El presidente de la UEFA ha seguido con inquietud el proceso jurídico en el que se han visto envueltos el Madrid y el Barcelona tras su cruce en la semifinal de la Champions.
Michel Platini no ha interferido en las decisiones de los Comités de Disciplina, el que sancionó a Mourinho y a Pepe, ni en el de Apelación, el que absolvió a Busquets por un supuesto insulto racial a Marcelo y también a Pedro, Alves y al propio Busquets por los fingimientos que demandó el Real Madrid. Pero, al tiempo, el presidente de la UEFA ha hecho circular un mensaje que ha calado en la organización: los partidos se disputan en el campo y no se rearbitran en los despachos. No tardará mucho en recordárselo públicamente a los dos clubes con el fin de que Europa tome ejemplo. En la próxima Champions las decisiones de los colegiados serán prácticamente irrevocables, y muy pocos los casos, por no decir ninguno, en los que la UEFA acepte revisar situaciones que no hayan sido reflejadas en las actas de los partidos. Los comités de la UEFA no aceptarán denuncias de parte, por interpretación distinta a la de los árbitros que son los que van a salir más fortalecidos de este cruce de demandas entre el Madrid y el Barça.
Otra cosa es que Platini también esté inquieto por los errores arbitrales de las últimas temporadas. Por eso hará fuerza ante la FIFA en la necesidad de insistir con los jueces de área y, también, con el uso de la tecnología como ayuda para los árbitros.
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