SUGAR LAND.- Roger Clemens, con sus 50 años, subió otra vez a un montículo, y lo hizo ponchando a bateadores.
El derecho lanzó por primera vez en cinco años, al cubrir tres innings y un tercio sin permitir carreras para el equipo Skeeters de Sugar Land de la independiente Liga del Atlántico.
Clemens enfrentó a los Bluefish de Bridgeport y ponchó a dos, entre ellos al ex grandes ligas Joey Gathright para comenzar el juego.
Permitió un hit sin dar boletos al hacer 37 lanzamientos.
Scouts de los Astros de Houston y los Reales de Kansas City estuvieron presentes para seguir el juego.
Clemens estaba feliz de volver al diamante en lugar de a un tribunal. En junio, el siete veces ganador del premio Cy Young fue absuelto de cargos de haber mentido al Congreso cuando se le cuestionó si había consumido sustancias ilegales para mejorar su desempeño.
El lanzador, cuya última visita al montículo para los Yanquis de Nueva York fue en 2007, despachó en orden el primer episodio y ponchó a dos. Su bola rápida marcó 141 kilómetros (88 millas) por hora, y mezcló con curvas y otros lanzamientos.
Con el número 21 que usó cuando surgió a la fama en Boston hace casi tres décadas, Clemens recibió una gran ovación cuando subió a la lomita.
Permitió su primer sencillo con dos outs en el segundo episodio frente a James Simmons. Retiró al siguiente bateador para terminar la entrada de ocho lanzamientos. Clemens tiene algo de barriga que subraya los 50 años que tiene, pero fue efectivo frente a muchos bateadores que tienen casi la mitad de su edad.
Clemens está programado para aparecer en la planilla del Salón de la Fama para ser votado, a finales de año. Si jugara en algún equipo de Grandes Ligas este año, su nominación al Salón de la Fama se retrasaría cinco años.
El derecho lanzó por primera vez en cinco años, al cubrir tres innings y un tercio sin permitir carreras para el equipo Skeeters de Sugar Land de la independiente Liga del Atlántico.
Clemens enfrentó a los Bluefish de Bridgeport y ponchó a dos, entre ellos al ex grandes ligas Joey Gathright para comenzar el juego.
Permitió un hit sin dar boletos al hacer 37 lanzamientos.
Scouts de los Astros de Houston y los Reales de Kansas City estuvieron presentes para seguir el juego.
Clemens estaba feliz de volver al diamante en lugar de a un tribunal. En junio, el siete veces ganador del premio Cy Young fue absuelto de cargos de haber mentido al Congreso cuando se le cuestionó si había consumido sustancias ilegales para mejorar su desempeño.
El lanzador, cuya última visita al montículo para los Yanquis de Nueva York fue en 2007, despachó en orden el primer episodio y ponchó a dos. Su bola rápida marcó 141 kilómetros (88 millas) por hora, y mezcló con curvas y otros lanzamientos.
Con el número 21 que usó cuando surgió a la fama en Boston hace casi tres décadas, Clemens recibió una gran ovación cuando subió a la lomita.
Permitió su primer sencillo con dos outs en el segundo episodio frente a James Simmons. Retiró al siguiente bateador para terminar la entrada de ocho lanzamientos. Clemens tiene algo de barriga que subraya los 50 años que tiene, pero fue efectivo frente a muchos bateadores que tienen casi la mitad de su edad.
Clemens está programado para aparecer en la planilla del Salón de la Fama para ser votado, a finales de año. Si jugara en algún equipo de Grandes Ligas este año, su nominación al Salón de la Fama se retrasaría cinco años.
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