El ex mandatario del organismo del futbol brasileño renunció y dicho acto representó una victoria para la presidenta Rousseff
SAO PAULO.- La caída de Ricardo Teixeira como jefe de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) fue una "victoria" política de la presidenta Dilma Rousseff, quien había demostrado sus divergencias sobre la organización de la Copa del Mundo, afirmó este lunes un comentarista local.
El alejamiento de Teixeira, tras 23 años al frente de la CBF y además renunciar a la jefatura del Comité Organizador Local de la Copa es "una victoria del gobierno de Dilma Rousseff, sin duda", afirmó Juca Kfouri, de Radio CBN, perteneciente a la cadena Globo.
La enemistad de Rousseff y Teixeira era más que un rumor: la presidenta evitó saludarlo en dos eventos oficiales, uno en Rio de Janeiro, otro en el Palacio del Planalto, celebrados en 2011.
El fin de la era Teixeria como máximo dirigente del fútbol "era inexorable" dado que tenía "las puertas cerradas en Brasilia y en la FIFA", debido a su ruptura con el jefe de aquella entidad, Joseph Blatter, afirmó Kfouri.
El analista sostuvo que el nuevo presidente de la CBF, José Maria Marin, "no es obstáculo para" la presidenta, dado que es un hombre "conciliador" y sin poder propio como para ir al choque con el Palacio del Planalto.
Además Marin carece del respaldo de varias federaciones estaduales de fútbol, lo que debilita su capacidad de confrontación con el gobierno federal, y si lo hace puede terminar siendo "Marin el breve", porque su cabeza correrá serio riesgo de rodar, opinó el periodista.
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