La huelga de la Asociación de Futbolistas no afectará al Joan Gamper y se disputará tal y como estaba previsto. Ésa es la conclusión a la que han llegado los jugadores de la plantilla azulgrana, que el lunes (20:00) se enfrentarán al Nápoles en el trofeo de presentación del equipo.
A pesar de que la huelga está convocada desde hoy hasta el lunes (ambos días inclusive), los miembros del equipo culé desoirán las peticiones de la AFE, que solicitaba el miércoles el cese de toda actividad futbolística, y se entrenarán el fin de semana, antes del partido contra los italianos.
El Barça es el único conjunto de la Primera División que disputará un partido, aunque carezca de oficialidad. Ante este hecho, la directiva azulgrana, en palabras del vicepresidente, Carles Vilarrubí, salió al paso para asegurar que "el Gamper se jugará sí o sí, ya que es una fiesta para nuestros seguidores y permitiremos que vengan al Camp Nou a disfrutar de su equipo", aunque matizó lo dicho: "Si nuestros jugadores deciden no jugar, no se jugará, y hasta el momento no nos han comunicado que lo hayan decidido".
Beneficio culé. Varios jugadores azulgranas mostraron su interés en que esta huelga se solucione cuanto antes y no se alargue en el tiempo.
Aunque en un primer momento pudiera parecer que este parón liguero podría favorecer los intereses del Barcelona de cara a la disputa de la Supercopa de Europa dentro de una semana (20:45) contra el Oporto, el portero culé, Víctor Valdés, aseguró que "un parón así nunca beneficia. Nos vendrá bien para preparar cosas, pero sería mejor que no sucediese".
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