Mourinho dosificará a su equipo ante el Tottenham. La razón es que quiere a todos los futbolistas listos y frescos para los dos primeros compromisos que tiene contra el Barça, en la Liga y en la final de Copa. El miércoles se espera alguna sorpresa made in Mourinho, como en San Mamés. Con 4-0 en la ida, el portugués tiene su mente en el Barça. Lo lógico sería que Cristiano, que está apercibido de sanción, sea reservado para la ida de semifinales de la Champions ante los azulgrana. Tampoco jugará Pepe, que está sancionado. Ramos, Carvalho, Albiol y Di María también están apercibidos. Sí se espera la vuelta de Benzema, aunque en la segunda parte. Volvió lesionado tras jugar con Francia y ha estado diez días de baja. A Bilbao no viajó por precaución, pero ante los Spurs estará.
Lo mejor de todo es que Mourinho tiene preparada a toda su artillería para los 11 partidos que tiene por delante (siete de Liga, tres de Champions y la final de Copa). Y falta saber quién juega la final de la Champions.
Lo que más temía el portugués es que las lesiones pudieran diezmar a la plantilla en el momento más importante de la temporada. Ha salvado ese escollo justo cuando se lo juega todo. Sólo Gago y Pedro León están aún renqueantes, pero en vías de recuperación. El resto está perfecto. La mejor noticia para el madridismo.
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