lunes, 2 de mayo de 2011

Muere Henry Cooper, el británico que hizo besar la lona a Ali



Todos los países con memoria recuerdan con cariño y admiración a los que pudieron ser y no fueron. Francia tiene a Raymond Poulidor, que nunca ganó el Tour. E Inglaterra tenía hasta la noche del domingo a sir Henry Cooper (3-5-1934), un boxeador que no consiguió ser campeón del mundo del peso pesado pero pasó a la historia por sentar a Muhammad Ali. Our Enry ("Nuestro Enry", así lo llamaban en las Islas), falleció al sur de Londres poco antes de cumplir los 77 años.
El 18 de junio de 1963, todavía atendiendo por Cassius Clay y sin abrazar la fe musulmana, el que luego sería El Más Grande se plantó en la catedral de Wembley, el sancta sanctorum del deporte inglés, ante 55.000 espectadores y estuvo en un tris de perder. Ese día pudo cambiar la historia del boxeo... En el cuarto round, un gancho con la zurda de Henry Cooper, 29 años entonces por los 21 del púgil de Louisville, mandó contra las cuerdas a Ali justo cuando sonaba la campana. ¿Qué habría ocurrido si hubiera sido un poco antes y si Angelo Dundee no hubiese estado en la esquina de Ali? El preparador lo auxilió rápidamente en el taburete, le aplicó sales y le dijo al árbitro, Tommy Little, que se le había roto un guante. Con la confusión, alargó en seis segundos el descanso de Clay. Un suspiro vital que permitió al gigante salir en tromba y, en el quinto, destrozar el rostro de Cooper y obligar al árbitro a detener el combate.
"Cené después un par de veces con Dundee y me reconoció que él había cortado el guante", explicó años después Cooper.
En su siguiente combate, Ali ganó a Sonny Liston y se proclamó campeón mundial. En 1966, con el cinturón en juego, aceptó boxear con Cooper en Highbury, el estadio del Arsenal. Y otra vez se repitió la sangrienta imagen del héroe local con el rostro demacrado: KOT en el séptimo. El ligero Cooper (unos 86 kg, pocos para los pesados pero entonces no existía el peso crucero) también perdió con Ingemar Johansson y Floyd Patterson, pero Inglaterra se quedó con su precioso y potente gancho zurdo, ese que dicen que viajaba "15 veces más rápido que el cohete Saturno V". En 17 años de carrera (40 victorias, 14 derrotas y un nulo) pudo tirar unos cuantos.
"Henry siempre tenía una sonrisa para mí. He perdido un amigo. Fue un gran boxeador y un gran caballero", dijo ayer de él Ali. Un caballero que, con un gancho prodigioso, estuvo a punto de noquear al Dios del ring.

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