El sorteo del calendario de Liga arrojó el primer enredo de la temporda. El Real Madrid-Barcelona de la primera vuelta cayó el 11 de diciembre y el Mundialito de clubes, en el que participa el equipo azulgrana, se juega en Japón entre el 8 y el 18 del mismo mes. El Barcelona sólo jugaría a partir de semifinales, previstas para el día 15, pero lo normal es que se desplace con suficiente antelación para evitar los efectos del jet-lag tras un larguísimo viaje.
En principio, según el calendario aprobado por la Federación, ese encuentro debería jugarse en la fecha prevista, porque sólo se contemplan dos cambios. El partido de la segunda jornada Barcelona-Villarreal, previsto para el 28 de agosto y que se jugará el 29, lunes, porque el equipo azulgrana disputa la Supercopa europea frente al Oporto el día 26 en Mónaco, y el Barcelona-Rayo, de la jornada 17, programado para el 18 de diciembre y que se adelantaría al 29 de noviembre, martes.
En principio, el Madrid-Barcelona podría adelantarse al sábado 10 de diciembre para favorecer el viaje del equipo azulgrana, pero los operadores televisivos son quienes tienen la última palabra.
En este sentido, Andoni Zubizarreta, director deportivo del Barcelona señaló que "trataremos de hablar con el Real Madrid para encontrar la mejor solución de cara al partido del Bernabéu".
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