jueves, 29 de abril de 2010

Un clásico de Norte a Sur

Olvídate del trofeo de la ciudad y aumenta el premio: Peavy por Zambrano
CHICAGO -- Al igual que mis contemporáneos Ozzie Guillén, Jerry Reinsdorf y el alcalde Richard Daley, yo me perdí la conferencia de prensa del lunes en la que se anunció la creación de un trofeo para el ganador de la serie interligas entre Cachorros y Medias Blancas. Similar al 2008, cuando decidí no aceptar un boleto para el discurso del presidente Obama la noche de las elecciones, me perdí un momento histórico.
¿Con cuánta frecuencia se ve a una compañía responsable por un desastre ecológico juntarse con dos equipos involucrados en un desastre de béisbol? ¿Y qué decir sobre el trofeo, el cual todavía no se ha completado, pero que alegadamente es "espectacular", según dijo A.J. Pierzynski?
Lamentablemente, el trofeo no es auspiciado por una compañía local como las tiendas de bicicletas Todd Ricketts' Higher Gear, o Home Run Inn Pizza, u Old Style, sino por la compañía petrolera BP. Tal vez Guillén faltó a la conferencia de prensa debido a su lealtad a la compañía venezolana Citgo. Es broma. Ozzie probablemente faltó porque no le estaban pagando. El hombre aprecia sus días de descanso. Tú también los apreciarías si tu equipo bateara para promedio de .222.
Pero en el espíritu de competencia real, pongamos en la línea algo más valioso que un trofeo. ¿Qué tal dos lanzadores entre los mejor pagados?
Es correcto, Jake Peavy y Carlos Zambrano.
Nadie duda del talento de Peavy o de su enfoque, pero su desempeño temprano responde a fallas mecánicas que se pueden arreglar o es prueba de cuán difícil es pasar de una carrera como pitcher de la Liga Nacional a la Liga Americana. Peavy se presentó sólido en su debut de 2010 con los Medias Blancas, pero eso fue bajo poca presión. Ahora, su resistencia inicial el año pasado a abandonar San Diego, y el mundo de los bateadores No. 9 abanicando en vano contra los cambios, hace más sentido.
No sugiero este cambio para insultar a Peavy, quien cuenta con foja de 0-2 con 7.85 de efectividad, en cinco aperturas. Pero haría sentido como un cambio predecible. Sería hasta una movida humanitaria de la manera que Peavy ha sido sacudido.
Los Cachorros parecen estar en desacuerdo con la premisa de que cuatro salidas es demasiado temprano para juzgar a un veterano, y pasaron a Zambrano de la rotación a su fracasado bullpen, para hacerle espacio a Ted Lilly entre los abridores. Mientras Zambrano es criticado por su comportamiento en el pasado, ¿te imaginas cómo un competidor intenso como Lilly actuaría en una situación similar? ¿O Peavy?
Zambrano (1-2 con a 6.85 de efectividad en seis salidas, cuatro de ellas aperturas) admitió que no está "feliz feliz" de haber sido degradado de abridor del Día Inaugural a preparador de la octava entrada.
Este cambio poco ortodoxo será el gran debate del deporte hasta que se decida. El gerente general de los Cachorros, Jim Hendry, dijo que no había motivos ulteriores a la mudanza de Zambrano al bullpen, sino que fue una simple decisión de béisbol, pero de nuevo, ¿por qué admitiría motivos ulteriores? Por eso se llama un motivo "ulterior", porque se supone que sea secreto.
Y aunque yo lo veo como algo perfectamente razonable el que hicieron esto para fortalecer el bullpen, primero que nada, creo firmemente que los cerebros de los Cachorros tienen la esperanza de que uno de los productos alternos de esta degradación sea que Zambrano ajuste cuentas o se largue. Es una situación de ganar o ganar cuando se mira desde ese punto de vista. Tendrá que enfocar su inmenso talento y generar salidas consistentes u ofrecer retirar parte de su cláusula de "no cambio" y permitir que el equipo le encuentre un nuevo hogar.
Zambrano ha dicho en el pasado que un lugar al que estaría dispuesto a mudarse sería el Lado Sur, donde podría lanzar para Guillén, su compatriota. Eso daría buen material para un "reality show". Tal vez un cambio de escenario es lo que necesita Zambrano y es una profecía para Peavy.
¿Pero acaso los Medias Blancas quieren a Zambrano? Si Peavy ha tenido problemas de adaptación a la Liga Americana, ¿cómo le iría a Zambrano? Bueno, los Medias Blancas sienten que pueden enderezar a cualquiera, especialmente a los lanzadores con Don Cooper a cargo. ¿Tú me quieres decir a mí que Zambrano no puede ser el quinto abridor en la rotación de los Medias Blancas al frente de Freddy García?
Mientras que Peavy a los Cachorros es una decisión fácil (los Cachorros estarían dispuestos a entregar a Soriano o Kosuke Fukudome, también), Zambrano a los Medias Blancas se ve más difícil. Primero está el tema del dinero. Zambrano gana $18,875 millones en cada una de las próximas dos temporadas y $19 millones en 2012.
Peavy se gana $15 millones este año y $37 millones hasta 2013 (incluyendo $4 millones por compra de contrato en 2013).
Llevemos esto al nivel de una apuesta del ganador interligas, ya que en mi mundo de fantasía este cambio hace sentido para ambas partes. Digamos que si los Cachorros ganan, cambiarían a Zambrano por Peavy directamente. Si los Medias Blancas ganan, conseguirán dinero de vuelta en el trato, unos $10 millones, con otros $5 millones diferidos en caso de que la cláusula de opción de Zambrano se active en 2013. Yo sé que el comisionado Bud Selig vetaría esto inmediatamente, pues MLB prohíbe las apuestas, pero como todos sabemos, si Reinsdorf entra en el juego cualquier cosa es posible.
Podría funcionar, te digo. ¿Y no sería un gran drama? ¿Cuán fuerte competiría Peavy contra los Cachorros, para tener la oportunidad de lanzar por ellos? ¿Dónde quedarían las lealtades de Zambrano es usado como relevista? Los psiquiatras licenciados podrían celebrar un simposio.
Por supuesto que esto no es béisbol de fantasía. La gente tiene sentimientos. Esta apuesta de "intercambio de lugares" sería deshonrosa para ambos lanzadores y haría de ambos equipos el hazmerreír del deporte. Un cambio directo, como sea que suceda, no sería tan descabellado, ¿o sí? Así que en esta era de "reality shows", ¿por qué no se le puede agregar un poco de drama a lo que de otra manera sería un escenario normal de cambios?
¿Sería peor que el auspicio de BP por un trofeo deportivo luego que una de sus instalaciones alquiladas explota en el Golfo de México? ¿Es menos realista que mover a un lanzador abridor al bullpen luego de cuatro malas salidas y reclamar que no existe ninguna razón clandestina?
Aunque sea vergonzoso, apuesto a que ambos lanzadores favorecerían la mudanza. Tal vez puede ser algo que hagamos todos los años. Si eso sucede, sugiero ponerle al trofeo el nombre de Neal Cotts, el héroe de Serie Mundial convertido en fracaso con los Cachorros. La Copa Cotts, me gusta cómo eso suena.

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