lunes, 6 de agosto de 2012

España evita a Estados Unidos pero no las sospechas


La Selección deja un pésimo último cuarto en el que entrega el partido a Brasil y será tercera de grupo. Gasol batió el récord de Epi en un partido que nadie tuvo demasiado interés en ganar.


Entre jugar a perder y no tener un interés desaforado por ganar, existe un mundo de matices. Ayer se vio. Con una tensión competitiva propia de un partido por los puestos del quinto al octavo, España perdió contra Brasil (que durante tres cuartos parecía aún más desinteresada) y concluye tercera de grupo, por lo que sólo podría encontrarse con Estados Unidos en la final. Un último periodo calamitoso (16-31) selló la derrota y abrió de par en par la puerta a las especulaciones.
Quien decida sospechar, encontrará argumentos, qué duda cabe. Calderón y Rudy, ambos sanos según afirmaron en zona mixta, no jugaron ni un cuarto de hora y vieron toda la remontada brasileña desde el banquillo. A falta de cinco minutos, con el rival lanzado, en pista estaban Pau Gasol, Ibaka y tres suplentes claros: Sada, Llull y San Emeterio. Con el partido ajustado en las últimas posesiones, España no hizo ni una falta para apurar sus opciones. Sumémosle una defensa invisible y un par de tiros fáciles fallados y ya tienen munición.
Pero tampoco andarán faltos de razones quienes sólo vean razones deportivas en la derrota. Que España no está fina es un hecho contrastado durante todo el torneo, como que no mete un triple así le pongan un hula-hoop como aro. Mucho o poco, Scariolo utilizó a todos sus jugadores a diferencia de Manglano, quien decidió reservar a Nené, una de sus estrellas, debido a una fascitis plantar. La lesión existe y la arrastra desde marzo. ¿Podría haber jugado? Sin duda. ¿Tenía sentido arriesgarle conociendo la hipotética recompensa? No tanto. Por último, no es el primer final de partido desastroso de la Selección, que ya se vino abajo contra Rusia y Gran Bretaña.
Y como principal adalid para los que no crean en la teoría de la conspiración, surge Gasol. En este equipo habla Pau y asienten todos y él nunca pareció desenchufado. Aunque los incrédulos dirán que los 25 puntos con los que superó a Epi como máximo encestador olímpico español, le vienen de cine en su reto de liderar a los anotadores de tres Juegos seguidos. Como todo, cuestión de opiniones y de matices, que cada cual decida. Cosas claras hay dos: España tiene problemas que resolver urgentemente y Estados Unidos ya no es uno de ellos.

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