HOUSTON -- No hubo una tercera vez de frustración para el púgil argentino Sergio Maravilla Martínez en su vuelta a un cuadrilátero estadounidense sino todo lo contrarioya que vivió su gran noche después de conseguir ser el nuevo campeón del peso mediano, versión Consejo Mundial de Boxeo (CMB) y de la Organización Mundial (OMB).
"Cuando comencé a prepararme para la pelea frente a Kelly Pavlik y subí al cuadrilátero mi pensamiento no fue otro de que no iba a darse una tercera vez que me quitasen el triunfo y los títulos", declaró Martínez emocionado tras vencer por decisión unánime en 12 asaltos a Pavlik. "Llegué preparado para hacer el doble de mi rival".
Eso fue lo que hizo exactamente Martínez desde que comenzó la pelea que se disputó la pasada noche en el Boardwalk Hall de Atlantic City (New Jersey).
Martínez, de 35 años, a pesar de tener una menor envergadura que Pavlik mostró una preparación física y una rapidez de piernas y brazos que no le dio ninguna opción al ex campeón a reaccionar ni a poder tomar la iniciativa de la pelea.
Fue tal el dominio del púgil argentino que los tres jueces, esta vez, a diferencia de lo que sucedió en combates anteriores contra los estadounidenses Kermit Cintron, en febrero de 2009, y Paul Williams, a quienes ganó, pero las decisiones finales de los jueces no le favorecieron.
"Sabía que tenía que hacer el doble para que no se repitiese lo de las veces anteriores, pero cuando esta noche sonó la campaña no tenía ninguna duda que yo era el campeón", señaló Martínez. "Siento una gran emoción y orgullo por lo conseguido".
El nuevo campeón mundial argentino, que ya tenía en su poder también el cinturón del peso mediano Jr., versión CMB, reiteró que estaba convencido que la pelea iba a llegar a los 12 asaltos y decidirse a los puntos.
"Ante esta realidad también era consciente que en los asaltos finales tenía que concluirlos con más fuerza y poder que los primeros y eso fue lo que sucedió y dónde estuvo la clave del triunfo", valoró el nuevo campeón del mundo del peso mediano.
Los jueces estadounidenses Craigt Metcalfe y Bárbara Pérez dieron como ganador a Martínez con puntuaciones de 115-112 y 115-111, respectivamente, mientras que el puertorriqueño Roberto Ramírez puso 116-111 en su cartulina.
Martínez (43-2-2, 24 KOs) no sólo ganó, sino que convenció y enloqueció con la clase de su boxeo, reconocido de manera deportiva hasta por el propio Pavlik, que de acuerdo al contrato firmado entre ambos tendrá la posibilidad de volverse a enfrentar con el púgil argentino en revancha obligatoria.
"Se mostró como un púgil muy inteligente", admitió Pavlik, que mostró dos cortes profundos, uno en cada una de sus cejas. "Colocó el doble de directos en las partes donde me había cortado y nunca pude hacer mi mejor boxeo o colar la mano derecha con contundencia".
Por su parte, el promotor de Martínez, Lou DiBella, que fue el primero que subió eufórico al cuadrilátero nada más concluir la pelea, no dudo en definir el boxeo del púgil argentino como "excepcional".
"Simplemente, rompió a su rival por completo", declaró DiBella. "Pienso que Kelly mostró un gran corazón, pero Sergio lo superó con su rapidez de piernas y brazos".
DiBella dijo que nunca había visto a un púgil tan atleta como Martínez.
"Llevo muchos años en el mundo del boxeo y de lejos es el mejor atleta que he promocionado, cuando me refiero al apartado exclusivo de ser un atleta puro", subrayó DiBella. "He vivido una gran noche de boxeo, de las que te vas feliz y pleno porque el triunfo ha sido del deporte y de un gran profesional".
Martínez sólo tuvo algún problema del quinto al octavo asalto que fueron los mejores de Pavlik (36-2, 32 KO) al conseguir colocar buenas combinaciones de manos que al final no iban a afectar a la condición física del nuevo campeón del mundo argentino.
Por su parte, el preparador de Pavlik, Jack Loew, explicó que estaban convencidos que después de la reacción que mostró su pupilo en los asaltos intermedios iban a conseguir la victoria.
"Pero después de octavo asalto pareció como que Kelly no quiso seguir luchando más", valoró Loew. "No pudimos cambiar la inercia de la pelea y honestamente no sé el motivo".
Al concluir la pelea, los médicos tuvieron que darle 12 puntos de sutura a Pavlik para poderle cerrar el corte que sufrió en la parte superior del ojo derecho.
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