El Athletic vuelve hoy de Turquía con la clasificación para la fase de grupos sin sudar la camiseta más que para el entrenamiento. Una carambola derivada de la eliminación del Fenerbahce de la Champions por el amaño de partidos en la Liga turca propició que el rival de los de Marcelo Bielsa, el Trabzonspor, pasase a ocupar su plaza en el bombo del máximo torneo. Así, los leones se enteraron tras ejecitarse en el Türk Telekom de Estambul que estaban ya en la siguiente fase y entrarán en el bombo mañana.
La posibilidad de que la UEFA tomase esa resolución en Mónaco fue tomando cuerpo por la tarde y pilló al presidente rojiblanco, Josu Urrutia, en la cena de clubes. Fue el delegado designado para el encuentro quien lo confirmó de manera oral. Ni siquiera le dio tiempo a avisar del asunto a su técnico, Marcelo Bielsa, quien se enteró sobre las nueve de la noche, en plena comparecencia de prensa. El argentino había llegado a dar el once a los periodistas: el único cambio con respecto a la ida iba a ser el de Susaeta por Gabilondo.
La clasificación supone un alivio económico y depor tivo para la entidad, que se garantiza tres partidos europeos más en San Mamés y ahorra energías por si hiciesen falta para medirse al Rayo el domingo. Asimismo, Bielsa tendrá más tranquilidad para acometer el cambio de estilo futbolístico, de toque y presión adelantada.
Los 55 aficionados rojiblancos desplazados a Estambul en el chárter se quedaron también sin partido, como sucedió en el 2004 con el partido aplazado por la nieve en Viena ante el Austria. A ellos se habían sumado otros 150 por diferentes vías. La idea del club era adelantar el regreso del vuelo a Bilbao, pero no antes de la tarde.
Bielsa: "Ganar sin jugar es nada"
A Marcelo Bielsa le estalló la noticia ante los periodistas y a buena fe que no le hizo gracia alguna, aunque quizás le encuentre hoy ya ventajas. Le tuvieron que enseñar en un ordenador la resolución de la UEFA. "No puedo hacer ningún comentario de eso. Sólo pienso en jugar y en ninguna otra cosa. En cualquier caso, todo esto tiene sentido si hay partido, si no deja de tenerlo. La sensación es proporcional al hecho de no poder competir. Nunca me había pasado algo así y tampoco es algo que se saborea. Es como ganar sin jugar, que es lo mismo que nada. No puedo celebrar si no se ha ganado nada", argumentó el técnico.
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