Leo Messi va camino de convertirse en una auténtica leyenda (viva) del fútbol. Con sólo 23 años, ya es el futbolista de la historia del Barcelona que más goles ha sido capaz de marcar en una misma temporada. El curso pasado igualó a Ronaldo Nazario -que hizo 47 en la 1996-97- pero a día de hoy ya ha batido ese registro. Incluso cuando todavía faltan cinco jornadas de Liga y, en principio (y salvo milagro madridista) dos de Champions para que se baje el telón del curso 2010-11, Messi acumula 52 goles en 50 partidos.
Según el sitio web oficial del Barcelona, el máximo goleador de la historia en una temporada es Clemente Gràcia, quien, en la 1921-22, anotó 59 tantos en 50 partidos. Lo que ocurre es que 35 los marcó en duelos amistosos, 19 en el Campeonato de Cataluña y 5 en el Campeonato de España. El alemán Müller tiene el récord mundial, con 67 tantos en la campaña 1972-73 con el Bayern Múnich.
Tocado.
Ciertamente, los números del argentino son incontestables. En la Liga suma más goles que partidos (31 en 30), mientras que en la Champions League y la Copa del Rey sale a gol por partido (11 en 11 y 7 en 7, respectivamente). En la Supercopa de España, jugada el pasado verano contra el Sevilla, Messi marcó tres tantos entre la ida y la vuelta. Y lo más curioso de todo este asunto es que la temporada todavía no ha finalizado, por lo que todavía puede ir más allá en sus registros personales.
A todo eso, y tras la exhibición del pasado miércoles en el Bernabéu, Messi terminó con molestias el partido. Pese a que a primera hora de la tarde de ayer corrió el rumor de que podría sufrir una microrrotura en el muslo, lo cierto es que tan sólo está algo contusionado. Esos golpes sufridos ante el Madrid le hacen ser duda en vistas al encuentro frente a la Real Sociedad. Es muy probable que Guardiola no quiera arriesgar con él para que Leo pueda estar en condiciones para el encuentro de vuelta de la Champions en el Camp Nou.
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