Camp Nou que logre que los jugadores del Inter "odien su profesión" durante los noventa minutos que, a priori, durará el encuentro.
"Los jugadores del Inter no van a odiar esta profesión, porque es cojonuda. Sé que Gerard dijo esta frase y que después la matizó en el buen sentido. Él se refería a que queremos meterle mucho ritmo al partido, remontarlo y que ellos sientan que les va a costar. Hay pocos jugadores que respeten al oponente tanto como Gerard", ha asegurado.
El 3-1 de la ida, que el Barcelona tendrá que revertir mañana en su estadio, "demanda que el partido tenga un punto de ansiedad", según Guardiola, pero el técnico catalán ha adelantado que ya se encargará de que sus jugadores no la sufran sobre el terreno de juego.
"Sabemos el deseo que tiene la gente de ayudarnos, de estar con el equipo, y al final, esas son las cosas que te quedan como profesional, además de los títulos. Pero la afición no nos tiene que agradecer nada. Ellos nunca, nunca, nos han de dar nada nosotros; somos nosotros los que debemos darles a ellos", ha argumentado.
Por eso, Guardiola quiere que sus hombres corresponda con buen fútbol el apoyo de sus aficionados: "No sé si estaremos en el Bernabéu, pero sí que lo vamos a intentar hasta el final, jugando bien al fútbol, corriendo hasta que no podamos más, cogiendo la pelota y moviéndola muy rápido, para crear ocasiones de gol y atacar lo máximo posible".
El entrenador del Barça sabe que su equipo no puede especular esta vez con el resultado -"si metemos el primero tenemos que ir a por el segundo, algo que no hicimos en Milán", ha apuntado- y que el éxito de la remontada pasa por no perder la identidad que le ha llevado a ganarlo todo.
"No importa el Inter, ni su gran entrenador, ni sus maravillosos jugadores. Lo único que importa es que seamos nosotros mismos", ha destacado.
Y, si al final, pasa el conjunto italiano, "el jueves, esta plantilla seguirá formando una generación inolvidable de futbolistas, no sólo para los barcelonistas, sino para toda la gente del fútbol", ha sentenciado Josep Guardiola.
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