ROMA -- Los jugadores de la Primera División (Serie A) de la Liga de fútbol italiana amenazan con ir a la huelga desde la primera jornada de la próxima temporada, prevista para el 27 y 28 de agosto, si los clubes no ratifican la renovación de su convenio colectivo.
Los capitanes de los veinte equipos de la Primera División de Italia, entre ellos Francesco Totti (Roma), Alessandro del Piero (Juventus), Javier Zanetti (Inter) y Gennaro Gattuso (Milán), hicieron pública hoy una carta en la que instan a los clubes a atenerse al acuerdo alcanzado a finales del año pasado, después de dos convocatorias de huelga que fueron revocadas.
"Con ocasión del inicio de la temporada deportiva con el partido de la Supercopa jugado ayer entre Milán e Inter, los futbolistas de la Serie A (...) quieren poner en conocimiento de la opinión pública la desconcertante situación actualmente en curso para la renovación del convenio colectivo", afirman los capitanes en el texto.
"Consideramos, por tanto, que sin la firma del acuerdo colectivo no es posible comenzar un nuevo campeonato y, por este motivo, estamos convencidos de que la Liga Serie A (en la que están representados los clubes) se mantendrá fiel a los compromisos asumidos subscribiendo el contrato, ya firmado por la Asociación de Futbolistas el 30 de mayo de 2011", añaden.
Los capitanes de los veinte equipos de la Primera División afirman que de modo "sorprendente e inaceptable" los clubes han desatendido un acuerdo certificado también por la Federación de Fútbol Italiana (FIGC).
"A consecuencia de ello, perdura hoy un inadmisible periodo de desregulación que perjudica nuestros derechos (...) Aunque pueda parecer absurdo, Italia es hoy el único país futbolísticamente evolucionado en el que no existen normas contractuales precisas en vigor para todos sus federados", reza el texto de la carta.
El conflicto entre jugadores y directivas de los clubes, representadas bajo la Liga Serie A, se remonta al verano del año pasado, cuando el anterior presidente de la Asociación de Futbolistas Italianos (AIC), Sergio Campana, advirtió de que la validez del convenio colectivo había expirado.
Después llegaron las negociaciones durante varios meses que hicieron que los futbolistas convocaran dos huelgas, una para finales de septiembre de 2010 y otra a principios de diciembre del mismo año, que nunca llegaron a celebrarse ante las promesas de los clubes de alcanzar un acuerdo.
El punto de la renovación del convenio que enfrentó a unos y otros fue el número siete, por el que la Liga Serie A establecía la posibilidad de que las directivas de los clubes decidieran unilateralmente que un jugador se entrenase separado del resto de la plantilla.
Finalmente, se acordó que la FIGC definiera, una vez firmado el acuerdo, un protocolo que satisfaga las demandas de los clubes y que regule cómo se deben desarrollar los entrenamientos diferenciados para algunos jugadores y evite así las temidas "discriminaciones" que rechaza la AIC.
Pocas horas después de divulgarse la carta, el presidente de la Liga Serie A, Maurizio Beretta, indicó que, bajo esa "amenaza" de los futbolistas, no firmarán "nunca" el acuerdo, texto que figura en el orden del día de la reunión que tienen prevista los clubes para el 1 de septiembre, pero no en la extraordinaria del 19 de agosto.
"La huelga con la que han amenazado los futbolistas es un acto grave e insensible, con más razón a la luz de lo que está viviendo el país real. No olvidemos que se trata de 800 jugadores cuyo sueldo medio es de más de un millón de euros al año", indicó Beretta, en declaraciones que recoge "La Gazzetta dello Sport" en su web.
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