martes, 31 de mayo de 2011

El campeón de Europa se reforzará con al menos cinco incorporaciones El Barça de Guardiola que ha firmado el doblete sabe que el próximo curso será más duro que el que concluyó en el éxtasis de Wembley ante el Manchester United. La temporada comenzará por todo lo alto con la disputa de dos Supercopas ante el Madrid y el Oporto. Por tanto, la conclusión de la secretaría técnica, que ayer empezó a trabajar para concretar objetivos, es la de sumar calidad a un equipo que roza la excelencia. Un reto complicado.



La secretaría técnica del Barça, supervisada por Pep Guardiola, ha puesto en marcha una labor complicada: la de incorporar las piezas necesarias a un equipo que hace cuatro días ganó con total autoridad la Champions League.
A simple vista, cualquiera diría que con un par de retoques, la cosa estaría más que solventada. No es esta la idea del entrenador, que ya ha confesado que "el próximo curso va a ser aún más difícil". Y no habla de la Champions. Habla de la Liga, donde el Madrid difícilmente besará la lona a tres jornadas del final como ha acontecido. El próximo combate se adivina más duro que nunca. Entre otras cosas, porque se iniciará en pleno agosto con la disputa de una Supercopa que el Barça afrontará sin Leo Messi, que por la Copa América se incorporará al equipo a finales de agosto. Habrá, por lo menos, cinco caras nuevas en el próximo póster del equipo, que vendrán a reforzar el fondo de armario del conjunto de Pep.
La defensa es una de las líneas a reforzar. Este año, se han tenido que improvisar centrales y han jugado dos centrocampistas como Busquets y Mascherano y un lateral como Abidal haciendo tándem con Piqué. Puyol no podrá empezar la temporada (se opera hoy) y Gerard no tiene recambio natural. De entrada, Fontàs subirá al primer equipo, pero se buscan, por lo menos dos defensores más. También se contempla la posibilidad de carrileros que permitan a Abidal centrarse en ocupar el eje. En este sentido, se concretará la incorporación del lateral izquierdo José Angel, del Sporting. En primer lugar de la agenda de centrales está Verthogen del Ajax y una serie interminable de nombres que van desde Thiago Silva (Milán) hasta Sakho (PSG), pasando incluso por Rakytinskiy (Shakhtar). De este mismo equipo sigue gustando, y mucho, el lateral Dario Srna.
El centro del campo es la parcela más asentada del equipo, pero paradójicamente en la que se puede gastar más dinero. La situación con Busquets, Mascherano, Iniesta, Xavi, Keita y la incorporación de Thiago la hacen una de las mejores líneas del mundo, pero el objetivo Cesc sigue ahí. Sólo se acometerá si el precio es razonable. Los motivos son obvios. No obstante, existe otra vía a explorar, sobre todo tras escuchar a Guardiola tras la final de Wembley. "El Barça debe crecer en torno al mejor jugador del mundo y hay que traer a los jugadores que le hagan sentir más cómodo". Estas palabras se traducen en Javier Pastore, del Palermo que tiene ofertas de medio mundo. Al igual que pasa con Fàbregas, el problema estará en el precio porque no son imprescindibles.

Ataque.

Habrá, por lo menos, dos incorporaciones. La negociación más avanzada es la que mantiene el Barça con Rossi, del Villarreal. Un jugador de perfil Barça con el que el acuerdo está cerrado, pero que falta sellar un precio con el equipo de la Plana. Operación en la que podría entrar Bojan.
También se busca un delantero de un perfil diferente. Un nuevo Larsson: un jugador que llegue a coste mínimo, que sea experimentado y que acepte el rol de secundario. Kanouté, Forlán y Güiza responden a esta idea. Y por último, queda la búsqueda de un punta de banda. El que más gustaba, Alexis Sánchez, del Udinese, se complica porque tiene muchas novia, entre ellas el City, que ofrece una millonada. La alternativa sería William, brasileño del Shakhtar que impresionó en sus dos enfrentamientos ante el Barcelona.

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