La Federación Inglesa (FA) irá a la guerra contra la FIFA. Cansada de perder poder y de la humillación que supuso la elección de sede del Mundial 2018, la FA utilizó ayer al ministro de Deportes, Hugh Robertson, para mostrar su indignación. Segun el político, Inglaterra puede abandonar la FIFA si la organización no tiene en cuenta las acusaciones de corrupción. "Hay un deseo por cambiar la FIFA desde dentro. Si la FIFA demuestra que es incapaz de hacerlo, entonces me atrevería a decir que todas las opciones son posibles", dijo Robertson a la BBC.
El expresidente de la FA y de la candidatura de Inglaterra para el Mundial 2018, Lord Triesman, aseguró en una comparecencia en la Cámara Baja del Parlamento Británico que cuatro miembros de la FIFA negociaron "sobornos" a cambio de respaldar la candidatura de Inglaterra para celebrar el Mundial de 2018. Los acusados por "conducta inapropiada y poco ética" son Jack Warner, uno de los vicepresidentes de la FIFA, el paraguayo Nicolás Leoz, presidente de la Confederación Suramericana, Ricardo Teixeira, jefe del fútbol brasileño, y el tailandés Worawi Makudi. Warner fue acusado de pedir dinero a cambio de la construcción de un centro educativo en Trinidad por un valor estimado de 2,8 millones de euros. Makudi quería cerrar un acuerdo para derechos de televisión entre Inglaterra y el equipo nacional tailandés, indicó Triesman, mientras que el paraguayo Leoz reclamó el título de Sir a cambio de un apoyo en el proceso de candidatura. Por su parte, Teixeira fue acusado por Triesman de decirle en los meses previos a la elección: "Ven y dime lo que tienes para mí".
Tras las revelaciones de Triesman, el presidente de la FIFA, Blatter, se comprometió a tomar medidas si existen pruebas de los sobornos. Pero al mismo tiempo su secretario general, Jérôme Valcke, envió una carta al presidente de la FA, David Bernstein, en la que le pide un informe completo sobre los comentarios hechos por Triesman y toda la documentación de que disponga relativa al caso, como las grabaciones que han estado hasta ahora en manos del Times.
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