Jorge Valdano (55 años) fue despedido ayer como director general del Real Madrid y adjunto a la presidencia, puesto al que accedió en 2009, en la segunda etapa de Florentino Pérez como presidente del club. La noticia se hizo oficial después de la reunión de la junta directiva y fue el propio Florentino quien comunicó a las 21:24 que el club había "rescindido la relación contractual con Valdano" por "disfunciones" en la organización deportiva. El club suprime así la dirección general que encabezaba Valdano, que pasa a ser absorbida por la dirección general que lidera José Ángel Sánchez, con Mourinho como máximo responsable deportivo y portavoz de este área.
El despido de Valdano pone fin a una historia que estaba condenada desde su inicio. El 31 de mayo de 2010, en la presentación del técnico portugués, Jorge Valdano empezó así su discurso: "Antes de la presentación quería resolver la morbosidad reinante. Durante mi etapa como comunicador he escrito sobre lo divino y lo humano y en alguna ocasión hablé de Jose en tono agresivo. Aquello se resolvió hace tres años en un encuentro personal, él también me respondió con agresividad y lo arreglamos muy rápidamente. Ya no hay problema".
Pero lo hubo. Mourinho jamás olvidó. En febrero de 2006, Valdano escribía esto tras un partido del Barça ante el Chelsea, entonces entrenado por Mourinho: "Pienso que el pésimo estado de Stamford Bridge era su plan A. El B fue embarrar también la rueda de prensa, acusando a Messi de hacer teatro en la expulsión de Del Horno. ¿Habla eso mal de Mourinho? Sí. ¿Habla eso mal del fútbol? No. Al revés, si este juego es una metáfora de la vida, la trampa no hace más que demostrarlo (). Me cae bien la pose de Mourinho, pero eso no significa que crea en su inocencia. Lo bueno del Barcelona fue confirmarnos que, a veces, el mérito le gana a la trampa".
Discordia.
En 2008, Valdano apuntaba argumentos similares: "Mourinho es un carisma andante que no sabe muy bien lo que representa (...). Lo de Guardiola es distinto. Simboliza una idea que algunos defendemos (como bendita) y otros atacan (como maldita)".
No hizo falta esperar mucho para comprobar que Mourinho no había perdonado. En septiembre el técnico culpó a Valdano de no dejarle entrenar a Portugal en dos partidos de clasificación para la Eurocopa. En octubre el choque se produjo por la asistencia a los Premios Príncipes de Asturias, a la que el entrenador se resistía. En diciembre Mourinho exhibió una lista de errores arbitrales y reclamó más ayuda institucional. A esas alturas, Florentino aún respaldaba a Valdano: "Es costumbre del club no hablar de árbitros; lo que teníamos que decir lo ha dicho Valdano, nuestro portavoz y quien mejor representa la imagen del club".
Los desencuentros siguieron (ver página 6), pero en marzo Florentino ya estaba más próximo a los postulados de Mourinho: "Defender al Madrid de lo que es injusto, irregular y arbitrario también es madridismo, y eso hace nuestro entrenador". Mourinho ya le había planteado un ultimátum: "O Valdano o yo".
El 15 de mayo, tras el partido ante el Villarreal, Valdano negó su salida en Canal +: "No abandono. La noticia de que me voy a marchar es falsa. Seguiré la próxima temporada". Ayer explicó esas palabras: "Yo no falté a la verdad, dije lo que sentía. No he dimitido. El club ha prescindido de mí".
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