Marcelo, Özil y Villa, expulsados en el partido de vuelta de la Supercopa de España, no cumplirán probablemente sus sanciones en la Liga, después de una modificación en el código disciplinario de la FEF que se aprobó en asamblea el pasado mes de julio.
Según este cambio del artículo 56, "la suspensión por partidos que sea consecuencia de la comisión de infracciones de carácter leve" se cumplirá "en los partidos de la misma competición en que dicha infracción fue cometida". Eso significa que si el juez único de Competición de la Federación Española (RFEF), Alfredo Flórez, suspende, como parece, a los tres de uno a tres partidos, sólo cumplirían el castigo, si procede, en la próxima Supercopa.
Sólo en el caso de que la suspensión "sea consecuenca de la comisión de infracciones de carácter grave o muy grave" se cumplirá "en tantos aquellos (partidos) como abarque la sanción por el orden en que tengan lugar". No parece probable que se dé este caso porque el comportamiento de los tres jugadores, según la redacción del acta por parte del colegiado del choque, Fernández Borbalán, no es susceptible de ser considerado como agresión.
Lo que dice el acta
Villa fue expulsado por "salir del banquillo, entrando en el terreno de juego, dirigiéndose a un jugador contrario, agarrándole de la camiseta varias veces, a la vez que se encaraba con este, encontrándose el juego detenido por una acción señalada anteriormente".
Marcelo vio la roja "por entrar por detrás a un contrario derribándole, no teniendo opción de jugar el balón. El jugador contrario fue asistido, reincorporándose al juego con normalidad". Y Özil acabó en el vestuario antes de tiempo "por salir del banquillo, entrando en el terreno de juego, dirigiéndose a un jugador contrario, agarrándole de la camiseta varias veces, a la vez que se encaraba con este, encontrándose el juego detenido por una acción señalada anteriormente".
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